'Mío' en la Biblia
Pero Ana respondió: ``No, señor mío, soy una mujer angustiada en espíritu. No he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante del SEÑOR.
`` ¡Oh señor mío!" dijo Ana. ``Vive su alma, señor mío. Yo soy la mujer que estuvo aquí junto a usted orando al SEÑOR.
El SEÑOR lo volvió a llamar: `` ¡Samuel!" Y Samuel se levantó, fue a Elí y le dijo: ``Aquí estoy, pues me llamó." Elí respondió: ``Yo no te he llamado, hijo mío, vuelve a acostarte."
Así que Elí llamó a Samuel, y le dijo: ``Samuel, hijo mío." ``Aquí estoy," respondió Samuel.
El hombre le dijo a Elí: ``Yo soy el que vine del campo de batalla. Hoy escapé del campo de batalla." `` ¿Cómo fueron las cosas, hijo mío?" preguntó Elí.
"Mire, padre mío, mire la orilla de su manto en mi mano. Puesto que corté la orilla de su manto y no lo maté, reconozca y vea que no hay maldad ni rebelión en mis manos y que no he pecado contra usted, a pesar de que usted acecha mi vida para quitármela.
Cuando David acabó de decir a Saúl estas palabras, Saúl dijo: `` ¿Es ésta tu voz, David, hijo mío?" Entonces Saúl alzó su voz y lloró.
Y se echó a sus pies y le dijo: ``Señor mío, sólo sobre mí sea la culpa. Le ruego que permita que su sierva le hable, y que escuche las palabras de su sierva.
Ahora pues, señor mío, vive el SEÑOR y vive su alma. Puesto que el SEÑOR le ha impedido derramar sangre y vengarse por su propia mano, sean pues como Nabal sus enemigos y los que buscan el mal contra mi señor.
Entonces Saúl reconoció la voz de David y dijo: `` ¿Es ésta tu voz, David, hijo mío?" Y David respondió: ``Mi voz es, mi señor el rey."
Saúl dijo: ``He pecado. Vuelve, David, hijo mío, porque no volveré a hacerte daño pues mi vida fue muy estimada en tus ojos hoy. Yo he actuado neciamente y he cometido un grave error."
``Bendito seas, David, hijo mío, ciertamente harás {grandes cosas} y prevalecerás," respondió Saúl. David siguió por su camino y Saúl se volvió a su lugar.