'Pablo' en la Biblia
Y dio órdenes al centurión de que guardara a Pablo bajo custodia, pero con {alguna medida} de libertad, y que no impidiera a ninguno de sus amigos que lo sirvieran.
Pero pocos días más tarde, llegó Félix con Drusila su mujer, que era judía, y mandó traer a Pablo y lo oyó {hablar} acerca de la fe en Cristo Jesús.
Y al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix, atemorizado dijo: Vete por ahora, pero cuando tenga tiempo te mandaré llamar.
Al mismo tiempo, tenía esperanza de que Pablo le diera dinero; por eso acostumbraba llamarlo con frecuencia y conversar con él.
Pero transcurridos dos años, Porcio Festo llegó como sucesor de Félix, y deseando hacer un favor a los judíos, Félix dejó preso a Pablo.
Y los principales sacerdotes y los judíos más influyentes le presentaron acusaciones contra Pablo, e instaban a Festo,
pidiéndole, contra Pablo, el favor de que lo hiciera traer a Jerusalén (preparando ellos, {al mismo tiempo,} una emboscada para matarlo en el camino).
Pero Festo respondió que Pablo estaba bajo custodia en Cesarea, y que en breve él mismo partiría {para allá.}
Después de haberse quedado no más de ocho o diez días entre ellos, descendió a Cesarea, y al día siguiente se sentó en el tribunal y ordenó que trajeran a Pablo.
mientras Pablo decía en defensa propia: No he cometido ningún delito, ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra el César.
Pero Festo, queriendo hacer un favor a los judíos, respondió a Pablo, y dijo: ¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén y a ser juzgado delante de mí por estas {acusaciones}?
Entonces Pablo respondió: Ante el tribunal del César estoy, que es donde debo ser juzgado. Ningún agravio he hecho a {los} judíos, como también tú muy bien sabes.
Como estuvieron allí muchos días, Festo presentó el caso de Pablo ante el rey, diciendo: Hay un hombre que Félix dejó preso,
sino que {simplemente} tenían contra él ciertas cuestiones sobre su propia religión, y sobre cierto Jesús, {ya} muerto, de quien Pablo afirmaba que estaba vivo.
Pero como Pablo apeló que se lo tuviera bajo custodia para que el emperador {diera} el fallo, ordené que continuase bajo custodia hasta que yo lo enviara al César.
Así que al día siguiente, cuando Agripa y Berenice entraron al auditorio en medio de gran pompa, acompañados por los comandantes y los hombres importantes de la ciudad, por orden de Festo, fue traído Pablo.
Y Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar en tu favor. Entonces Pablo, extendiendo la mano, comenzó su defensa:
Mientras {Pablo} decía esto en su defensa, Festo dijo* a gran voz: ¡Pablo, estás loco! ¡{Tu} mucho saber te está haciendo perder la cabeza!
Mas Pablo dijo*: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura.
Y Agripa {respondió} a Pablo: En poco tiempo me persuadirás a que me haga cristiano.
Y Pablo {dijo:} Quisiera Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho, no sólo tú, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas.
Cuando se decidió que deberíamos embarcarnos para Italia, fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía Augusta, llamado Julio.
Al {día} siguiente llegamos a Sidón. Julio trató a Pablo con benevolencia, permitiéndole ir a sus amigos y ser atendido {por ellos}.
Cuando ya había pasado mucho tiempo y la navegación se había vuelto peligrosa, pues hasta el Ayuno había pasado ya, Pablo los amonestaba,
Pero el centurión se persuadió más {por lo dicho} por el piloto y el capitán del barco, que por lo que Pablo decía.
Cuando habían pasado muchos días sin comer, Pablo se puso en pie en medio de ellos y dijo: Amigos, debierais haberme hecho caso y no haber zarpado de Creta, evitando así este perjuicio y pérdida.
diciendo: ``No temas, Pablo; has de comparecer ante el César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo."
Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podréis salvaros.
