24 Versículo de la Biblia sobre Dios Mata
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Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.
El SEÑOR mata, y él da vida; él hace descender al sepulcro, y hace subir.
Y cuando el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.
Porque el SEÑOR juzgará con fuego y con su espada a toda carne; y los muertos del SEÑOR serán multiplicados.
y mi furor se encenderá, y os mataré a cuchillo, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos.
Los haces pasar como avenida de aguas; son como sueño; a la mañana está fuerte como la yerba,
Una cosa resta es a saber que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume.
Y por cuanto talaré de ti al justo y al impío, por tanto, mi cuchillo saldrá de su vaina contra toda carne, desde el mediodía hasta el aquilón:
Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer derecho?
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar; temed antes a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el quemadero.
Mas os enseñaré a quién temáis: temed a aquel que después de ser matado, tiene potestad de echar en el quemadero; así os digo: a éste temed.
Llegó el estruendo hasta el cabo de la tierra; porque es juicio del SEÑOR con los gentiles: él es el Juez de toda carne; entregará los impíos a cuchillo, dijo el SEÑOR.
Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, la cabelluda mollera del que camina en sus pecados.
Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y degolladlos delante de mí.
De cierto, oh Dios, matarás al impío; apartaos, pues, de mí, los varones sanguinarios,
Sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
El que guarda el mandamiento, guarda su alma; mas el que menospreciare sus caminos, morirá.
Y serán muertos del SEÑOR en aquel día desde un cabo de la tierra hasta el otro cabo; no se endecharán, ni se recogerán, ni serán enterrados; como estiércol serán sobre la faz de la tierra.
Y el rey, oyendo esto , se enojó y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso fuego a su ciudad.
Y cualquiera persona que hiciere obra alguna en este mismo día, yo destruiré la tal persona de entre su pueblo.
¿Por qué moriréis, tú y tu pueblo, a cuchillo, de hambre, y de pestilencia, de la manera que ha dicho el SEÑOR a la gente que no sirviere al rey de Babilonia?
Y dejaréis vuestro nombre por maldición a mis escogidos, y el Señor DIOS te matará, y a sus siervos llamará por otro nombre.
He aquí , aunque me matare, en él esperaré; pero defenderé delante de él mis caminos.