'Siempre' en la Biblia
como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
donde entró por nosotros Jesús, nuestro precursor, hecho Sumo Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
Porque Él testifica: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero Éste, con juramento por Aquél que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
mas Éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
Porque la ley constituye sumos sacerdotes a hombres débiles; mas la palabra del juramento, posterior a la ley, constituye al Hijo, quien es perfecto para siempre.
Y cuando estas cosas fueron así ordenadas, los sacerdotes siempre entraban en la primera parte del tabernáculo para hacer los oficios del servicio a Dios;
Pero Éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio para siempre, se ha sentado a la diestra de Dios,
Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por siempre.
Así que, por medio de Él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de nuestros labios dando gracias a su nombre.
os haga perfectos para toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es agradable delante de Él por Jesucristo; al cual sea gloria para siempre jamás. Amén.
siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y ésta es la palabra que por el evangelio os ha sido predicada.
sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre preparados para responder con mansedumbre y temor a todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
Si alguno habla, hable conforme a la palabra de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da; para que en todo Dios sea glorificado por Jesucristo, al cual sea gloria e imperio para siempre jamás. Amén.
A Él sea gloria e imperio para siempre. Amén.
Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis afirmados en la verdad presente.
Éstos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tempestad; para los cuales está guardada la oscuridad de las tinieblas para siempre.
Mas creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea gloria ahora y para siempre. Amén.
Y el mundo pasa, y su concupiscencia; pero el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre.
por causa de la verdad que mora en nosotros, y estará para siempre con nosotros.
fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas erráticas, a las cuales está reservada la oscuridad de las tinieblas para siempre.
al único sabio Dios Salvador nuestro, sea gloria y majestad, dominio y potestad, ahora y siempre. Amén.
y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios y su Padre; a Él sea la gloria y el poder por siempre jamás. Amén.
y el que vivo, y estuve muerto; y he aquí que vivo para siempre, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del infierno.
Y cuando aquellos seres vivientes dan gloria y honra y gracias al que está sentado en el trono, al que vive para siempre jamás,
los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive para siempre jamás, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
Y oí a toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está en el mar, y todas las cosas que en ellos hay, diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, y la honra, y la gloria y el poder, por siempre jamás.
Y los cuatro seres vivientes decían: Amén. Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron al que vive por siempre jamás.
diciendo: Amén: La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por siempre jamás. Amén.
y juró por el que vive para siempre jamás, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más.
Y el séptimo ángel tocó la trompeta; y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos de este mundo han venido a ser de nuestro Señor, y de su Cristo; y reinará para siempre jamás.
Y el humo del tormento de ellos sube para siempre jamás; y los que adoran a la bestia y a su imagen no tienen reposo ni de día ni de noche, ni cualquiera que reciba la marca de su nombre.
Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por siempre jamás.
Y otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y su humo subió para siempre jamás.
Y el diablo que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por siempre jamás.
Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lámpara, ni de luz de sol, porque el Señor Dios los alumbrará; y reinarán por siempre jamás.
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