61 Versículo de la Biblia sobre Afligidos Santos
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Dios está en medio de ella; no será conmovida; Dios la ayudará al clarear la mañana.
Cuando pasares por las aguas, yo seré contigo; y en los ríos, no te anegarán. Cuando pasares por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me esconderá en el escondrijo de su tienda; en roca me pondrá alto. Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor mío; y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y salmearé al SEÑOR.
Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, amparo contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra frontispicio.
Oh SEÑOR, fortaleza mía, y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción; a ti vendrán gentiles desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho.
Bueno es el SEÑOR para fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.
Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque el SEÑOR ha consolado su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia.
Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y su lloro tornaré en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor.
el que nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones del Cristo, así abunda también, por Cristo, nuestra consolación.
Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito;
Resh guardando todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.
Dálet Busqué al SEÑOR, y él me oyó; y me libró de todos mis temores.
El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; mas el justo saldrá de la tribulación.
Mas en aquel día yo te libraré, dijo el SEÑOR, y no serás entregado en mano de aquellos de quienes tú temes. Porque ciertamente te libraré, y no caerás a cuchillo, sino que tu vida te será por despojo, porque tuviste confianza en mí, dijo el SEÑOR.
Mas el Señor me ayudó, y me esforzó para que por mí fuese cumplida la predicación, y todos los gentiles oyesen; y fui librado de la boca del león.
porque en cuanto él mismo padeció y fue tentado, es poderoso para socorrer también a los que son tentados.
a publicar el año de la buena voluntad del SEÑOR, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados.
Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis apretura; mas confiad, yo he vencido al mundo.
En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el Angel de su faz los salvó. Con su amor y con su clemencia los redimió, y los trajo a cuestas , y los levantó todos los días del siglo.
Porque has guardado la Palabra de mi paciencia, yo te guardaré de la hora de la tentación, que ha de venir en todo el universo mundo, para probar los que moran en la tierra.
Mas yo en tu misericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salud. Cantaré al SEÑOR, Porque me ha hecho bien.
Mis huidas has contado tú; pon mis lágrimas en tu odre, ciertamente en tu libro. Entonces serán vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare a ti; en esto conozco que Dios es por mí. En Dios alabaré su palabra; en el SEÑOR alabaré su palabra.
Red han armado a mis pasos; mi alma se ha abatido; hoyo han cavado delante de mí; cayeron en medio de él. (Selah.) Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; cantaré, y diré salmos.
Tú , que me has hecho ver muchas angustias y males; volverás y me darás vida, y de los abismos de la tierra volverás a levantarme. Aumentarás mi grandeza, y volverás a consolarme. Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, oh Dios mío; tu verdad cantaré yo a ti en el arpa, oh Santo de Israel.Leer más.
Mis labios se alegrarán cuando cantare alabanzas a ti; y mi alma, a la cual redimiste.
Por tanto nosotros también, teniendo puesta sobre nosotros una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos por paciencia la carrera que nos es propuesta, puestos los ojos en el Autor y Consumador de la fe, Jesús, el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió el madero, menospreciando la vergüenza, y fue sentado a la diestra de Dios. Traed pues muchas veces a vuestro pensamiento a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que no os fatiguéis en vuestros ánimos desmayando.
Porque para esto sois llamados; pues que también el Cristo fue afligido por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado; ni fue hallado engaño en su boca; quien cuando le maldecían no retornaba maldición, y cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga justamente;
Hermanos míos, tomad por ejemplo de aflicción, y de paciencia, a los profetas que hablaron en nombre del Señor.
gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las Iglesias de Dios, de vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que sufrís;
Y la paciencia consuma la obra, para que seáis perfectos y enteros, sin faltar en alguna cosa.
Porque ¿qué gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufrís? Mas si haciendo bien sois afligidos, y lo sufrís, esto ciertamente es debido a la gracia de Dios.
Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él dijo: El SEÑOR es; haga lo que bien le pareciere.
Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra del SEÑOR que has hablado, es buena. Y dijo: ¿Mas no habrá paz y verdad en mis días?
y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo tornaré allá. El SEÑOR dio, y el SEÑOR quitó; sea el nombre del SEÑOR bendito.
He aquí, que bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto no menosprecies la corrección del Todopoderoso.
No deseches, hijo mío, el castigo del SEÑOR; ni te fatigues de su corrección;
y estáis ya olvidados de la consolación que como con hijos habla con vosotros, (diciendo): Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, ni desmayes cuando eres de él redargüido;
Pero tú eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros hemos hecho lo malo;
Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las locas, has hablado. Está bien: recibimos el bien de Dios, ¿y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Saliste al encuentro al que con alegría obró justicia. En tus caminos se acordaban de ti. He aquí, tú te enojaste porque pecamos; tus caminos son eternos y nosotros seremos salvos. Que todos nosotros eramos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja del árbol ; y nuestras maldades nos llevaron como viento. Y nadie hay que invoque tu nombre, ni que se despierte para tenerte, por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.
Mem : ¿Por qué tiene dolor el hombre viviente, el hombre en su pecado?
La ira del SEÑOR soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y haga mi juicio; él me sacará a luz; veré su justicia.
Porque de Dios es decir: Yo perdoné, no destruiré. Enséñame tú lo que yo no veo; que si hice mal, no lo haré más.
Después le halló Jesús en el Templo, y le dijo: He aquí, eres ya sano; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.
He aquí , aunque me matare, en él esperaré; pero defenderé delante de él mis caminos.
Tú , que me has hecho ver muchas angustias y males; volverás y me darás vida, y de los abismos de la tierra volverás a levantarme.
Mas nosotros tuvimos en nosotros mismos respuesta de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios, que levanta a los muertos;
Vuelve, oh alma mía, a tu reposo; porque el SEÑOR te ha hecho bien. Porque has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar. Andaré delante del SEÑOR en la tierra de los vivientes.
Porque subió contra ella gente del aquilón, la cual pondrá su tierra en asolamiento, y no habrá quien en ella more, ni hombre ni animal: se movieron, se fueron. En aquellos días y en aquel tiempo, dice el SEÑOR, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán al SEÑOR su Dios.
Venid y volvámonos al SEÑOR; que él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.
Entraré en tu Casa con holocaustos; te pagaré mis votos, que pronunciaron mis labios, y habló mi boca, cuando estaba angustiado. Holocaustos de cebados te ofreceré, con perfume de carneros; sacrificaré bueyes y machos cabríos. (Selah.)
Y llámame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás.
Yo a Dios clamaré; y el SEÑOR me salvará. Tarde y mañana y a mediodía hablo y bramo; y él oirá mi voz.
No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido; no me dejes y no me desampares, Dios de mi salud.
el cual nos libró, y libra de tanta muerte; en el cual esperamos que aun nos librará;
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