'Suya' en la Biblia
Entonces dijo a Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y servirá a los de allí y será afligida por cuatrocientos años.
Y sabiendo Onán que la simiente no había de ser suya, sucedía que cuando entraba a la esposa de su hermano vertía en tierra, por no dar simiente a su hermano.
Y una hermana suya se paró a lo lejos, para ver lo que le acontecería.
Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase.
Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo seré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer.
O si tocare a hombre inmundo en cualquiera inmundicia suya de que es inmundo, y no lo echare de ver; si después llega a saberlo, será culpable.
La traerá, pues, al sacerdote, y el sacerdote tomará de ella su puño lleno, en memoria suya, y la quemará en el altar sobre las ofrendas encendidas a Jehová: es expiación.
Y cualquiera que tomare a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, y viere su desnudez, y ella viere la suya, cosa detestable es; por tanto serán muertos a ojos de los hijos de su pueblo: descubrió la desnudez de su hermana; su pecado llevará.
o el varón que hubiere tocado cualquier animal por el cual será inmundo, u hombre por el cual venga a ser inmundo, conforme a cualquiera inmundicia suya;
Mas si el santificante redimiere su casa, añadirá a tu valuación la quinta parte del dinero de ella, y será suya.
Y toda ofrenda de todas las cosas santas que los hijos de Israel presentaren al sacerdote, suya será.
Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados.
¿Quién contará el polvo de Jacob, o el número de la cuarta parte de Israel? Muera mi persona de la muerte de los rectos, y mi postrimería sea como la suya.
Y heredaréis la tierra por suertes por vuestras familias: a los muchos daréis mucho por su heredad, y a los pocos daréis menos por heredad suya: donde le saliere la suerte, allí la tendrá cada uno: por las tribus de vuestros padres heredaréis.
Y si el hombre no quisiere tomar a su cuñada, irá entonces la cuñada suya a la puerta a los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere suscitar nombre en Israel a su hermano; no quiere emparentar conmigo.
Y como el rey pasaba, él dio voces al rey, y dijo: Tu siervo salió entre la tropa; y he aquí apartándose uno, me trajo a un hombre, diciendo: Guarda a este hombre, y si por alguna razón él llegare a faltar, tu vida será por la suya, o pagarás un talento de plata.
Y él le dijo: Así dice Jehová: Por cuanto soltaste de la mano el hombre de mi anatema, tu vida será por la suya, y tu pueblo por el suyo.
Y degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya; y a Sedequías le sacaron los ojos, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia.
Y cayó la suerte al oriente a Selemías. Y a Zacarías su hijo, consejero entendido, metieron en las suertes; y salió la suerte suya al norte.
Y había criado a Hadasa, que es Esther, hija de su tío, porque no tenía padre ni madre; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer; y como su padre y su madre murieron, Mardoqueo la había tomado por hija suya.
En su tienda morará como si no fuese suya; piedra azufre será esparcida sobre su morada.
cuando puse yo nubes por vestidura suya, y por su faja oscuridad;
Si los hería de muerte, entonces buscaban a Dios; entonces se volvían solícitos en busca suya.
Peso y balanzas justas son de Jehová; obra suya son todas las pesas de la bolsa.
Mi amado es mío, y yo suya; él apacienta entre lirios.
Y los pocos hombres que escaparen de la espada, volverán de tierra de Egipto a tierra de Judá, y todo el remanente de Judá, que ha entrado en Egipto a morar allí sabrá la palabra de quién ha de permanecer, si la mía, o la suya.
Pero confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras.
Y Daniel habló, y dijo: Sea bendito el nombre de Dios desde la eternidad hasta la eternidad; porque suya es la sabiduría y el poder.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.