'Ni' en la Biblia
De la planta del pie a la cabeza no hay en él nada sano, {sino} golpes, verdugones y heridas recientes; no han sido curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
Tus gobernantes son rebeldes y compañeros de ladrones; cada uno ama el soborno y corre tras las dádivas. No defienden al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
Juzgará entre las naciones, y hará decisiones por muchos pueblos. Forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.
ese día {el otro} se indignará, diciendo: No seré {vuestro} sanador, porque en mi casa no hay ni pan ni manto; no debéis nombrarme jefe del pueblo.
Y haré que quede desolada; no será podada ni labrada, y crecerán zarzas y espinos. También mandaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella.
En sus banquetes hay lira y arpa, pandero y flauta, y vino, y no contemplan las obras del SEÑOR, ni ven la obra de sus manos.
En ella nadie está cansado ni nadie se tambalea, ninguno dormita ni duerme; a ninguno se le ha desatado el cinturón de la cintura, ni se le ha roto la correa de su sandalia.
y dile: ``Estate alerta, y ten calma; no temas ni desmaye tu corazón ante estos dos cabos de tizones humeantes, a causa de la ira encendida de Rezín de Aram y del hijo de Remalías.
``{Por tanto,} así dice el Señor DIOS: `No prevalecerá ni se cumplirá.
Pero Acaz respondió: No pediré, ni tentaré al SEÑOR.
No digáis: ``{Es} conspiración", a todo lo que este pueblo llama conspiración, ni temáis lo que ellos temen, ni os aterroricéis.
Por eso no se complace el Señor en sus jóvenes, ni se compadece de sus huérfanos ni de sus viudas; porque todos ellos son impíos y malhechores, y toda boca habla necedades. Con todo eso no se aparta su ira, y aún está su mano extendida.
Pero ella no tiene tal intento, ni piensa así en su corazón, sino que su intención es destruir y exterminar no pocas naciones.
Alcanzó mi mano las riquezas de los pueblos como a un nido; como se recogen los huevos abandonados, yo junté toda la tierra, y no hubo quien aleteara ni abriera el pico ni gorgojeara.
Se deleitará en el temor del SEÑOR, y no juzgará por lo que vean sus ojos, ni sentenciará por lo que oigan sus oídos;
No dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del SEÑOR como las aguas cubren el mar.
He aquí, incitaré contra ellos a los medos, que no estiman la plata ni se deleitan en el oro;
con arcos barrerán a los jóvenes, no tendrán compasión del fruto del vientre, {ni} de los niños tendrán piedad sus ojos.
nunca más será poblada ni habitada de generación en generación; no pondrá tienda allí el árabe, ni los pastores harán descansar allí {sus rebaños};
y se han retirado la alegría y el regocijo del campo fértil. En las viñas nadie canta de júbilo ni grita de alegría. No pisa vino en los lagares el pisador, {pues} he hecho cesar el clamor.
Y no tendrá en estima los altares, obra de sus manos, ni mirará a lo que sus dedos hicieron: las Aseras y los altares de incienso.
Hicisteis un depósito entre las dos murallas para las aguas del estanque viejo. Pero no confiasteis en el que lo hizo, ni considerasteis al que hace mucho tiempo lo planeó.
Avergüénzate, Sidón, porque habla el mar, la fortaleza del mar, diciendo: No he estado de parto, ni he dado a luz, no he educado jóvenes, {ni} he criado vírgenes.
Y sus ganancias y su paga de ramera serán consagradas al SEÑOR; no serán almacenadas ni acumuladas, sino que su ganancia llegará a ser suficiente alimento y vestidura selecta para aquellos que habiten en la presencia del SEÑOR.
Estábamos encinta, nos retorcíamos {en los dolores,} dimos a luz, al parecer, {sólo} viento. No logramos liberación para la tierra, ni nacieron habitantes del mundo.
Pues no se trilla el eneldo con el trillo, ni se hace girar la rueda de carreta sobre el comino; sino que con vara se sacude el eneldo, y con palo el comino.
