'Tú' en la Biblia
Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de la que no ha obtenido misericordia; y diré al que no era mi pueblo: Tú eres mi pueblo, y él dirá: Tú eres mi Dios.
Y le dije: Tú te quedarás para mí muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo por ti.
Ciertamente hombre no contienda ni reprenda a hombre, porque tu pueblo es como los que resisten al sacerdote.
Caerás por tanto en el día, y caerá también contigo el profeta de noche; y a tu madre talaré.
Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Porque tú desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Si fornicares tú, Israel, a lo menos no peque Judá; y no entréis en Gilgal, ni subáis a Betaven; ni juréis: Vive Jehová.
Pon a tu boca trompeta. Vendrá como águila contra la casa de Jehová, porque traspasaron mi pacto, y se rebelaron contra mi ley.
Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejar; se encendió mi enojo contra ellos, hasta que no pudieron alcanzar inocencia.
No te alegres, oh Israel, hasta saltar de gozo como los otros pueblos, pues te has prostituido apartándote de tu Dios; amaste salario por todas las eras de trigo.
Vinieron los días de la visitación, vinieron los días de la paga; lo conocerá Israel; necio es el profeta, insensato es el varón de espíritu, a causa de la multitud de tu maldad, y el grande odio.
Habéis arado impiedad, segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira; porque confiaste en tu camino, en la multitud de tus valientes.
Tú, pues, vuélvete a tu Dios; guarda misericordia y juicio, y en tu Dios espera siempre.
Pero yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; aún te haré morar en tiendas, como en los días de la fiesta.
Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.
Te destruiste a ti mismo, oh Israel, mas en mí está tu ayuda.
¿Dónde está tu rey, para que te salve con todas tus ciudades; y tus jueces, de los cuales dijiste: Dame rey y príncipes?
De la mano del sepulcro los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh sepulcro; el arrepentimiento será escondido de mis ojos.
Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; pues por tu pecado has caído.
Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como el ciprés verde; de mí será hallado tu fruto.