'Nuestras' en la Biblia
``Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: EL MISMO TOMO NUESTRAS FLAQUEZAS Y LLEVO NUESTRAS ENFERMEDADES.
Y las insensatas dijeron a las prudentes: ``Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan."
Entonces comenzaréis a decir: ``Comimos y bebimos en tu presencia, y enseñaste en nuestras calles;"
Pero interviniendo el comandante Lisias, con gran violencia lo quitó de nuestras manos,
que nuestras doce tribus esperan alcanzar al servir fielmente {a Dios} noche y día. Y por esta esperanza, oh rey, soy acusado por los judíos.
diciéndoles: Amigos, veo que de seguro este viaje va a ser con perjuicio y graves pérdidas, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras vidas.
el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación.
nos agotamos trabajando con nuestras propias manos; cuando nos ultrajan, bendecimos; cuando somos perseguidos, lo soportamos;
ya que nuestras {partes} presentables no {lo} necesitan. Mas {así} formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la {parte} que carecía de ella,
Porque no queremos que ignoréis, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida en Asia, porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de {salir con} vida.
{Porque} precisamente para esto os lo he enviado, para que sepáis de nuestras circunstancias y que conforte vuestros corazones;
Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros, haciendo mención {de vosotros} en nuestras oraciones;
Teniendo así un gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegasteis a sernos muy amados.
quien nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según su propósito y {según la} gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad,
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como {nosotros}, {pero} sin pecado.
Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca del Verbo de vida
En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.