'Salomón' en la Biblia
Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,
Y David consoló a Betsabé su mujer, y vino a ella y se acostó con ella; y ella dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Salomón. Y el SEÑOR lo amó,
Pero no invitó al profeta Natán, ni a Benaía, ni a los valientes, ni a Salomón su hermano.
Entonces Natán habló a Betsabé, madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que Adonías, hijo de Haguit, se ha hecho rey y que David nuestro señor no {lo} sabe?
Ahora pues, ven, voy a darte un consejo para que salves tu vida y la vida de tu hijo Salomón.
Ve ahora mismo al rey David y dile: `` ¿No has jurado tú, oh rey mi señor, a tu sierva, diciendo: `Ciertamente tu hijo Salomón será rey después de mí y se sentará en mi trono'? ¿Por qué, pues, se ha hecho rey Adonías?"
Ella le respondió: Mi señor, tú juraste a tu sierva por el SEÑOR tu Dios, {diciendo:} ``Ciertamente tu hijo Salomón será rey después de mí y se sentará en mi trono."
El ha sacrificado bueyes, animales cebados y ovejas en abundancia, y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar y a Joab, comandante del ejército, pero no ha invitado a Salomón tu siervo.
Pues sucederá que en cuanto mi señor el rey duerma con sus padres, yo y mi hijo Salomón seremos tenidos por culpables.
Pero ni a mí, tu siervo, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaía, hijo de Joiada, ni a tu siervo Salomón ha invitado.
que ciertamente como te juré por el SEÑOR, Dios de Israel, diciendo: ``Tu hijo Salomón será rey después de mí, y él se sentará sobre mi trono en mi lugar", así lo haré hoy mismo.
y el rey les dijo: Tomad con vosotros a los siervos de vuestro señor, haced montar a mi hijo Salomón en mi propia mula y bajadle a Gihón.
Que allí el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey sobre Israel; y tocad trompeta y decid: `` ¿Viva el rey Salomón!"
Como el SEÑOR ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga su trono más grande que el trono de mi señor el rey David.
Entonces el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía, hijo de Joiada, los cereteos y los peleteos, descendieron e hicieron que Salomón montara en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón.
El sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite de la tienda y ungió a Salomón. Entonces tocaron trompeta, y todo el pueblo gritó: ¡Viva el rey Salomón!
Pero Jonatán respondió y dijo a Adonías: Al contrario. Nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón.
Además, Salomón {ya} se ha sentado en el trono del reino,
y aun los siervos del rey han ido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: ``Que tu Dios haga el nombre de Salomón más célebre que tu nombre y su trono más grande que tu trono." Y el rey ha adorado en el lecho.
Adonías tuvo miedo de Salomón, y se levantó, se fue y se asió de los cuernos del altar.
Y avisaron a Salomón, diciéndo{le:} He aquí, Adonías tiene miedo del rey Salomón, y se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: ``Que el rey Salomón me jure hoy que no matará a espada a su siervo."
Y Salomón dijo: Si es hombre digno, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; pero si se halla maldad en él, morirá.
Entonces el rey Salomón envió que lo hicieran descender del altar. Y él vino y se postró ante el rey Salomón, y Salomón le dijo: Vete a tu casa.
Y acercándose los días de la muerte de David, dio órdenes a su hijo Salomón, diciendo:
Salomón se sentó en el trono de David su padre y su reino se afianzó en gran manera.
Entonces Adonías, hijo de Haguit, vino a Betsabé, madre de Salomón; y ella {le} dijo: ¿Vienes en paz? Y él respondió: En paz.
El entonces dijo: Te ruego que hables al rey Salomón, pues él no te lo negará, para que me dé por mujer a Abisag sunamita.
Betsabé fue al rey Salomón para hablarle por Adonías. El rey se levantó a recibirla, se inclinó delante de ella, y se sentó en su trono; hizo colocar un trono para la madre del rey y ella se sentó a su diestra.
El rey Salomón respondió, y dijo a su madre: ¿Por qué pides a Abisag sunamita para Adonías? Pide para él también el reino, pues es mi hermano mayor, y con él están el sacerdote Abiatar y Joab, hijo de Sarvia.
Y el rey Salomón juró por el SEÑOR, diciendo: Así me haga Dios y aun más, si Adonías no ha hablado esta palabra contra su propia vida.
El rey Salomón envió a Benaía, hijo de Joiada, y {éste} arremetió contra Adonías y lo mató.
Así Salomón privó a Abiatar de ser sacerdote del SEÑOR, para que se cumpliera la palabra que el SEÑOR había hablado acerca de la casa de Elí en Silo.
Y se le informó al rey Salomón que Joab había huido a la tienda del SEÑOR, y que estaba junto al altar. Entonces Salomón envió a Benaía, hijo de Joiada, diciendo: Ve y arremete contra él.