Por tanto el SEÑOR, que redimió a Abraham, dice así acerca de la casa de Jacob: Jacob no será ahora avergonzado, ni palidecerá ahora su rostro;
Todos se avergonzarán a causa de un pueblo que no les trae provecho, {no les sirve} de ayuda ni de utilidad, sino de vergüenza y también de oprobio.
Su caída es como el romper de una vasija de alfarero, despedazada sin piedad; no se halla entre sus pedazos ni un tiesto para tomar fuego del hogar o para sacar agua de una cisterna.
¿Ay de los que descienden a Egipto por ayuda! En los caballos buscan apoyo, y confían en los carros porque son muchos, y en los jinetes porque son muy fuertes, pero no miran al Santo de Israel, ni buscan al SEÑOR.
Porque así me dice el SEÑOR: Tal como gruñe el león o el leoncillo sobre su presa, contra el que se reúne una multitud de pastores, {y} no se atemoriza de sus voces ni se acobarda por su multitud, así descenderá el SEÑOR de los ejércitos para combatir sobre el monte Sion y sobre su collado.
Ya no se llamará noble al necio, ni al tramposo se le dirá generoso.
Contempla a Sion, ciudad de nuestras fiestas señaladas; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será plegada, cuyas estacas no serán arrancadas nunca, ni rotas ninguna de sus cuerdas.
Porque allí, el Majestuoso, el SEÑOR, {será} para nosotros lugar de ríos {y} de anchos canales, por donde no andará embarcación de remos, ni nave potente por él pasará.
Se han aflojado tus cuerdas; no pueden sostener firme el mástil ni entesar la vela. Entonces será repartida la presa de un abundante botín; los cojos se llevarán los despojos.
No se apagará ni de noche ni de día, su humo subirá para siempre; de generación en generación permanecerá desolada, nunca jamás pasará nadie por ella.
Allí no habrá león, ni subirá por él bestia feroz; {éstos} no se hallarán allí, sino que {por él} andarán los redimidos.
ni que Ezequías os haga confiar en el SEÑOR, diciendo: `Ciertamente el SEÑOR nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria.'
Por tanto, así dice el SEÑOR acerca del rey de Asiria: ``El no entrará en esta ciudad ni lanzará allí flecha alguna; tampoco vendrá delante de ella con escudo ni levantará terraplén contra ella.
Pues el Seol no te expresa gratitud, {ni} la muerte te alaba. Los que descienden a la fosa no pueden esperar tu fidelidad.
Se alegró por ello Ezequías y les mostró la casa de su tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, todo su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara.
El Líbano no basta para el fuego, ni bastan sus bestias para el holocausto.
Alzad a lo alto vuestros ojos y ved quién ha creado estos {astros}: el que hace salir en orden a su ejército, {y} a todos llama por {su} nombre. Por la grandeza de su fuerza y la fortaleza de su poder no falta ni uno.
¿Acaso no {lo} sabes? ¿Es que no {lo} has oído? El Dios eterno, el SEÑOR, el creador de los confines de la tierra no se fatiga ni se cansa. Su entendimiento es inescrutable.
No clamará ni alzará {su voz,} ni hará oír su voz en la calle.
No quebrará la caña cascada, ni apagará el pabilo mortecino; con fidelidad traerá justicia.
No se desanimará ni desfallecerá hasta que haya establecido en la tierra la justicia, y su ley esperarán las costas.
Yo soy el SEÑOR, ése es mi nombre; mi gloria a otro no daré, ni mi alabanza a imágenes talladas.
¿Quién entregó a Jacob al despojo, y a Israel a los saqueadores? ¿No fue el SEÑOR, contra quien pecamos? En sus caminos no quisieron andar, ni obedecieron su ley.
Cuando pases por las aguas, yo {estaré} contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará.
Vosotros sois mis testigos --declara el SEÑOR-- y mi siervo a quien he escogido, para que {me} conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado {otro} dios, ni después de mí {lo} habrá.
