'Sus' en la Biblia
Y todos los que estaban en sus alrededores confortaron las manos de ellos con vasos de plata y de oro, con hacienda y bestias, y con cosas preciosas, a más de lo que se ofreció voluntariamente.
Y éstos fueron los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Addán, e Imer, los cuales no pudieron mostrar la casa de sus padres, ni su linaje, si eran de Israel.
sin sus siervos y siervas, los cuales eran siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cantores y cantoras.
Sus caballos eran setecientos treinta y seis; sus mulos, doscientos cuarenta y cinco;
sus camellos, cuatrocientos treinta y cinco; asnos, seis mil setecientos veinte.
Según sus fuerzas dieron al tesorero de la obra sesenta y un mil dracmas de oro, y cinco mil libras de plata, y cien túnicas sacerdotales.
Y habitaron los sacerdotes, y los levitas, y los del pueblo, y los cantores, y los porteros y los netineos, en sus ciudades; y todo Israel en sus ciudades.
Entonces se levantó Jesúa hijo de Josadac, y sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel hijo de Salatiel, y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer sobre él holocaustos como está escrito en la ley de Moisés varón de Dios.
Y asentaron el altar sobre sus basas, porque tenían miedo de los pueblos de las tierras, y ofrecieron sobre él holocaustos al SEÑOR, holocaustos a la mañana y a la tarde.
Y en el año segundo de su venida a la Casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, comenzaron Zorobabel hijo de Salatiel, y Jesúa hijo de Josadac, y los otros sus hermanos, los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén; y pusieron a los levitas de veinte años arriba para que tuvieran cargo de la obra de la Casa del SEÑOR.
Y estuvo Jesúa, sus hijos y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, hijos de Judá, como un varón para dar prisa a los que hacían la obra en la casa de Dios: los hijos de Henadad, sus hijos y sus hermanos, levitas.
Y los albañiles del templo del SEÑOR echaron los cimientos; y pusieron a los sacerdotes vestidos de sus ropas, con trompetas, y a los levitas hijos de Asaf con címbalos, para que alabaran al SEÑOR, según la ordenanza de David rey de Israel.
El rey envió esta respuesta a Rehum canciller, y a Simsai escriba, y a los demás de sus compañeros que habitan en Samaria, y a los demás del otro lado del río y a Cheenet:
Entonces, cuando el traslado de la carta del rey Artajerjes fue leído delante de Rehum, y de Simsai escriba, y sus compañeros, fueron prestamente a Jerusalén a los judíos, y les hicieron cesar con poder y fuerza.
En aquel tiempo vino a ellos Tatnai, capitán de este lado del río, y Setar-boznai y sus compañeros, y les dijeron así: ¿Quién os dio mandamiento para edificar esta Casa, y fundar estos muros?
Traslado de la carta que Tatnai, capitán de este lado del río, y Setar-boznai, y sus compañeros los afarsaqueos, que estaban a este lado del río, enviaron al rey Darío.
Sea notorio al rey, que fuimos a la provincia de Judea, a la Casa del gran Dios, la cual se edifica de piedra de mármol; y los maderos son puestos en las paredes, y la obra se hace aprisa, y prospera en sus manos.
Y también les preguntamos sus nombres para hacértelo saber, para escribirte los nombres de los varones que estaban por cabezas de ellos.
En el año primero del rey Ciro, el mismo rey Ciro dio mandamiento acerca de la Casa de Dios que estaba en Jerusalén; que la Casa fuera edificada para lugar en que sacrifiquen sacrificios, y sus paredes fueran cubiertas; su altura de sesenta codos, y de sesenta codos su anchura;
Ahora pues, Tatnai, capitán del otro lado del río, Setar-boznai, y sus compañeros los afarsaqueos que estáis al otro lado del río, apartaos de ahí.
Dejad la obra de esa Casa de Dios al capitán de los judíos, y a sus ancianos, para que edifiquen esa Casa de Dios en su lugar.
para que ofrezcan olores de holganza al Dios del cielo, y oren por la vida del rey y por sus hijos.
Entonces Tatnai, capitán del otro lado del río, y Setar-boznai, y sus compañeros, hicieron prestamente según el rey Darío había enviado.
Y pusieron a los sacerdotes en sus repartimientos, y a los levitas en sus divisiones, sobre la obra de Dios que está en Jerusalén, conforme a lo escrito en el libro de Moisés.
Porque los sacerdotes y los levitas se habían purificado como un varón; todos fueron limpios; y sacrificaron la pascua por todos los de la transmigración, y por sus hermanos los sacerdotes, y por sí mismos.