Pero informaron a Salomón que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat y había vuelto.
Pero el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme delante del SEÑOR para siempre.
Entonces el rey mandó a Benaía, hijo de Joiada, y {éste} salió y arremetió contra Simei y lo mató. Así fue confirmado el reino en las manos de Salomón.
Salomón se emparentó con Faraón, rey de Egipto, pues tomó la hija de Faraón y la trajo a la ciudad de David mientras acababa de edificar su casa, la casa del SEÑOR y la muralla alrededor de Jerusalén.
Salomón amaba al SEÑOR, andando en los estatutos de su padre David, aunque sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
El rey fue a Gabaón a sacrificar allí, porque ese era el lugar alto principal. Salomón ofreció mil holocaustos sobre ese altar.
Y en Gabaón el SEÑOR se apareció a Salomón de noche en sueños, y Dios {le} dijo: Pide lo que {quieras que} yo te dé.
Entonces Salomón dijo: Tú has usado de gran misericordia con tu siervo David mi padre, según él anduvo delante de ti con fidelidad, justicia y rectitud de corazón hacia ti; y has guardado para él esta gran misericordia, en que le has dado un hijo que se siente en su trono, como {sucede} hoy.
Y fue del agrado a los ojos del Señor que Salomón pidiera esto.
Salomón se despertó y vio que había sido un sueño. Entró en Jerusalén y se puso delante del arca del pacto del SEÑOR; ofreció holocaustos e hizo ofrendas de paz, y también dio un banquete para todos sus siervos.
El rey Salomón fue, pues, rey sobre todo Israel.
Salomón tenía doce oficiales sobre todo Israel, los cuales abastecían al rey y a su casa. Cada uno tenía que hacerlo un mes en el año.
Ben-abinadab, {en} toda la altura de Dor (Tafat, hija de Salomón, era su mujer);
Ahimaas en Neftalí (también se casó con Basemat, hija de Salomón);
Salomón gobernaba todos los reinos desde el Río {hasta} la tierra de los filisteos y hasta la frontera de Egipto; ellos trajeron tributo y sirvieron a Salomón todos los días de su vida.
La provisión de Salomón para un día era de treinta coros de flor de harina y sesenta coros de harina,
Y Judá e Israel vivieron seguros, cada uno bajo su parra y bajo su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.
Salomón tenía cuarenta mil establos de caballos para sus carros y doce mil jinetes.
Y los gobernadores abastecían, cada uno un mes, al rey Salomón y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón; no dejaban que faltara nada.
Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar.
Y la sabiduría de Salomón sobrepasó la sabiduría de todos los hijos del oriente y toda la sabiduría de Egipto.
Y venían de todos los pueblos para oír la sabiduría de Salomón, de parte de todos los reyes de la tierra que habían oído de su sabiduría.
Hiram, rey de Tiro, envió sus siervos a Salomón, cuando oyó que lo habían ungido rey en lugar de su padre, pues Hiram siempre había sido amigo de David.
Entonces Salomón envió {palabra} a Hiram, diciendo:
Y sucedió que cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró mucho y dijo: Bendito sea hoy el SEÑOR, que ha dado a David un hijo sabio sobre este pueblo tan numeroso.
Y envió Hiram {respuesta} a Salomón, diciendo: He oído {el mensaje} que me enviaste; haré lo que tú quieras en cuanto a las maderas de cedro y de ciprés.
Dio, pues, Hiram a Salomón todo lo que deseaba de las maderas de cedro y de ciprés.
Y Salomón daba a Hiram veinte mil coros de trigo como alimento para su casa, y veinte coros de aceite batido; esto daba Salomón a Hiram año tras año.
El SEÑOR dio sabiduría a Salomón, tal como le había prometido, y hubo paz entre Hiram y Salomón, y los dos hicieron un pacto.
El rey Salomón impuso una leva a todo Israel, y la leva fue de treinta mil hombres.
Salomón tenía setenta mil {hombres} que llevaban las cargas, y ochenta mil canteros en las montañas,
además de los tres mil trescientos oficiales de Salomón que {estaban} al frente de la obra {y} que gobernaban la gente que hacía el trabajo.
Y los constructores de Salomón, los constructores de Hiram y los giblitas cortaron y prepararon las maderas y las piedras para edificar la casa.
Y sucedió que en el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto, en el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el segundo mes, comenzó él a edificar la casa del SEÑOR.
La casa que el rey Salomón edificó para el SEÑOR {tenía} sesenta codos de largo, veinte {codos} de ancho y treinta codos de alto.
Y la palabra del SEÑOR vino a Salomón, diciendo:
Salomón, pues, edificó la casa y la terminó.
