32 Versículo de la Biblia sobre el coraje y la fortaleza
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Esforzaos, y aliéntese vuestro corazón, todos vosotros que esperáis en el SEÑOR.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Espera al SEÑOR; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR.
¿No te {lo} he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el SEÑOR tu Dios {estará} contigo dondequiera que vayas.
En el día que invoqué, me respondiste; me hiciste valiente con fortaleza en mi alma.
y me dijo: No temas, hombre muy estimado. La paz sea contigo; sé fuerte y esfuérzate. Cuando habló conmigo, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.
Solamente sé fuerte y muy valiente; cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó; no te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas.
de manera que decimos confiadamente: EL SEÑOR ES EL QUE ME AYUDA; NO TEMERE. ¿QUE PODRA HACERME EL HOMBRE?
Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría.
` ¿Aguantará tu corazón o serán fuertes tus manos en los días que yo actúe contra ti? Yo, el SEÑOR, he hablado y {lo} haré.
Cada uno ayuda a su prójimo, y dice a su hermano: Sé fuerte.
Estad alerta, permaneced firmes en la fe, portaos varonilmente, sed fuertes.
Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.
Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.
Yo, en cambio, estoy lleno de poder, del Espíritu del SEÑOR, y de juicio y de valor, para dar a conocer a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.
Entonces David dijo a su hijo Salomón: Esfuérzate, sé valiente y haz {la obra;} no temas ni te acobardes, porque el SEÑOR Dios, mi Dios, está contigo. El no te fallará ni te abandonará, hasta que toda la obra del servicio de la casa del SEÑOR sea acabada.
Mas vosotros, esforzaos y no desmayéis, porque hay recompensa por vuestra obra.
Decid a los de corazón tímido: Esforzaos, no temáis. He aquí, vuestro Dios viene con venganza; la retribución vendrá de Dios mismo, mas El os salvará.
No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.
Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que {hay} en Cristo Jesús.
Si eres débil en día de angustia, tu fuerza es limitada.
Y cuando {lo} oímos, se acobardó nuestro corazón, no quedando ya valor en hombre alguno por causa de vosotros; porque el SEÑOR vuestro Dios, El es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.
El hombre sabio es fuerte, y el hombre de conocimiento aumenta {su} poder.
Levántate, porque {este} asunto es tu responsabilidad, pero estaremos contigo; anímate y haz{lo}.
He aquí, Dios es mi salvador, confiaré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi salvación.
Entonces llamó Moisés a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: Sé firme y valiente, porque tú entrarás con este pueblo en la tierra que el SEÑOR ha jurado a sus padres que les daría, y se la darás en heredad.
Esfuérzate, y mostrémonos valientes por amor a nuestro pueblo y por amor a las ciudades de nuestro Dios; y que el SEÑOR haga lo que le parezca bien.
espíritu de justicia para el que se sienta en juicio, y fuerza para aquellos que rechazan el asalto en la puerta.
Y David estaba muy angustiado porque la gente hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba amargado, cada uno a causa de sus hijos y de sus hijas. Mas David se fortaleció en el SEÑOR su Dios.
conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino {que} con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte.
Y el SEÑOR lo miró, y dijo: Ve con esta tu fuerza, y libra a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te he enviado yo?
Esfuérzate, y mostrémonos valientes por amor a nuestro pueblo y por amor a las ciudades de nuestro Dios; y que el SEÑOR haga lo que le parezca bien.
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