34 Versículo de la Biblia sobre la carne de cerdo
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Y el cerdo, aunque tiene la pezuña dividida, no rumia; será inmundo para vosotros. No comeréis de su carne ni tocaréis sus cadáveres.
y el cerdo, porque aunque tiene pezuña dividida, formando así un casco hendido, no rumia; {será} inmundo para vosotros.
Los que se santifican y se purifican {para ir} a los huertos, tras uno {que está} en el centro, que comen carne de cerdo, cosas detestables y ratones, a una perecerán --declara el SEÑOR.
que se sientan entre sepulcros y pasan la noche en lugares secretos; que comen carne de cerdo, y {en} sus ollas hay caldo de {carnes} inmundas;
``Todo lo que en las aguas no tenga aletas ni escamas, os {será} abominación.
``Todo aquello sobre lo cual caiga parte de sus cadáveres quedará inmundo; el horno o fogón será derribado; son inmundos y seguirán siendo inmundos para vosotros.
``No comeréis de su carne ni tocaréis sus cadáveres; {serán} inmundos para vosotros.
Si algún incrédulo os invita y queréis ir, comed de todo lo que se os ponga delante sin preguntar nada por motivos de conciencia.
``De entre los animales, todo el que tiene pezuña dividida, formando así cascos hendidos, {y} rumia, éste comeréis.
Entonces El les dijo: ¿Id! Y ellos salieron y entraron en los cerdos; y he aquí que la piara entera se precipitó por un despeñadero al mar, y perecieron en las aguas.
No comeréis ningún animal que se muera. Lo podrás dar al forastero que está en tus ciudades, para que lo coma, o lo podrás vender a un extranjero, porque tú eres un pueblo santo al SEÑOR tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
Mas Pedro dijo: De ninguna manera, Señor, porque yo jamás he comido nada impuro o inmundo.
No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen.
``De todos los animales que hay en las aguas, podréis comer éstos: todos los que tienen aletas y escamas en las aguas, en los mares o en los ríos, podréis comer.
Como anillo de oro en el hocico de un cerdo {es} la mujer hermosa que carece de discreción.
Les ha sucedido a ellos según el proverbio verdadero: EL PERRO VUELVE A SU PROPIO VOMITO, y: La puerca lavada, {vuelve} a revolcarse en el cieno.
Es mejor no comer carne, ni beber vino, ni {hacer nada} en que tu hermano tropiece.
No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. En realidad, todas las cosas son limpias, pero son malas para el hombre que escandaliza {a otro} al comer.
y los demonios le rogaban, diciendo: Si vas a echarnos fuera, mándanos a la piara de cerdos.
El que come no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come, porque Dios lo ha aceptado.
Los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos; y la piara se precipitó por el despeñadero al lago, y se ahogaron.
``O si alguien toca cualquier cosa inmunda, ya sea el cadáver de una fiera inmunda, o el cadáver de ganado inmundo, o el cadáver de un reptil inmundo, aunque no se dé cuenta de ello y se contamina, será culpable.
Uno tiene fe en que puede comer de todo, pero el que es débil {sólo} come legumbres.
``No comeréis nada de él crudo ni hervido en agua, sino asado al fuego, {tanto} su cabeza {como} sus patas y sus entrañas.
Porque todo lo creado por Dios es bueno y nada se debe rechazar si se recibe con acción de gracias;
Porque el SEÑOR juzgará con fuego y con su espada a toda carne, y serán muchos los muertos del SEÑOR.
Por consiguiente, si la comida hace que mi hermano tropiece, no comeré carne jamás, para no hacer tropezar a mi hermano.
Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de los oficiales que {le permitiera} no contaminarse.
A cierta distancia de ellos había una piara de muchos cerdos paciendo;
El que mata un buey {es como} el que mata a un hombre, el que sacrifica un cordero {como} el que desnuca un perro, el que presenta ofrenda de cereal {como el que ofrece} sangre de cerdo, el que quema incienso {como} el que bendice a un ídolo. Como ellos han escogido sus {propios} caminos, y su alma se deleita en sus abominaciones,
Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él le dijo*: Me llamo Legión, porque somos muchos.
De nuevo, por segunda vez, {llegó} a él una voz: Lo que Dios ha limpiado, no {lo} llames tú impuro.
y vio* el cielo abierto y un objeto semejante a un gran lienzo que descendía, bajado a la tierra por las cuatro puntas;