No recordéis las cosas anteriores ni consideréis las cosas del pasado.
No me has traído las ovejas de tus holocaustos, ni me has honrado con tus sacrificios. No te he abrumado exigiendo ofrendas, ni te he cansado exigiendo incienso.
No me has comprado con dinero caña aromática, ni con la grosura de tus sacrificios me has saciado; por el contrario me has abrumado con tus pecados, {y} me has cansado con tus iniquidades.
Así dice el SEÑOR que te creó, que te formó desde el seno materno, y que te ayudará: ``No temas, Jacob, siervo mío, ni tú, Jesurún, a quien he escogido.
``No tembléis ni temáis; ¿no os {lo} he hecho oír y {lo} he anunciado desde hace tiempo? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay {otro} dios fuera de mí, o hay {otra} Roca? No conozco {ninguna.}"
Los que dan forma a un ídolo todos ellos son nada, y sus cosas más preciadas de nada sirven; aun sus propios testigos no ven ni entienden, por eso serán avergonzados.
Ellos no saben ni entienden, porque El ha cerrado sus ojos para que no vean y su corazón para que no comprendan.
Ninguno reflexiona; no tienen conocimiento ni inteligencia para decir: He quemado la mitad en el fuego, y también he cocido pan sobre sus brasas. He asado carne y {la} he comido; y del resto ¿haré una abominación? ¿Me postraré ante un pedazo de madera?
Se alimenta de cenizas; el corazón engañado le ha extraviado. A sí mismo no se puede librar, ni decir: ¿No es mentira {lo que tengo} en mi diestra?
Yo lo he despertado en justicia, y todos sus caminos allanaré. El edificará mi ciudad y dejará libres a mis desterrados sin pago ni recompensa --dice el SEÑOR de los ejércitos.
Israel ha sido salvado por el SEÑOR con salvación eterna; no seréis avergonzados ni humillados por toda la eternidad.
y dijiste: ``Seré soberana para siempre." No consideraste esto en tu corazón, ni te acordaste de su resultado.
Ahora pues, oye esto, voluptuosa, tú que moras confiadamente, que dices en tu corazón: ``Yo, y nadie más. No me quedaré viuda, ni sabré de pérdida de hijos."
He aquí, ellos se han vuelto como rastrojo, el fuego los quema; no librarán sus vidas del poder de la llama. No habrá brasas para calentarse, {ni} lumbre ante la cual sentarse.
Oíd esto, casa de Jacob, los que lleváis el nombre de Israel y salisteis de las entrañas de Judá, los que juráis por el nombre del SEÑOR y hacéis mención del Dios de Israel, {pero} no en verdad ni en justicia,
Sí, tú no {las} oíste, ni nunca {las} conociste; ciertamente, no habían sido abiertos de antemano tus oídos, porque yo sabía que obrarías con mucha perfidia, y rebelde te han llamado desde el seno materno.
Sería como la arena tu descendencia, y tus hijos como sus granos; nunca habría sido cortado ni borrado su nombre de mi presencia.
No pasarán hambre ni sed, no los herirá el calor abrasador ni el sol, porque el que tiene compasión de ellos los guiará, y a manantiales de aguas los conducirá.
El Señor DIOS me ha abierto el oído; y no fui desobediente, ni me volví atrás.
Escuchadme, vosotros que conocéis la justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis el oprobio del hombre, ni os desalentéis a causa de sus ultrajes.
El desterrado pronto será libertado, y no morirá en la cárcel, ni le faltará su pan.
No hay quien la guíe entre todos los hijos que dio a luz, ni hay quien la tome de la mano entre todos los hijos que crió.
Pues no saldréis precipitadamente, ni iréis como fugitivos; porque delante de vosotros irá el SEÑOR, y vuestra retaguardia {será} el Dios de Israel.
Creció delante de El como renuevo tierno, como raíz de tierra seca; no tiene aspecto {hermoso} ni majestad para que le miremos, ni apariencia para que le deseemos.
