'Vosotros' en la Biblia
Vuestra tierra está desolada, vuestras ciudades quemadas por el fuego, vuestro suelo lo devoran los extraños delante de vosotros, y es una desolación, como destruida por extraños.
Cuando venís a presentaros delante de mí, ¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis mis atrios?
Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros; sí, aunque multipliquéis las oraciones, no escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre.
El SEÑOR entra en juicio con los ancianos de su pueblo y con sus príncipes: Pues vosotros habéis devorado la viña, el despojo del pobre está en vuestras casas.
¿Ay de los que juntáis casa con casa, {y} añadís campo a campo hasta que no queda sitio alguno, para habitar vosotros solos en medio de la tierra!
Todos vosotros, habitantes del mundo y moradores de la tierra, tan pronto como se alce la bandera sobre los montes, {la} veréis, y tan pronto como la trompeta sea tocada, {la} oiréis.
Y sucederá en aquel día que el SEÑOR trillará desde la corriente del Eufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros seréis recogidos uno a uno, oh hijos de Israel.
Porque el SEÑOR ha derramado sobre vosotros espíritu de sueño profundo, El ha cerrado vuestros ojos: los profetas, y ha cubierto vuestras cabezas: los videntes.
Y toda la visión será para vosotros como las palabras de un libro sellado, que cuando se le da al que sabe leer, diciéndole: Lee esto, por favor; y él dirá: No puedo, porque está sellado.
por eso esta iniquidad será para vosotros como muro agrietado a punto de caer, {como} abultamiento en una pared alta, cuya caída viene de repente, en un instante.
Por tanto, el SEÑOR espera para tener piedad de vosotros, y por eso se levantará para tener compasión de vosotros. Porque el SEÑOR es un Dios de justicia; ¿cuán bienaventurados son todos los que en El esperan!
¿Cuán bienaventurados seréis vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis sueltos al buey y al asno!
Pero el Rabsaces dijo: ¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras {sólo} a tu señor y a ti, {y} no a los hombres que están sentados en la muralla, {condenados} a comer sus propios excrementos y a beber su propia orina con vosotros?
No temas, gusano de Jacob, {vosotros} hombres de Israel; yo te ayudaré --declara el SEÑOR-- y tu Redentor es el Santo de Israel.
Declarad lo que ha de venir después, para que sepamos que vosotros sois dioses. Sí, haced {algo} bueno o malo, para que nos desalentemos y temamos a una.
He aquí, vosotros nada sois, y vuestra obra es vana; abominación es el que os escoge.
Serán vueltos atrás {y} completamente avergonzados, los que confían en ídolos, los que dicen a las imágenes fundidas: Vosotros sois nuestros dioses.
¿Quién de vosotros prestará oído a esto? ¿{Quién} pondrá atención y escuchará en el futuro?
Vosotros sois mis testigos --declara el SEÑOR-- y mi siervo a quien he escogido, para que {me} conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado {otro} dios, ni después de mí {lo} habrá.
Yo soy el que {lo} he anunciado, he salvado y {lo} he proclamado, y no hay entre vosotros {dios} extraño; vosotros, pues, sois mis testigos --declara el SEÑOR-- y yo soy Dios.
``No tembléis ni temáis; ¿no os {lo} he hecho oír y {lo} he anunciado desde hace tiempo? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay {otro} dios fuera de mí, o hay {otra} Roca? No conozco {ninguna.}"
{Lo} has oído; míra{lo} todo. Y vosotros, ¿no lo declararéis? Desde este momento te hago oír cosas nuevas y ocultas que no conocías.
Congregaos, todos vosotros, y escuchad. ¿Quién de entre ellos ha declarado estas cosas? El SEÑOR lo ama; él ejecutará su voluntad en Babilonia, y su brazo {será contra} los caldeos.
¿Quién hay entre vosotros que tema al SEÑOR, que oiga la voz de su siervo, que ande en tinieblas y no tenga luz? Confíe en el nombre del SEÑOR y apóyese en su Dios.
He aquí, todos vosotros que encendéis fuego, que os rodeáis de teas, andad a la lumbre de vuestro fuego y entre las teas que habéis encendido. Esto os vendrá de mi mano: en tormento yaceréis.
Escuchadme, vosotros que seguís la justicia, los que buscáis al SEÑOR. Mirad la roca de donde fuisteis tallados, y la cantera de donde fuisteis excavados.
Escuchadme, vosotros que conocéis la justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis el oprobio del hombre, ni os desalentéis a causa de sus ultrajes.
Apartaos, apartaos, salid de allí, nada inmundo toquéis; salid de en medio de ella, purificaos, vosotros que lleváis las vasijas del SEÑOR.
Pues no saldréis precipitadamente, ni iréis como fugitivos; porque delante de vosotros irá el SEÑOR, y vuestra retaguardia {será} el Dios de Israel.
Inclinad vuestro oído y venid a mí, escuchad y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros un pacto eterno, {conforme a} las fieles misericordias mostradas a David.
Porque con alegría saldréis, y con paz seréis conducidos; los montes y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo delante de vosotros, y todos los árboles del campo batirán palmas.
Mas vosotros venid acá, hijos de hechicera, descendientes de adúltero y ramera.
¿De quién os burláis? ¿Contra quién abrís la boca y sacáis la lengua? ¿No sois vosotros hijos de rebeldía, descendientes de la mentira;
Pero vuestras iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados le han hecho esconder su rostro de vosotros para no escuchar{os}.
Y vosotros seréis llamados sacerdotes del SEÑOR; ministros de nuestro Dios se os llamará. Comeréis las riquezas de las naciones, y en su gloria os jactaréis.
Pero vosotros que abandonáis al SEÑOR, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la Fortuna, y que preparáis vino mezclado para el Destino,
yo os destinaré a la espada, y todos vosotros os encorvaréis para la matanza. Porque llamé, mas no respondisteis, hablé, mas no oísteis; hicisteis lo malo ante mis ojos y escogisteis aquello que no me complacía.
Por tanto, así dice el Señor DIOS: He aquí, mis siervos comerán, mas vosotros tendréis hambre; he aquí, mis siervos beberán, mas vosotros tendréis sed; he aquí, mis siervos se alegrarán, mas vosotros seréis avergonzados;
he aquí, mis siervos darán gritos de júbilo con corazón alegre, mas vosotros clamaréis con corazón triste, y con espíritu quebrantado gemiréis.
Oíd la palabra del SEÑOR, vosotros que tembláis ante su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, que os excluyen por causa de mi nombre, han dicho: ``Sea el SEÑOR glorificado, para que veamos vuestra alegría." Pero ellos serán avergonzados.