51 Versículo de la Biblia sobre la jactancia
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para que, como está escrito: El que se gloríe, gloríese en el Señor.
¿Dónde pues está la jactancia? Es echada fuera. ¿Por cuál ley? ¿De las obras? No; sino por la ley de la fe.
Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy el SEÑOR, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra, porque estas cosas quiero, dijo el SEÑOR.
Si es necesario gloriarse, me gloriaré yo de lo que es de mi flaqueza.
Mas ahora os gloriáis en vuestras soberbias. Toda gloria semejante es mala.
Pues bien que anuncio el Evangelio, no tengo por qué gloriarme porque me es impuesta obligación; porque ¡ay de mí si no anunciare el Evangelio!
Mas lejos esté de mí gloriarme, sino en el madero del Señor nuestro, Jesús el Cristo, por quien el mundo me es muerto a mí, y yo al mundo.
Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro,
no gloriándonos más allá de nuestra medida en trabajos ajenos; sino teniendo esperanza del crecimiento de vuestra fe, que seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla.
Puesto que muchos se glorían según la carne, también yo me gloriaré.
Cierto no me es conveniente gloriarme; mas vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.
Bet En el SEÑOR se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán.
Pero nosotros no nos gloriaremos más allá de nuestra medida, sino conforme a la medida de la regla, de la medida que Dios nos repartió, para llegar aun hasta vosotros.
Porque ¿quién te hace juzgar? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué te glorías como si no lo hubieras recibido?
¿Tú, que te jactas de la ley, con rebelión a la ley deshonras a Dios?
Así dijo el SEÑOR: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni se alabe el valiente en su valentía, ni el rico se alabe en sus riquezas.
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque (mi) potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré de mis flaquezas, para que habite en mí la potencia de Cristo.
Así que tengo de qué gloriarme en Cristo, Jesús, para con Dios.
Lo que hablo, no lo hablo según el Señor, sino como en locura, con esta confianza de gloria.
Mostrad pues, para con ellos en la faz de las Iglesias la prueba de vuestra caridad, y de nuestro gloriarnos acerca de vosotros.
Otra vez digo: Que nadie me estime ser loco; de otra manera, recibidme como a loco, para que aun me gloríe yo un poquito.
Que si Abraham fue justificado por la obras, tiene de qué gloriarse; mas no para con Dios.
reteniendo la Palabra de vida para que yo pueda gloriarme en el día del Cristo, que no he corrido en vano, ni trabajado en vano.
Mas yo de nada de esto me aproveché; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque tengo por mejor morir, antes que nadie haga vana ésta mi gloria.
no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.
He aquí, tú te llamas por sobrenombre judío; y estás apoyado en la ley, y te glorías en Dios,
No te jactes del día de mañana; porque no sabes qué dará de sí el día.
Porque nuestro regocijo es éste: el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y mucho más con vosotros.
Porque todo lo que hay en el mundo que es la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo.
Y si algo me he gloriado para con él de vosotros, no he sido avergonzado; sino que así, como todo lo que habíamos dicho de vosotros era con verdad, así también nuestra gloria delante de Tito fue hallada verdadera.
Así que cada uno examine su obra, y entonces tendrá gloria sólo respecto de sí mismo, y no en otro.
Porque aunque me glorié aun un poco de nuestra potestad (la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción), no me avergonzaré;
Y el rey de Israel respondió, y dijo: Decidle, que no se alabe el que se ciñe, como el que ya se desciñe.
Y que anunciaremos el Evangelio a los que están más allá de vosotros, sin entrar en la medida \'
¿Por qué te glorías de maldad, oh hombre fuerte? La misericordia de Dios es cada día.
En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto, o aquello.
No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poquito de levadura leuda toda la masa?
No multipliquéis hablando grandezas, y altanerías; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca, porque el Dios de todo saber es el SEÑOR, y las obras magníficas a él le son propias.
Es la verdad del Cristo en mí, que esta gloria no me será sellada en las partes de Acaya.
Como nubes y vientos sin lluvia, así es el hombre que se jacta en don de mentira.
para que puedan gloriarsen más en Cristo Jesús por mi venida otra vez a vosotros.
Alábete el extraño, y no tu boca; el ajeno, y no tus labios.
Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; sino que quieren que vosotros seáis circuncidados, para gloriarse en vuestra carne.
La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sin razón, no se envanece;
De éste tal me gloriaré, mas de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis flaquezas.
Dije a los locos: No os infatuéis; y a los impíos: No levantéis el cuerno.
Ea, ahora, los que decís: Vamos hoy y mañana a tal ciudad, y estaremos allá un año y compraremos mercadería, y ganaremos;
Tópicos sobre La jactancia
la jactancia de Pablo
1 Corintios 15:31Cada día trago la muerte por mantenerme en la gloriación de haberles enseñado, la cual tengo en Cristo Jesús Señor nuestro.