Se dispuso con los impíos su sepultura, pero con el rico fue en su muerte, aunque no había hecho violencia, ni había engaño en su boca.
No temas, pues no serás avergonzada; ni te sientas humillada, pues no serás agraviada; sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y del oprobio de tu viudez no te acordarás más.
Porque esto es para mí como en los días de Noé, cuando juré que las aguas de Noé nunca más inundarían la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reprenderé.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos --declara el SEÑOR.
Que el extranjero que se ha allegado al SEÑOR, no diga: Ciertamente el SEÑOR me separará de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí, soy un árbol seco.
¿Y de quién te asustaste y tuviste miedo, cuando mentiste y no te acordaste de mí, ni pensaste en ello? ¿No es acaso porque he guardado silencio por mucho tiempo que no me temes?
Porque no contenderé para siempre, ni estaré siempre enojado, pues el espíritu desfallecería ante mí, y el aliento {de los que} yo he creado.
Si por causa del día de reposo apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al día de reposo delicia, al {día} santo del SEÑOR, honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni hablando de {tus propios} asuntos,
He aquí, no se ha acortado la mano del SEÑOR para salvar; ni se ha endurecido su oído para oír.
No hay quien clame con justicia ni quien abogue con honestidad. Confían en la confusión, y hablan falsedades; conciben malicia, y dan a luz iniquidad.
Sus telas no servirán de vestidos, ni se cubrirán con sus obras; sus obras son obras de iniquidad, y actos de violencia hay en sus manos.
En cuanto a mí --dice el SEÑOR--, este es mi pacto con ellos: Mi Espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tu descendencia, ni de la boca de la descendencia de tu descendencia --dice el SEÑOR-- desde ahora y para siempre.
Tus puertas estarán abiertas de continuo; ni de día ni de noche se cerrarán, para que te traigan las riquezas de las naciones, con sus reyes llevados en procesión.
No se oirá {hablar} más de violencia en tu tierra, {ni} de desolación, ni de destrucción dentro de tus límites; sino que llamarás a tus murallas salvación y a tus puertas alabanza.
Ya el sol no será para ti luz del día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que tendrás al SEÑOR por luz eterna, y a tu Dios por tu gloria.
Nunca más se pondrá tu sol, ni menguará tu luna, porque tendrás al SEÑOR por luz eterna, y se habrán acabado los días de tu luto.
Nunca más se dirá de ti: Abandonada, ni de tu tierra se dirá jamás: Desolada; sino que se te llamará: Mi deleite está en ella, y a tu tierra: Desposada; porque en ti se deleita el SEÑOR, y tu tierra será desposada.
ni le concedáis descanso hasta que {la} restablezca, hasta que haga de Jerusalén una alabanza en la tierra.
El SEÑOR ha jurado por su diestra y por su fuerte brazo: Nunca más daré tu grano por alimento a tus enemigos, ni hijos de extranjeros beberán tu mosto por el que trabajaste;
Porque tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce, ni nos reconoce Israel. Tú, oh SEÑOR, eres nuestro Padre, desde la antigüedad tu nombre es Nuestro Redentor.
Desde la antigüedad no habían escuchado ni dado oídos, ni el ojo había visto a un Dios fuera de ti que obrara a favor del que esperaba en El.
No te enojes en exceso, oh SEÑOR, ni para siempre te acuerdes de la iniquidad; he aquí, mira, te rogamos, todos nosotros somos tu pueblo.
Pues he aquí, yo creo cielos nuevos y una tierra nueva, y no serán recordadas las cosas primeras ni vendrán a la memoria.
Me regocijaré por Jerusalén y me gozaré por mi pueblo; no se oirá más en ella voz de lloro ni voz de clamor.
No habrá más allí niño {que viva pocos} días, ni anciano que no complete sus días; porque el joven morirá a los cien años, y el que no alcance los cien años será {considerado} maldito.