Y hasta que estaba a punto de amanecer, Pablo exhortaba a todos a que tomaran alimento, diciendo: Hace ya catorce días que, velando continuamente, {estáis} en ayunas, sin tomar ningún {alimento.}
pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, impidió su propósito, y ordenó que los que pudieran nadar se arrojaran primero por la borda y llegaran a tierra,
Pero cuando Pablo recogió una brazada de leña y la echó al fuego, una víbora salió huyendo del calor y se le prendió en la mano.
{Pablo,} sin embargo, sacudiendo {la mano,} arrojó el animal al fuego y no sufrió ningún daño.
Y sucedió que el padre de Publio yacía {en cama,} enfermo con fiebre y disentería; y Pablo entró a {ver}lo, y después de orar puso las manos sobre él, y lo sanó.
Cuando los hermanos tuvieron noticia de nuestra llegada, vinieron desde allá a recibirnos hasta el Foro de Apio y Las Tres Tabernas; y cuando Pablo los vio, dio gracias a Dios y cobró ánimo.
Cuando entramos en Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con el soldado que lo custodiaba.
Y aconteció que tres días después {Pablo} convocó a los principales de los judíos, y cuando se reunieron, les dijo: Hermanos, sin haber hecho yo nada contra nuestro pueblo ni contra las tradiciones de nuestros padres, desde Jerusalén fui entregado preso en manos de los romanos,
Y al no estar de acuerdo entre sí, comenzaron a marcharse después de que Pablo dijo una {última} palabra: Bien habló el Espíritu Santo a vuestros padres por medio de Isaías el profeta,
Y {Pablo} se quedó por dos años enteros en la habitación que alquilaba, y recibía a todos los que iban a verlo,
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado {a ser} apóstol, apartado para el evangelio de Dios,
Pablo, llamado {a ser} apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano,
Me refiero a que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo, yo de Apolos, yo de Cefas, yo de Cristo.
¿Está dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
Porque cuando uno dice: Yo soy de Pablo, y otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois {simplemente} hombres?
¿Qué es, pues, Apolos? Y ¿qué es Pablo? Servidores mediante los cuales vosotros habéis creído, según el Señor dio {oportunidad} a cada uno.
ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es vuestro,
Este saludo es de mi puño y letra--Pablo.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo: A la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya:
Y yo mismo, Pablo, os ruego por la mansedumbre y la benignidad de Cristo, yo, que soy humilde cuando {estoy} delante de vosotros, pero osado para con vosotros cuando {estoy} ausente,
Pablo, apóstol (no de parte de hombres ni mediante hombre {alguno,} sino por medio de Jesucristo y de Dios el Padre que le resucitó de entre los muertos),
Mirad, yo, Pablo, os digo que si os dejáis circuncidar, Cristo de nada os aprovechará.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios: A los santos que están en Efeso y {que son} fieles en Cristo Jesús:
Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por amor de vosotros los gentiles
Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús: A todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, incluyendo a los obispos y diáconos:
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,
si en verdad permanecéis en la fe bien cimentados y constantes, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.
Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano. Acordaos de mis cadenas. La gracia sea con vosotros.
Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia a vosotros y paz.
Ya que queríamos ir a vosotros (al menos yo, Pablo, más de una vez) pero Satanás nos lo ha impedido.
Pablo, Silvano y Timoteo: A la iglesia de los tesalonicenses en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo:
Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano, y ésta es una señal distintiva en todas {mis} cartas; así escribo yo.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús nuestra esperanza,
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, según la promesa de vida en Cristo Jesús,
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y al pleno conocimiento de la verdad que es según la piedad,
Pablo, prisionero de Cristo Jesús, y el hermano Timoteo: A Filemón nuestro amado {hermano} y colaborador,
no obstante, por causa del amor {que te tengo, te} ruego, siendo como soy, Pablo, anciano, y ahora también prisionero de Cristo Jesús,
Yo, Pablo, escribo {esto} con mi propia mano; yo {lo} pagaré (por no decirte que aun tú mismo te me debes a mí).
y considerad la paciencia de nuestro Señor {como} salvación, tal como os escribió también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada.
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