'Ve' en la Biblia
Y Elí respondió, y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.
Y dijo Elí a Samuel: Ve, y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, SEÑOR, que tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.
Y se habían perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl su hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y ve a buscar las asnas.
Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, que aquí estoy contigo a tu voluntad.
Ve pues, y hiere a Amalec, y destruiréis en él todo lo que tuviere; y no tengas piedad de él; mata hombres y mujeres, niños y mamantes, vacas y ovejas, camellos y asnos.
Y te envió el SEÑOR en jornada, y dijo: Ve, y destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes.
Y el SEÑOR respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a la altura de su estatura, porque yo lo desecho; porque no es lo que el hombre ve. Porque el hombre ve lo que está delante de sus ojos, mas el SEÑOR ve el corazón.
Y añadió David: el SEÑOR que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y el SEÑOR sea contigo.
Y luego enviaré el criado, diciéndole: Ve, busca las saetas. Y si dijere al criado: He allí las saetas más acá de ti, tómalas; tú vendrás, porque paz tienes, y nada hay de mal, vive el SEÑOR.
Y David consultó al SEÑOR, diciendo: ¿Iré a herir a estos filisteos? Y el SEÑOR respondió a David: Ve, hiere a los filisteos, y salva a Keila.
Y mira, padre mío, mira aún la orilla de tu ropa en mi mano; porque yo corté la orilla de tu manto, y no te maté. Conoce, pues, y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti; con todo, tú andas a caza de mi vida para quitármela.
Ruego, pues, que el rey mi señor oiga ahora las palabras de su siervo. Si el SEÑOR te incita contra mí, huela él el olor del sacrificio; mas si fueren hijos de hombres, malditos sean ellos en presencia del SEÑOR, que me han echado hoy para que no me junte en la heredad del SEÑOR, diciendo: Ve y sirve a dioses ajenos.