Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: Ciertamente {ahora} entiendo que Dios no hace acepción de personas,

{Vosotros sabéis} cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con El.

Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban el mensaje.

{Había} en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte llamada la Italiana,

De éste dan testimonio todos los profetas, de que por su nombre, todo el que cree en El recibe el perdón de los pecados.

había en él toda {clase de} cuadrúpedos y reptiles de la tierra, y aves del cielo.

¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?

Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar como a la hora sexta.

Mas Pedro dijo: De ninguna manera, Señor, porque yo jamás he comido nada impuro o inmundo.

Y nos mandó predicar al pueblo, y testificar con toda solemnidad que este Jesús es el que Dios ha designado como Juez de los vivos y de los muertos.

El mensaje que El envió a los hijos de Israel, predicando paz por medio de Jesucristo, que El es Señor de todos;

Y oyó una voz: Levántate, Pedro, mata y come.

Mientras Pedro estaba perplejo {pensando} en lo que significaría la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, después de haber preguntado por la casa de Simón, aparecieron a la puerta;

Y esto sucedió tres veces, e inmediatamente el lienzo fue recogido al cielo.

y llamando, preguntaron si allí se hospedaba Simón, el que también se llamaba Pedro.

Levántate, pues, desciende y no dudes en acompañarlos, porque yo los he enviado.

Y mientras Pedro meditaba sobre la visión, el Espíritu le dijo: Mira, tres hombres te buscan.

Y ellos dijeron: A Cornelio el centurión, un hombre justo y temeroso de Dios, y que es muy estimado por toda la nación de los judíos, {le} fue ordenado por un santo ángel que te hiciera venir a su casa para oír tus palabras.

Pedro descendió a {donde estaban} los hombres, y {les} dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido?

Tuvo hambre y deseaba comer; pero mientras {le} preparaban {algo de comer,} le sobrevino un éxtasis;

Entonces los invitó a entrar y los hospedó. Al día siguiente se levantó y fue con ellos, y algunos de los hermanos de Jope lo acompañaron.

Y Cornelio dijo: A esta misma hora, hace cuatro días, estaba yo orando en mi casa a la hora novena; y he aquí, un hombre con vestiduras resplandecientes, se puso delante de mí,

y dijo*: ``Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus obras de caridad han sido recordadas delante de Dios.

por eso, cuando fui llamado, vine sin poner ninguna objeción. Pregunto, pues, ¿por qué causa me habéis enviado a llamar?

Mas Pedro lo levantó, diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre.

Como a la hora novena del día, vio claramente en una visión a un ángel de Dios que entraba a {donde} él {estaba} y le decía: Cornelio.

Y conversando con él, entró y halló* mucha gente reunida.

Mirándolo fijamente y atemorizado, {Cornelio} dijo: ¿Qué quieres, Señor? Y él le dijo: Tus oraciones y limosnas han ascendido como memorial delante de Dios.

piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al pueblo {judío} y oraba a Dios continuamente.

Y les dijo: Vosotros sabéis cuán ilícito es para un judío asociarse con un extranjero o visitarlo, pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar impuro o inmundo;

A éste Dios le resucitó al tercer día e hizo que se manifestara,

y vio* el cielo abierto y un objeto semejante a un gran lienzo que descendía, bajado a la tierra por las cuatro puntas;

Este se hospeda con un curtidor {llamado} Simón, cuya casa está junto al mar.

Despacha ahora {algunos} hombres a Jope, y manda traer a un {hombre llamado} Simón, que también se llama Pedro.

De nuevo, por segunda vez, {llegó} a él una voz: Lo que Dios ha limpiado, no {lo} llames tú impuro.

vosotros mismos sabéis lo que ocurrió en toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que Juan predicó.

y después de explicarles todo, los envió a Jope.

Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, {lo} adoró.

sino que en toda nación el que le teme y hace lo justo, le es acepto.

Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara {con ellos} unos días.

no a todo el pueblo, sino a los testigos que fueron escogidos de antemano por Dios, {es decir,} a nosotros que comimos y bebimos con El después que resucitó de los muertos.

Y después que el ángel que le hablaba se había ido, {Cornelio} llamó a dos de los criados y a un soldado piadoso de los que constantemente le servían,

Y todos los creyentes {que eran} de la circuncisión, que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles,

Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. Y también le dieron muerte, colgándole en una cruz.

pues les oían hablar en lenguas y exaltar a Dios. Entonces Pedro dijo:

Al otro día entró en Cesarea. Cornelio los estaba esperando y había reunido a sus parientes y amigos íntimos.

Por tanto, envié por ti al instante, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado.

``Envía, pues, a Jope, y haz llamar a Simón, que también se llama Pedro; él está hospedado en casa de Simón {el} curtidor, junto al mar."