'Si' en la Biblia
Y le preguntaron, y le dijeron: Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?
Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios {como} maestro, porque nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con él.
Si os he hablado de las cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las celestiales?
Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo.
Respondió Jesús y le dijo: Si tú conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: ``Dame de beber", tú le habrías pedido a El, y El te hubiera dado agua viva.
Los discípulos entonces se decían entre sí: ¿Le habrá traído alguien de comer?
Jesús entonces le dijo: Si no veis señales y prodigios, no creeréis.
Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en sí mismo;
Si yo {solo} doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése recibiréis.
Porque si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.
Pero si no creéis sus escritos, ¿cómo creeréis mis palabras?
Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final.
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne.
Los judíos entonces contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer {su} carne?
Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
¿Pues {qué} si vierais al Hijo del Hombre ascender adonde antes estaba?
Y decía: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo ha concedido el Padre.
Porque nadie hace nada en secreto cuando procura ser {conocido} en público. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo.
Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá si mi enseñanza es de Dios o {si} hablo de mí mismo.
El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero y no hay injusticia en El.
{Y} si para no violar la ley de Moisés un hombre recibe la circuncisión en el día de reposo, ¿{por qué} estáis enojados conmigo porque sané por completo a un hombre en el día de reposo?
Decían entonces los judíos entre sí: ¿Adónde piensa irse éste que no le hallemos? ¿Será acaso que quiere irse a la dispersión entre los griegos y enseñar a los griegos?
Y en el último día, el gran {día} de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.
Pero si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que me envió.
Entonces le decían: ¿Dónde está tu Padre? Jesús respondió: No me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.
Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados.
Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en El: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos;
y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo {sí} permanece para siempre.
Así que, si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.
Ellos le contestaron, y le dijeron: Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo*: Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.
Jesús les dijo: Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais, porque yo salí de Dios y vine {de El}, pues no he venido por mi propia iniciativa, sino que El me envió.
¿Quién de vosotros me prueba {que tengo} pecado? Y si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
En verdad, en verdad os digo que si alguno guarda mi palabra, no verá jamás la muerte.
Los judíos le dijeron: Ahora sí sabemos que tienes un demonio. Abraham murió, y {también} los profetas, y tú dices: ``Si alguno guarda mi palabra no probará jamás la muerte."
Jesús respondió: Si yo mismo me glorifico, mi gloria no es nada; es mi Padre el que me glorifica, de quien vosotros decís: ``El es nuestro Dios."
Y vosotros no le habéis conocido, pero yo le conozco; y si digo que no le conozco seré un mentiroso como vosotros; pero {sí} le conozco y guardo su palabra.
pero cómo es que ahora ve, no lo sabemos; o quién le abrió los ojos, nosotros no lo sabemos. Preguntadle a él; edad tiene, él hablará por sí mismo.
Sus padres dijeron esto porque tenían miedo a los judíos; porque los judíos ya se habían puesto de acuerdo en que si alguno confesaba que Jesús era el Cristo, fuera expulsado de la sinagoga.
Entonces él les contestó: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo.
Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye.
Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada.
Jesús les dijo: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero ahora, {porque} decís: ``Vemos", vuestro pecado permanece.
Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.
Entonces los judíos le rodearon, y le decían: ¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Cristo, dínoslo claramente.
Si a aquellos, a quienes vino la palabra de Dios, los llamó dioses (y la Escritura no se puede violar),
Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis;
pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed las obras; para que sepáis y entendáis que el Padre está en mí y yo en el Padre.
Jesús respondió: ¿No hay doce horas en el día? Si alguno anda de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo.
Pero si alguno anda de noche, tropieza, porque la luz no está en él.
Los discípulos entonces le dijeron: Señor, si se ha dormido, se recuperará.
Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Ella le dijo*: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que viene al mundo.
Cuando María llegó adonde estaba Jesús, al verle, se arrojó entonces a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Jesús le dijo*: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?
Si le dejamos {seguir} así, todos van a creer en El, y los romanos vendrán y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación.
Así que, desde ese día planearon entre sí para matarle.
Y los principales sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes de que si alguien sabía dónde estaba {Jesús,} diera aviso para que le prendieran.
En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto.
Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.
Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.
Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
Pedro le contestó*: ¡Jamás me lavarás los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo.
Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.
Si sabéis esto, seréis felices si lo practicáis.
Si Dios es glorificado en El, Dios también le glorificará en sí mismo, y le glorificará enseguida.
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros.
En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no {fuera así,} os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.
Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, {allí} estéis también vosotros.
Tomás le dijo*: Señor, {si} no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?
Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto.
Creedme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed por las obras mismas.
Si me pedís algo en mi nombre, yo {lo} haré.
Si me amáis, guardaréis mis mandamientos.
{es decir,} el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, {pero} vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros.
Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
Oísteis que yo os dije: ``Me voy, y vendré a vosotros." Si me amarais, os regocijaríais porque voy al Padre, ya que el Padre es mayor que yo.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Si el mundo os odia, sabéis que me ha odiado a mí antes que a vosotros.
Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no sois del mundo, sino que yo os escogí de entre el mundo, por eso el mundo os odia.
Acordaos de la palabra que yo os dije: ``Un siervo no es mayor que su señor." Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros; si guardaron mi palabra, también guardarán la vuestra.
Si yo no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora no tienen excusa por su pecado.
Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a mí y también a mi Padre.
Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.
En aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre, os {lo} dará en mi nombre.
Ya no estoy en el mundo, {pero} ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, el {nombre} que me has dado, para que sean uno, así como nosotros.
Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo para que tengan mi gozo completo en sí mismos.
Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; por tanto, si me buscáis a mí, dejad ir a éstos;
Jesús le respondió: Si he hablado mal, da testimonio de lo que {he hablado} mal; pero si {hablé} bien, ¿por qué me pegas?
Ellos respondieron, y le dijeron: Si este hombre no fuera malhechor, no te lo hubiéramos entregado.
Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí.
Jesús respondió: Ninguna autoridad tendrías sobre mí si no se te hubiera dado de arriba; por eso el que me entregó a ti tiene mayor pecado.
Como resultado de esto, Pilato procuraba soltarle, pero los judíos gritaron, diciendo: Si sueltas a éste, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se opone al César.
Por tanto, se dijeron unos a otros: No la rompamos; sino echemos suertes sobre ella, {para ver} de quién será; para que se cumpliera la Escritura: REPARTIERON ENTRE SI MIS VESTIDOS, Y SOBRE MI ROPA ECHARON SUERTES.
Jesús le dijo*: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo*: Señor, si tú le has llevado, dime dónde le has puesto, y yo me lo llevaré.
Entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.