'Sino' en la Biblia
A ellos les fue revelado que no se servían a sí mismos, sino a ustedes, en estas cosas que ahora les han sido anunciadas mediante los que les predicaron el evangelio (les anunciaron las buenas nuevas) por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar.
sino que así como Aquél que los llamó es Santo, así también sean ustedes santos en toda {su} manera de vivir.
sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha: {la sangre} de Cristo.
{Pues} han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino {de una que es} incorruptible, {es decir,} mediante la palabra de Dios que vive y permanece.
{Anden} como libres, pero no usen la libertad como pretexto para la maldad, sino {empléenla} como siervos de Dios.
Siervos, estén sujetos a sus amos con todo respeto, no sólo a los que son buenos y afables, sino también a los que son insoportables.
{y} quien cuando Lo ultrajaban, no respondía ultrajando. Cuando padecía, no amenazaba, sino que {se} encomendaba a Aquél que juzga con justicia.
sino {que sea} lo que procede de lo íntimo del corazón, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.
no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fueron llamados con el propósito de heredar bendición.
sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, {estando} siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero {háganlo} con mansedumbre y reverencia,
Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora los salva a ustedes, no quitando la suciedad de la carne, sino {como} una petición a Dios de una buena conciencia, mediante la resurrección de Jesucristo,
para vivir el tiempo que {le} queda en la carne, ya no para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios.
Pero si {alguien sufre} como Cristiano, que no se avergüence, sino que como tal (en ese nombre) glorifique a Dios.
pastoreen el rebaño de Dios entre ustedes, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como {quiere} Dios; no por la avaricia del dinero (no por ganancias deshonestas), sino con sincero deseo;
tampoco como teniendo señorío sobre los que les han sido confiados, sino demostrando ser (convirtiéndose en) ejemplos del rebaño.