'También' en la Biblia
Yendo un poco más adelante, Jesús vio a Jacobo (Santiago), el {hijo} de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes.
Jesús les respondió: ``Vamos a otro lugar, a los pueblos vecinos, para que Yo predique también allí, porque para eso he venido."
"Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierden el vino {y también} los odres; sino que {se echa} vino nuevo en odres nuevos."
Jesús les contestó: `` ¿Nunca han leído lo que David hizo cuando tuvo necesidad y sintió hambre, él y también sus compañeros;
cómo entró en la casa de Dios en tiempos de Abiatar, {el} sumo sacerdote, y comió los panes consagrados que no es lícito {a nadie} comer, sino a los sacerdotes, y dio también a los que estaban con él?"
Entonces Jesús se retiró al mar con Sus discípulos, y una gran multitud de Galilea {Lo} siguió. Y {también} de Judea,
y Judas Iscariote, el que también Lo entregó.
También les dijo: `` ¿No entienden esta parábola? ¿Cómo, pues, comprenderán todas las {otras} parábolas?
También Jesús les decía: `` ¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de una vasija o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?
Jesús decía también: ``El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra,
También Jesús decía:`` ¿A qué compararemos el reino de Dios, o con qué parábola lo describiremos?
También echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban.
Entonces El tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, {los} bendijo; partió los panes {y los} iba dando a los discípulos para que se los sirvieran; también repartió los dos peces entre todos.
Recogieron doce cestas llenas de los pedazos, y también de los peces.
También les decía: ``Astutamente ustedes violan el mandamiento de Dios para guardar su tradición.
`` ¿También ustedes son tan faltos de entendimiento?" les dijo. `` ¿No comprenden que todo lo que de afuera entra al hombre no lo puede contaminar,
También decía: ``Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre.
También tenían unos pocos pececillos; y después de bendecirlos, mandó que éstos también los sirvieran.
"Porque cualquiera que se avergüence de Mí y de Mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre también se avergonzará de él, cuando venga en la gloria de Su Padre con los santos ángeles."
``Muchas veces ese espíritu lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si Tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos."
"Y cuando estén orando, perdonen si tienen algo contra alguien, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus transgresiones.
Jesús les respondió: ``Yo {también} les haré una pregunta; respóndan{la,} y {entonces} les diré con qué autoridad hago estas cosas.
{y así} los siete, sin dejar descendencia. Y por último murió también la mujer.
"Así también ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que El está cerca, a las puertas.
"Y en verdad les digo, que dondequiera que el evangelio se predique en el mundo entero, también se hablará de lo que ésta ha hecho, para memoria suya."
Pero {Pedro} con insistencia repetía: ``Aunque tenga que morir junto a Ti, no Te negaré." Y todos decían también lo mismo.
Y algunos comenzaron a escupir a Jesús, Le cubrían el rostro y Le daban puñetazos, y Le decían: `` ¡Profetiza!" También los guardias Lo recibieron a bofetadas.
y al ver a Pedro calentándose, lo miró y dijo: ``Tú también estabas con Jesús el Nazareno."
Pero Pedro lo negó otra vez. Poco después los que estaban allí volvieron a decirle: ``Seguro que tú eres {uno} de ellos, pues también eres Galileo."
De igual manera, también los principales sacerdotes junto con los escribas, burlándose {de El} entre ellos, decían: ``A otros salvó, El mismo no se puede salvar.
"Que este Cristo, el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos." Y los que estaban crucificados con El {también} Lo insultaban.
Había también unas mujeres mirando de lejos, entre las que {estaban} María Magdalena, María, la madre de Jacobo (Santiago) el menor y de José, y Salomé,
vino José de Arimatea, miembro prominente del Concilio (Sanedrín), que también esperaba el reino de Dios; y llenándose de valor, entró adonde estaba Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.