'Pudiera' en la Biblia
Y Abimelec dijo: `` ¿Qué es esto que nos has hecho? Porque alguien del pueblo fácilmente pudiera haberse acostado con tu mujer, y hubieras traído culpa sobre nosotros."
" ¿Por qué huiste en secreto y me engañaste, y no me avisaste para que yo pudiera despedirte con alegría y cantos, con panderos y liras?
Y por la mañana su espíritu estaba turbado, y mandó llamar a todos los magos (sacerdotes adivinos), y a todos sus sabios de Egipto. Faraón les contó sus sueños, pero no hubo quien se los pudiera interpretar a Faraón.
"Las espigas menudas devoraron a las siete espigas hermosas. Se lo conté a los magos (sacerdotes adivinos), pero no hubo quien me {lo} pudiera explicar."
Estas fueron las ciudades designadas para todos los Israelitas y para el extranjero que resida entre ellos, para que cualquiera que hubiera matado a cualquier persona sin intención, pudiera huir allí, y no muriera a mano del vengador de la sangre hasta que hubiera comparecido ante la congregación.
Ella se acostó a sus pies hasta la mañana, y se levantó antes que una {persona} pudiera reconocer a otra; y él dijo: ``Que no se sepa que ha venido mujer a la era."
Y Salomón contestó todas sus preguntas; no hubo nada tan difícil que el rey no pudiera explicárselo.
" ¿No son el Abaná y el Farfar, ríos de Damasco, mejores que todas las aguas de Israel? ¿No pudiera yo lavarme en ellos y ser limpio?" Y dio la vuelta, y se fue enfurecido.
Y Salomón contestó todas sus preguntas; no hubo nada tan difícil que Salomón no pudiera explicárselo.
`` ¡Oh, si pudiera pesarse mi sufrimiento, Y ponerse en la balanza junto con mi calamidad!
¡Ah, si un hombre pudiera discutir con Dios Como un hombre con su vecino!
Les presté además mucha atención. Pero no hubo ninguno que pudiera contradecir a Job, Ninguno de ustedes que respondiera a sus palabras.
Consideré en mi corazón estimular mi cuerpo con el vino, mientras mi corazón {me} guiaba con sabiduría, y echar mano de la insensatez, hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo que los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida.
Vagaron ciegos por las calles, Manchados de sangre, Sin que nadie pudiera tocar sus vestidos.
Trajeron una piedra y la pusieron sobre la boca del foso. El rey la selló con su anillo y con los anillos de sus nobles, para que nada pudiera cambiarse de lo ordenado en cuanto a Daniel.