'Si' en la Biblia
Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se {la} pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.
Porque si alguien es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo;
pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es.
Si alguien se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su {propio} corazón, la religión del tal es vana.
Porque si en su congregación entra un hombre con anillo de oro y vestido de ropa lujosa, y también entra un pobre con ropa sucia (andrajosa),
Si en verdad ustedes cumplen la ley real (del Reino) conforme a la Escritura: ``AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO," bien hacen.
Pero si muestran favoritismo, cometen pecado {y} son hallados culpables por la ley como transgresores.
Pues el que dijo: ``NO COMETAS ADULTERIO," también dijo: ``NO MATES." Ahora bien, si tú no cometes adulterio, pero matas, te has convertido en transgresor de la ley.
¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo?
Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario,
Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta.
Porque todos fallamos (ofendemos) de muchas maneras. Si alguien no falla en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
Ahora bien, si ponemos el freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, dirigimos también todo su cuerpo.
Pero si tienen celos amargos y ambición personal en su corazón, no sean arrogantes y mientan {así} contra la verdad.
Hermanos, no hablen mal los unos de los otros. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley. Pero si tú juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley, sino juez {de ella.}
Más bien, {debieran} decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Y sobre todo, hermanos míos, no juren, ni por el cielo, ni por la tierra, ni con ningún otro juramento. Antes bien, sea el sí de ustedes, sí, y su no, no, para que no caigan bajo juicio.
La oración de fe restaurará (sanará) al enfermo, y el Señor lo levantará. Si ha cometido pecados le serán perdonados.
Hermanos míos, si alguien de entre ustedes se extravía de la verdad y alguien le hace volver,