Salomón revistió el interior de la casa de oro puro. Puso cadenas de oro a lo largo del frente del santuario interior, y lo revistió de oro.
Salomón edificó su propia casa, {y} en trece años la terminó toda.
Y la casa donde él había de morar, {en} otro atrio dentro del pórtico, era de la misma hechura. Hizo también una casa como este pórtico para la hija de Faraón que Salomón había tomado {por mujer}.
Este era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, y su padre era un hombre de Tiro, artífice en bronce; {estaba} lleno de sabiduría, inteligencia y pericia para hacer cualquier obra en bronce. Y él vino al rey Salomón e hizo toda su obra.
Hiram hizo también los calderos, las palas y los tazones. Así terminó Hiram toda la obra que hizo para el rey Salomón {en} la casa del SEÑOR:
los calderos, las palas y los tazones; todos estos utensilios que Hiram hizo para el rey Salomón {en} la casa del SEÑOR {eran} de bronce bruñido.
Salomón dejó todos los utensilios {sin pesarlos} porque {eran} demasiados; el peso del bronce no se pudo determinar.
Y Salomón hizo todos los utensilios que {estaban en} la casa del SEÑOR: el altar de oro y la mesa de oro sobre la cual {estaba} el pan de la Presencia;
Así fue terminada toda la obra que el rey Salomón hizo {en} la casa del SEÑOR. Y Salomón trajo las cosas consagradas por su padre David, es decir, la plata, el oro y los utensilios, {y los} puso en los tesoros de la casa del SEÑOR.
Entonces Salomón reunió a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus {y} a los principales de las casas paternas de los hijos de Israel ante él en Jerusalén, para hacer subir el arca del pacto del SEÑOR de la ciudad de David, la cual es Sion.
Y se reunieron ante el rey Salomón todos los hombres de Israel en la fiesta, en el mes de Etanim, que es el mes séptimo.
Y el rey Salomón y toda la congregación de Israel que estaba reunida ante él, {estaban} con él delante del arca, sacrificando tantas ovejas y bueyes que no se podían contar ni numerar.
Entonces Salomón dijo: El SEÑOR ha dicho que El moraría en la densa nube.
Entonces Salomón se puso delante del altar del SEÑOR en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió las manos al cielo.
Y sucedió que cuando Salomón terminó de decir toda esta oración y súplica al SEÑOR, se levantó de delante del altar del SEÑOR, de estar de rodillas con sus manos extendidas hacia el cielo.
Y Salomón ofreció como sacrificio de las ofrendas de paz, que él ofreció al SEÑOR, veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron la casa del SEÑOR el rey y todos los hijos de Israel.
Así Salomón celebró la fiesta en aquella ocasión, y todo Israel con él, una gran asamblea desde la entrada de Hamat hasta el torrente de Egipto, delante del SEÑOR nuestro Dios, por siete días y siete días {más, o sea} catorce días.
Y sucedió que cuando Salomón había acabado de edificar la casa del SEÑOR, la casa del rey y todo lo que Salomón deseaba hacer,
el SEÑOR se apareció a Salomón por segunda vez, tal como se le había aparecido en Gabaón.
Y sucedió al cabo de los veinte años, en los cuales Salomón había edificado las dos casas, la casa del SEÑOR y la casa del rey
(Hiram, rey de Tiro, había proporcionado a Salomón maderas de cedro y de ciprés y oro conforme a todo su deseo), que el rey Salomón dio a Hiram veinte ciudades en la tierra de Galilea.
Y salió Hiram de Tiro para ver las ciudades que Salomón le había dado, y no le gustaron.
Y este es el motivo de la leva que el rey Salomón impuso para edificar la casa del SEÑOR, su propia casa, el Milo, el muro de Jerusalén, Hazor, Meguido y Gezer.
{Pues} Faraón, rey de Egipto, había subido y capturado Gezer, le había prendido fuego, había matado a los cananeos que habitaban en la ciudad, y la había dado {en} dote a su hija, la mujer de Salomón.
y todas las ciudades de almacenaje que Salomón tenía, y las ciudades de sus carros y las ciudades para sus hombres de a caballo, y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra de su dominio.
{es decir,} a sus descendientes que habían quedado en la tierra después de ellos, a quienes los hijos de Israel no habían podido destruir completamente, Salomón les impuso leva de servidumbre hasta el día de hoy.
Mas de los hijos de Israel Salomón no hizo esclavos, porque ellos eran hombres de guerra, sus servidores, sus príncipes, sus capitanes, los comandantes de sus carros y sus hombres de a caballo.
Estos {eran} los oficiales que {estaban} al frente de la obra de Salomón, quinientos cincuenta, quienes supervisaban al pueblo que hacía la obra.