55 Versículo de la Biblia sobre Discurso, poder y significado de
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Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto.
Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos {de vosotros}, sabiendo que recibiremos un juicio más severo. Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. Ahora bien, si ponemos el freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, dirigimos también todo su cuerpo.Leer más.
Mirad también las naves; aunque son tan grandes e impulsadas por fuertes vientos, son, sin embargo, dirigidas mediante un timón muy pequeño por donde la voluntad del piloto quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, y {sin embargo,} se jacta de grandes cosas. Mirad, ¡qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de {nuestra} vida. Porque todo género de fieras y de aves, de reptiles y de {animales} marinos, se puede domar y ha sido domado por el género humano, pero ningún hombre puede domar la lengua; {es} un mal turbulento {y} lleno de veneno mortal. Con ella bendecimos a {nuestro} Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios; de la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso una fuente por la misma abertura echa {agua} dulce y amarga? ¿Acaso, hermanos míos, puede una higuera producir aceitunas, o una vid higos? Tampoco {la fuente de agua} salada {puede} producir agua dulce.
La lengua del sabio hace grato el conocimiento, pero la boca de los necios habla necedades.
En la transgresión de sus labios se enreda el malvado, pero el justo escapará del apuro. Por el fruto de su boca cada cual se saciará de bien, y las obras de las manos del hombre volverán a él.
En cuanto a los que me rodean, que la malicia de sus labios los cubra.
Los sabios atesoran conocimiento, pero la boca del necio es ruina cercana.
El que guarda su boca, preserva su vida; el que mucho abre sus labios, termina en ruina.
En la boca del necio hay una vara para su espalda, pero los labios de los sabios los protegerán.
Los labios del necio provocan contienda, y su boca llama a los golpes. La boca del necio es su ruina, y sus labios una trampa para su alma.
El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias.
Con la boca el impío destruye a su prójimo, mas por el conocimiento los justos serán librados.
Aquel ha extendido sus manos contra los que estaban en paz con él, ha violado su pacto. Las palabras de su boca eran más blandas que la mantequilla, pero en su corazón {había} guerra; más suaves que el aceite eran sus palabras, sin embargo, eran espadas desnudas.
Mi alma está entre leones; tengo que acostarme entre los que vomitan fuego; {entre} los hijos de los hombres, cuyos dientes son lanzas y saetas, y cuya lengua es espada afilada.
que afilan su lengua como espada, {y} lanzan palabras amargas {como} saeta, para herir en oculto al íntegro; lo hieren repentinamente, y no temen.
Aguzan su lengua como serpiente; veneno de víbora hay bajo sus labios. (Selah)
Por la bendición de los rectos, se enaltece la ciudad, pero por la boca de los impíos, es derribada.
Las palabras de los impíos son asechanzas sangrientas, pero a los rectos su boca los librará.
El hombre indigno urde el mal, y sus palabras son como fuego abrasador.
Fuente de vida es la boca del justo, pero la boca de los impíos encubre violencia.
La lengua del justo es plata escogida, pero el corazón de los impíos es poca cosa. Los labios del justo apacientan a muchos, pero los necios mueren por falta de entendimiento.
El sabio de corazón será llamado prudente, y la dulzura de palabras aumenta la persuasión.
{Como} pendiente de oro y adorno de oro fino es el sabio que reprende al oído atento.
El Señor DIOS me ha dado lengua de discípulo, para que yo sepa sostener con una palabra al fatigado. Mañana tras mañana {me} despierta, despierta mi oído para escuchar como los discípulos.
No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad {del momento,} para que imparta gracia a los que escuchan.
El hombre se alegra con la respuesta adecuada, y una palabra a tiempo, ¡cuán agradable es!
{Como} manzanas de oro en engastes de plata es la palabra dicha a su tiempo. {Como} pendiente de oro y adorno de oro fino es el sabio que reprende al oído atento.
El que menosprecia a su prójimo carece de entendimiento, pero el hombre prudente guarda silencio. El que anda en chismes revela secretos, pero el de espíritu leal oculta las cosas.
