'Pueblo' en la Biblia
¿Quién hay entre vosotros de todo su pueblo? Sea Dios con él, y suba á Jerusalem que está en Judá, y edifique la casa á Jehová Dios de Israel,(él es el Dios,) la cual está en Jerusalem.
Los cuales vinieron con Zorobabel, Jesuá, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardochêo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana. La cuenta de los varones del pueblo de Israel:
Y habitaron los sacerdotes, y los Levitas, y los del pueblo, y los cantores, y los porteros y los Nethineos, en sus ciudades; y todo Israel en sus ciudades.
Y LLEGADO el mes séptimo, y ya los hijos de Israel en las ciudades, juntóse el pueblo como un solo hombre en Jerusalem.
Y cantaban, alabando y confesando á Jehová, y decían: Porque es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba con grande júbilo, alabando á Jehová, porque á la casa de Jehová se echaba el cimiento.
Y no podía discernir el pueblo el clamor de los gritos de alegría, de la voz del lloro del pueblo: porque clamaba el pueblo con grande júbilo, y oíase el ruido hasta de lejos.
Mas el pueblo de la tierra debilitaba las manos del pueblo de Judá, y los arredraban de edificar.
Mas después que nuestros padres ensañaron al Dios de los cielos, él los entregó en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, Caldeo, el cual destruyó esta casa, é hizo trasportar el pueblo á Babilonia.
Y el Dios que hizo habitar allí su nombre, destruya todo rey y pueblo que pusiere su mano para mudar ó destruir esta casa de Dios, la cual está en Jerusalem. Yo Darío puse el decreto: sea hecho prestamente.
Por mí es dado mandamiento, que cualquiera que quisiere en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y Levitas, ir contigo á Jerusalem, vaya.
Y toda la plata y el oro que hallares en toda la provincia de Babilonia, con las ofrendas voluntarias del pueblo y de los sacerdotes, que de su voluntad ofrecieren para la casa de su Dios que está en Jerusalem.
Y tú, Esdras, conforme á la sabiduría de tu Dios que tienes, pon jueces y gobernadores, que gobiernen á todo el pueblo que está del otro lado del río, á todos los que tienen noticia de las leyes de tu Dios; y al que no la tuviere le enseñaréis.
Y juntélos junto al río que viene á Ahava, y reposamos allí tres días: y habiendo buscado entre el pueblo y entre los sacerdotes, no hallé allí de los hijos de Leví.
Y dieron los despachos del rey á sus gobernadores y capitanes del otro lado del río, los cuales favorecieron al pueblo y á la casa de Dios.
Y ACABADAS estas cosas, los príncipes se llegaron á mí, diciendo: El pueblo de Israel, y los sacerdotes y levitas, no se han apartado de los pueblos de las tierras, de los Cananeos, Hetheos, Pherezeos, Jebuseos, Ammonitas, y Moabitas, Egipcios, y Amorrheo
Y ORANDO Esdras y confesando, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, juntóse á él una muy grande multitud de Israel, hombres y mujeres y niños; y lloraba el pueblo con gran llanto.
Así todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron en Jerusalem dentro de tres días, á los veinte del mes, el cual era el mes noveno; y sentóse todo el pueblo en la plaza de la casa de Dios, temblando con motivo de aquel negocio, y á causa de las ll
Mas el pueblo es mucho, y el tiempo lluvioso, y no hay fuerza para estar en la calle: ni la obra es de un día ni de dos, porque somos muchos los que hemos prevaricado en este negocio.
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (18)
- LBDA (20)
- NBLH (20)
- RV (18)
- SEV (18)
- RV1909 (18)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (25)
- Éxodo (145)
- Levítico (26)
- Números (71)
- Deuteronomio (76)
- Josué (53)
- Jueces (52)
- Rut (9)
- 1 Samuel (88)
- 2 Samuel (85)
- 1 Reyes (62)
- 2 Reyes (43)
- 1 Crónicas (32)
- 2 Crónicas (89)
- Esdras (18)
- Nehemías (37)
- Ester (15)
- Job (4)
- Salmos (79)
- Proverbios (8)
- Eclesiastés (2)
- Isaías (102)
- Jeremías (146)
- Lamentaciones (8)
- Ezequiel (64)
- Daniel (17)
- Oseas (12)
- Joel (11)
- Amós (7)
- Abdías (1)
- Jonás (1)
- Miqueas (12)
- Nahúm (2)
- Habacuc (2)
- Sofonías (5)
- Hageo (7)
- Zacarías (10)
- Malaquías (2)
Artículos Relacionados
- Afecto por el pueblo de Dios
- Bendición a través del pueblo de Dios
- Compromiso, al pueblo de Dios
- Coronas para el pueblo de Dios
- Dios matará a los pueblos
- Dios mató a su pueblo
- Dios podría matar a su pueblo
- Dios pueblo de pelado
- Dios pueblo de ropa
- Dios recordando su pueblo
- Dios sabe que su pueblo
- Dios va a matar a su pueblo
- El matrimonio, entre Dios y Su pueblo
- El pueblo de Dios, en NT
- El pueblo de Dios, en OT
- La dispersión de los Pueblos
- La gentileza del pueblo de Dios
- La hospitalidad, el deber del pueblo de Dios
- La luz del pueblo de Dios
- La muerte del pueblo de Dios
- La recompensa, para el pueblo de Dios
- La unidad, del pueblo de Dios
- Los abusos, al pueblo de Dios
- Los judíos como el pueblo elegido de Dios
- Los pueblos que huyeron
- Pueblo de llenado
- Pueblo de molienda
- Pueblo unificado
- Pueblos
- Renovación, del pueblo de Dios
- Saliendo del pueblo
- Un pueblo justo
- Un pueblo solitario
- Agradecerle a Dios por el pueblo
- Aquellos que celan del pueblo
- Aquellos que le tienen envidia al pueblo
- Aquellos sometidos al pueblo
- Contar lo que dijo el pueblo
- Contar lo que hizo el pueblo
- Dar las gracias al pueblo
- El asesinato de los pueblos por parte de Dios
- El diezmo del pueblo
- El odio a los pueblos
- El pecado del pueblo de Dios
- El pueblo de Judá
- El pueblo del reino
- La derrota del pueblo de Dios
- La obstaculización de la obra de Dios
- La tentación del pueblo por el diablo
- Los tiempos del pueblo
- No complacer al pueblo
- Obedecer al pueblo
- Otro pueblo de Dios
- Prestar atención al pueblo
- Reunirse con el pueblo de uno