57 Versículos de la Biblia sobre Amor, en relaciones
Versículos Más Relevantes
Casadas, estad sujetas a vuestros propios maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis desapacibles con ellas.
Por tanto, el varón dejará a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán por una carne.
Cuando tomare alguno mujer nueva, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a su mujer que tomó.
Será bendito tu manantial; y alégrate de la mujer de tu juventud. Como cierva de amores y graciosa gacela, sus pechos te satisfagan en todo tiempo; y en su amor andarás ciego de continuo, sin fijar tus ojos en nadie más . ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la ajena, y abrazarás el seno de la extraña?
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.
Vosotros maridos, igualmente, habitad con ellas sabiamente, dando honor a la mujer, como a vaso más frágil, y como a herederas juntamente de la gracia de la vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas.
Porque tu marido será tu Hacedor; el SEÑOR de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel, Dios de toda la tierra será llamado.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como el Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla limpiándola en el lavamiento del agua por la palabra, para presentársela gloriosa para sí mismo , una Iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha.
Pues como el joven se casa con la virgen, se casarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo.
Convertíos, oh hijos rebeldes, dijo el SEÑOR, porque yo soy vuestro Señor, y yo os tomaré uno de una ciudad, y dos de una familia, y os introduciré en Sion;
Y pasé yo junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tus vergüenzas; y te di juramento, y entré en pacto contigo, dijo el Señor DIOS, y fuiste mía;
Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, misericordia, y miseraciones.
Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado a un marido, para presentaros como una virgen limpia al Cristo.
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su mujer se ha aparejado.
Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba.
Porque el celo sañudo del varón no perdonará en el día de la venganza; no tendrá respeto a ninguna redención; ni querrá perdonar, aunque multipliques el cohecho.
Y la introdujo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer; y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre.
Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel, tu hija menor.
Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.
Mas a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana, aunque el SEÑOR había cerrado su matriz.
Y me dijo otra vez el SEÑOR: Ve, ama una mujer amada de su compañero, y adúltera, como el amor del SEÑOR para con los hijos de Israel; los cuales miran a dioses ajenos, y aman frascos de vino.
Mas por evitar las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido.
No te echarás con macho como con mujer; es abominación.
No contaminarás tu hija haciéndola fornicar; para que no se prostituya la tierra, y se llene de maldad.
No habrá ramera de las hijas de Israel, ni habrá sodomita de los hijos de Israel. No traerás precio de ramera, ni precio de perro (sodomita ) a la casa del SEÑOR tu Dios por ningún voto; porque abominación es al SEÑOR tu Dios así lo uno como lo otro.
Mas yo os digo, que el que repudiare a su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.
Que os abstengáis de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de lo ahogado, y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.
Por lo cual Dios los entregó a afectos vergonzosos; pues aun sus mujeres mudaron el natural uso en el uso que es contra naturaleza; y del mismo modo también los machos, dejando el uso natural de las hembras, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas machos con machos, y recibiendo en sí mismos la recompensa que provino de su error.
De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun (se nombra) entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.
Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron muertos en un día veintitrés mil.
Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a los santos;
Mortificad, pues, vuestros miembros que están sobre la tierra: fornicación, inmundicia, deleite carnal , mala concupiscencia, y avaricia, la cual es servicio de ídolos;
Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
Y el varón que adulterare con la mujer de otro, el que cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, indefectiblemente morirá el adúltero y la adúltera.
para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la extraña.
¿O no sabéis que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,
Sea venerable en todos el matrimonio, y la cama sin mancha; mas a los fornicarios y adúlteros juzgará Dios.
Y yo os digo que cualquiera que repudiare a su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera; y el que se casare con la repudiada, adultera.
El que la aborrece enviándola, dijo el SEÑOR Dios de Israel, cubre la iniquidad con su vestido, dijo el SEÑOR de los ejércitos. Guardaos pues en vuestro espíritu, y no seáis desleales.
Y les dice: Cualquiera que repudiare a su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella; y si la mujer repudiare a su marido y se casare con otro, comete adulterio.
Cualquiera que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.
Mas a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor; Que la mujer no se aparte del marido; y si se apartare, que se quede sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no despida a su mujer.
Mas yo os digo, que cualquiera que mira a la mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Y si no tienen don de continencia, cásense; que mejor es casarse que quemarse.
los cuales después que perdieron el sentido de la conciencia , se entregaron a la desvergüenza para cometer con avidez toda suerte de impureza.
Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, vigilante, templado, de afectos mundanos mortificados, hospedador, apto para enseñar;
Ni aumentará para sí mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro se multiplicará mucho.
¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de Espíritu? ¿Y por qué uno? Procurando simiente de Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y contra la mujer de vuestra mocedad no seáis desleales.
Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
el que fuere irreprensible, marido de una mujer, que tenga hijos fieles que no pueden ser acusados de disolución, ni contumaces.
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