75 Versículo de la Biblia sobre La ética, personal
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Así que, todas las cosas que quisiereis que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esta es la ley y los profetas.
Y el Segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás.Leer más.
No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
No matarás. No adulterarás. No hurtarás.Leer más.
No dirás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni codiciarás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni ninguna cosa que sea de tu prójimo.
No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo; mas amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el SEÑOR.
Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros.
El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo, llegándoos a lo bueno; amando la caridad de la hermandad los unos con los otros; previniéndoos con honra los unos a los otros;
Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
Que tenga testimonio en buenas obras; si crió bien sus hijos ; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha seguido toda buena obra.
Y finalmente, sed todos de un consentimiento, de una afección, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
Mirad que no hagáis vuestra limosna delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis salario acerca de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para tener gloria de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha;Leer más.
para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en secreto, él te pagará en público.
Mas el que no armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te pondré lugar al cual ha de huir. Además, si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo, y lo matare con engaño, de mi altar lo quitarás para que muera.
Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare descontroladamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere: Fatuo, será culpado del quemadero del fuego.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto ejercitaos.
Y la concupiscencia después que ha concebido, da a luz al pecado; y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, o abajo en la tierra, o en las aguas debajo de la tierra.
No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis título, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Ahora pues, temed al SEÑOR, y servidle con perfección y con verdad; y quitad de en medio los dioses a los cuales honraron vuestros padres del otro lado del río, y en Egipto; y servid al SEÑOR.
y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y el mar, y todo lo que está en ellos;
Y él me dijo: Mira que no lo hagas, porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de la profecía de este libro. Adora a Dios.
No tomarás el Nombre del SEÑOR tu Dios en vano; porque no dará por inocente el SEÑOR al que tomare su Nombre en vano.
No tomarás en vano el nombre del SEÑOR tu Dios; porque el SEÑOR no dará por inocente al que tomare en vano su nombre.
Y no juraréis en mi nombre con mentira, ni ensuciarás el nombre de tu Dios. Yo soy el SEÑOR.
si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este Nombre glorioso y terrible, El SEÑOR tu Dios.
Mas yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre.
Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos; sea tu Nombre santificado. Venga tu Reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
También hermanos míos, ante todas las cosas no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por otro cualquier juramento; mas vuestro sí sea sí; y vuestro no, no; para que no caigáis en condenación.
Guardarás el día del sábado para santificarlo, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado.
Seis días se hará obra, y el séptimo día, sábado de reposo, será santo al SEÑOR; cualquiera que hiciere obra el día del sábado, morirá ciertamente.
Seis días obrarás, mas en el séptimo día cesarás; cesarás aun en la arada y en la siega.
Guardad mis sábados, y tened en reverencia mi santuario: Yo soy el SEÑOR.
Asimismo, que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en día de sábado, nada tomaríamos de ellos en sábado, ni en día santo; y que dejaríamos el año séptimo, y remitiríamos toda deuda.
Bienaventurado el hombre, que esto hiciere; y el hijo del hombre, que esto abrazare; que guarda el sábado de contaminarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.
Y respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
El SEÑOR tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y derechos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón, y con toda tu alma.
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.
Por tanto, el varón dejará a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán por una carne.
Cuando tomare alguno mujer nueva, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a su mujer que tomó.
Así que, no son ya más dos, sino una carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre.
Mas a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor; Que la mujer no se aparte del marido; y si se apartare, que se quede sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no despida a su mujer.
Casadas, estad sujetas a vuestros propios maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis desapacibles con ellas.
Asimismo vosotras, mujeres, sed sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la Palabra, sean ganados sin palabra por la conversación de sus mujeres,
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, (que es el primer mandamiento con promesa), para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.Leer más.
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean alargados sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
Porque varón que maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá; a su padre o a su madre maldijo; su sangre será sobre él.
y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y acostado en la cama, y levantándote;
Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; mas no se excite tu alma para destruirlo.
Instruye al niño en su carrera; aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.
Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor. Padres, no irritéis a vuestros hijos, para que no se vuelvan de poco ánimo.
que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda integridad
Y si alguna viuda tuviere hijos, o nietos, aprendan primero a gobernar su casa piadosamente, y a recompensar a sus padres, porque esto es lo honesto y agradable delante de Dios.
Pero si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que el que no creyó.
Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; éste os será jubileo; y volveréis cada uno a su posesión, y cada cual volverá a su familia.
Y cualquiera hija que poseyere heredad de las tribus de los hijos de Israel, con alguno de la familia de la tribu de su padre se casará, para que los hijos de Israel posean cada uno la heredad de sus padres.
Cuando hermanos estuvieren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado entrará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco.
Y dijo: Te ruego que me dejes ir, porque tenemos sacrificio los de nuestro linaje en la ciudad, y mi hermano mismo me lo ha mandado; por tanto, si he hallado gracia en tus ojos, haré una escapada ahora, y visitaré a mis hermanos. Por esto, pues , no ha venido a la mesa del rey.
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos carnales, no sirviendo al ojo, como los que agradan solamente a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios;
Amos, haced lo que es justo y derecho con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis amo en los cielos.
Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá libre de balde.
Siervos, obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como al Cristo;
Todos los que están debajo del yugo de servidumbre, tengan a sus señores por dignos de toda honra, para que no sea blasfemado el Nombre del Señor y su doctrina.
Exhorta a los siervos a que sean sujetos a sus señores, que agraden en todo, no respondones;
Vosotros siervos, sed sujetos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y humanos, sino también a los injustos.
No harás calumnia a tu prójimo, ni le robarás. No se detendrá el trabajo del jornalero en tu casa hasta la mañana.
No hagas violencia al jornalero pobre y menesteroso, así de tus hermanos como de tus extranjeros que están en tu tierra en tus ciudades. En su día le darás su jornal, y el sol no se pondrá sobre él; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti al SEÑOR, y sea en ti pecado.
Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, cuando ellos pleitearan conmigo, ¿qué haría yo cuando Dios se levantase? Y cuando él visitara, ¿qué le respondería yo?
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