'Su' en la Biblia
¡Oh!, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.
Mientras que el rey estaba en su reclinatorio, mi nardo dio su olor.
Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los hijos; bajo su sombra deseé sentarme , y su fruto fue dulce en mi paladar.
Me llevó a la cámara del vino, y puso su bandera de amor sobre mí.
Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace.
Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra; cada uno su cuchillo sobre su muslo, por los temores de la noche.
Sus columnas hizo de plata, su solado de oro, su cielo de grana, su interior enlosado de amor, por las doncellas de Jerusalén.
Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón con la corona con que le coronó su madre el día de su desposorio, y el día del gozo de su corazón.
Levántate, aquilón, y ven, Austro; sopla mi huerto, despréndanse sus aromas. venga mi amado a su huerto, y coma de su dulce fruta.
Mi amado metió su mano por el agujero, y mis entrañas se conmovieron dentro de mí.
Abrí yo a mi amado; mas mi amado se había ido, había ya pasado; y tras su hablar salió mi alma: lo busqué, y no lo hallé; lo llamé, y no me respondió.
Su cabeza, como , oro finísimo; sus cabellos crespos, negros como el cuervo.
Sus manos, como anillos de oro engastados de jacintos; su vientre, como blanco marfil cubierto de zafiros.
Sus piernas, como columnas de mármol fundadas sobre basas de fino oro; su vista como el Líbano, escogido como los cedros.
Su paladar, dulcísimo: y todo él codiciable. Tal es mi amado, tal es mi compañero, oh doncellas de Jerusalén.
Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias, para apacentar en los huertos, y para coger los lirios.
mas una es la paloma mía, la perfecta mía; única es a su madre, escogida a la que la dio a luz. La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; las reinas y las concubinas, y la alabaron.
Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento.
Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace.
¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté; allí tuvo tu madre dolores, allí tuvo dolores la que te dio a luz.
Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre toda la hacienda de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarán.
Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, la cual entregó a guardas, cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto.
Mi viña, que es mía, está delante de mí; las mil serán tuyas, oh Salomón, y doscientas, de los que guardan su fruto.