E hicieron la fiesta de los panes ázimos siete días con alegría, por cuanto el SEÑOR los había alegrado, y había convertido el corazón del rey de Asiria a ellos, para esforzar sus manos en la obra de la Casa de Dios, del Dios de Israel.
Porque Esdras había preparado su corazón para buscar la ley del SEÑOR, y para hacer y para enseñar a Israel sus estatutos y juicios.
Y éste es el traslado de la carta que dio el rey Artajerjes a Esdras, sacerdote escriba; escriba de las palabras mandadas del SEÑOR, y de sus estatutos sobre Israel:
Por mí es dado mandamiento, que cualquiera en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y levitas que quisiera por su libre albedrío ir contigo a Jerusalén, vaya.
Porque de parte del rey y de sus siete consultores eres enviado a inquirir a Judea y a Jerusalén, conforme a la ley de tu Dios que está en tu mano;
y a llevar la plata y el oro que el rey y sus consultores voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén;
Por tanto con diligencia comprarás con esta plata becerros, carneros, corderos, con sus presentes y sus libaciones, y los ofrecerás sobre el altar de la casa de vuestro Dios que está en Jerusalén.
Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prestamente para la Casa del Dios del cielo; pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos?
Y sobre mí extendió misericordia delante del rey y de sus consultores, y de todos los príncipes poderosos del rey. Y yo, confortado según la mano de mi Dios sobre mí, junté los principales de Israel para que subieren conmigo.
Y éstas son las cabezas de sus padres, y genealogía de aquellos que subieron conmigo de Babilonia, reinando el rey Artajerjes:
y los envié a Iddo, capitán en el lugar de Casifia, y puse en boca de ellos las palabras que habían de hablar a Iddo, y a sus hermanos los netineos en el lugar de Casifia, para que nos trajeran ministros para la Casa de nuestro Dios.
Y nos trajeron (según la buena mano de nuestro Dios sobre nosotros), un varón entendido de los hijos de Mahli, hijo de Leví, hijo de Israel; y a Serebías con sus hijos y sus hermanos, dieciocho;
y a Hasabías, y con él a Isaía (Jesaías) de los hijos de Merari, a sus hermanos y a sus hijos, veinte;
y de los netineos, a quienes David con los príncipes puso para el ministerio de los levitas, doscientos veinte netineos, todos los cuales fueron declarados por sus nombres.
Aparté luego doce de los principales de los sacerdotes, a Serebías y a Hasabías, y con ellos diez de sus hermanos;
y les pesé la plata, el oro, y los vasos; la ofrenda para la Casa de nuestro Dios que habían ofrecido el rey, sus consultores, y sus príncipes, todos los que se hallaron de Israel.
Y dieron los despachos del rey a sus virreyes y capitanes del otro lado del río, los cuales favorecieron al pueblo y a la casa de Dios.
Y acabadas estas cosas, los príncipes se acercaron a mí, diciendo: El pueblo de Israel, y los sacerdotes y levitas, no se han apartado de los pueblos de las tierras, de los cananeos, heteos, ferezeos, jebuseos, amonitas, y moabitas, egipcios, y amorreos, haciendo conforme a sus abominaciones.
Porque han tomado de sus hijas para sí y para sus hijos, y la simiente santa es mezclada con los pueblos de las tierras; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en esta prevaricación.
Porque siervos éramos; mas en nuestra servidumbre no nos desamparó nuestro Dios, antes inclinó sobre nosotros misericordia delante del rey de Persia, para que se nos diera vida para alzar la Casa de nuestro Dios, y para hacer restaurar sus asolamientos, y para darnos vallado en Judá y en Jerusalén.
Por tanto, ahora no daréis vuestras hijas a los hijos de ellos, ni sus hijas tomaréis para vuestros hijos, ni procuraréis su paz ni su prosperidad para siempre; para que seáis corroborados, y comáis el bien de la tierra, y la dejéis por heredad a vuestros hijos para siempre.
E hicieron así los hijos de la transmigración. Y fueron apartados Esdras y los varones cabezas de los padres en la casa de sus padres, y todos ellos por sus nombres; y se sentaron el primer día del mes décimo para inquirir sobre el negocio.
Y de los hijos de los sacerdotes que habían tomado mujeres extranjeras, fueron hallados éstos: De los hijos de Jesúa hijo de Josadac, y de sus hermanos: Maasías, Eliezer, Jarib, y Gedalías;
y dieron su mano en promesa de echar sus mujeres, y ofrecieron como culpados un carnero de los rebaños por su culpa.