Pero {ciertos} hombres indignos dijeron: ¿Cómo puede éste salvarnos? Y lo menospreciaron y no le trajeron presente alguno. Mas él guardó silencio.
En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, mas el que refrena sus labios es prudente.
El que retiene sus palabras tiene conocimiento, y el de espíritu sereno es hombre entendido. Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio, cuando cierra los labios, {por} prudente.
No respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que no seas tú también como él.
Por tanto, el prudente se calla en ese tiempo, pues es tiempo malo.
Pero el SEÑOR está en su santo templo: calle delante de El toda la tierra.
¿Calla delante del Señor DIOS!, porque el día del SEÑOR está cerca, porque el SEÑOR ha preparado un sacrificio, ha consagrado a sus invitados.
{Esto} sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira;
Así que la fe {viene} del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.
Y con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas.
Y habiéndole fijado un día, vinieron en gran número adonde él posaba, y desde la mañana hasta la tarde les explicaba testificando fielmente sobre el reino de Dios, y procurando persuadirlos acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. Algunos eran persuadidos con lo que se decía, pero otros no creían.
sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, {estando} siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero {hacedlo} con mansedumbre y reverencia;
EL CUAL NO COMETIO PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLO EN SU BOCA; {y} quien cuando le ultrajaban, no respondía ultrajando; cuando padecía, no amenazaba, sino que {se} encomendaba a aquel que juzga con justicia;
Mas Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.
Mas El callaba y nada respondía. Le volvió a preguntar el sumo sacerdote, diciéndole: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?
Y {Jesús} no le respondió ni a una sola pregunta, por lo que el gobernador estaba muy asombrado.
Pero Jesús no respondió nada más; de modo que Pilato estaba asombrado.
Entonces Pilato, cuando oyó estas palabras, se atemorizó aún más. Entró de nuevo al Pretorio y dijo* a Jesús: ¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le dio respuesta.
¿Camada de víboras! ¿Cómo podéis hablar cosas buenas siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno de {su} buen tesoro saca cosas buenas; y el hombre malo de {su} mal tesoro saca cosas malas. Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio.Leer más.
Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Porque no hay sinceridad en lo que dicen; destrucción son sus entrañas, sepulcro abierto es su garganta; con su lengua hablan lisonjas.
Salmo de David.SEÑOR, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu santo monte? El que anda en integridad y obra justicia, que habla verdad en su corazón. {El que} no calumnia con su lengua, no hace mal a su prójimo, ni toma reproche contra su amigo;Leer más.
en cuyos ojos el perverso es menospreciado, pero honra a los que temen al SEÑOR; {el que aun} jurando en perjuicio propio, no cambia; {el que} su dinero no da a interés, ni acepta soborno contra el inocente. El que hace estas cosas permanecerá firme.
Y llamando junto a sí a la multitud, les dijo: Oíd y entended: no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre. Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron*: ¿Sabes que los fariseos se escandalizaron cuando oyeron tus palabras?Leer más.
Pero El contestó y dijo: Toda planta que mi Padre celestial no haya plantado, será desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo. Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos la parábola. Y El dijo: ¿También vosotros estáis aún faltos de entendimiento? ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al estómago y luego se elimina? Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre. Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios {y} calumnias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.
Y llamando de nuevo a la multitud, les decía: Escuchadme todos y entended: no hay nada fuera del hombre que al entrar en él pueda contaminarlo; sino que lo que sale de adentro del hombre es lo que contamina al hombre. Si alguno tiene oídos para oír, que oiga.Leer más.
Y cuando dejó a la multitud y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron acerca de la parábola. Y El les dijo*: ¿También vosotros sois tan faltos de entendimiento? ¿No comprendéis que todo lo que de afuera entra al hombre no le puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el estómago, y se elimina? (Declarando {así} limpios todos los alimentos.) Y decía: Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez. Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre.
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el {hombre} malo, del mal {tesoro} saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su {propio} corazón, la religión del tal es vana.