47 Versículo de la Biblia sobre un buen esposo
Versículos Más Relevantes
El marido pague a la mujer la debida benevolencia; y asimismo la mujer al marido.
Porque el marido es cabeza de la mujer, así como el Cristo es cabeza de la Iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo.
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no obedecen a la Palabra, sean ganados sin palabra por la conversación de sus mujeres,
Mas a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor; Que la mujer no se aparte del marido;
La mujer no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido; e igualmente tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la mujer.
Guímel Ella le dará bien y no mal, todos los días de su vida.
En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bien es al hombre no tocar mujer.
La mujer virtuosa es corona de su marido; mas la mala, como carcoma en sus huesos.
el que fuere irreprensible, marido de una mujer, que tenga hijos fieles que no pueden ser acusados de disolución, ni contumaces.
Cuando tomare alguno mujer nueva, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó.
El que halló esposa halló el bien, y alcanzó la benevolencia del SEÑOR.
La casa y las riquezas herencia son de los padres; mas del SEÑOR la mujer prudente.
Mas por evitar las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido.
Nun Conocido es su marido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
Bet El corazón de su marido está en ella confiado, y no tendrá necesidad de despojo.
Le dicen sus discípulos: Si así es el negocio del hombre con su mujer, no conviene casarse.
porque cinco maridos has tenido; y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
Así también haga cada uno de vosotros, cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer que tenga en reverencia a su marido.
Porque el marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje;
Porque la mujer que está sujeta a marido, mientras el marido vive está obligada a la ley; mas muerto el marido, ella es libre de la ley del marido.
Porque ¿de dónde sabes, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O de dónde sabes, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?
pero el que se casó tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar a su mujer.
Hay diferencia entre la mujer casada y la virgen, La mujer no casada tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu; mas la casada tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar a su marido.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
Y la mujer que tiene marido incrédulo, y él consiente para habitar con ella, no lo deje.
y si se apartare, que se quede sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no despida a su mujer.
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis desapacibles con ellas.
Mas quiero que sepáis, que el Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza del Cristo.
Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
Porque tu marido será tu Hacedor; el SEÑOR de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel, Dios de toda la tierra será llamado.
Vosotros maridos, igualmente, habitad con ellas sabiamente, dando honor a la mujer, como a vaso más frágil, y como a herederas juntamente de la gracia de la vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas.
Respondió la mujer, y le dijo: No tengo marido. Le dice Jesús: Bien has dicho: No tengo marido;
La mujer casada está atada a la ley, mientras vive su marido; mas si su marido muriere, libre es; cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor.
Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer (fiel), y la mujer incrédula en el marido (fiel); de otra manera ciertamente vuestros hijos serían inmundos; pero ahora son santos.
En la resurrección pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer? Porque todos la tuvieron.
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.
Y dijo el SEÑOR Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda que esté delante de él.
Cuando alguno tomare mujer, y después de haberse llegado a ella la aborreciere,
Casadas, estad sujetas a vuestros propios maridos, como conviene en el Señor.
El nombre de aquel varón era Nabal, y el nombre de su mujer, Abigail. Y era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia; mas el hombre era duro y de malos hechos; y era del linaje de Caleb.
diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se case con su mujer, y despertará simiente a su hermano.
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro varón.
Todo voto, o todo juramento de afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará.
no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue inmunda; porque es abominación delante del SEÑOR, y no harás que la tierra peque que el SEÑOR tu Dios te da por heredad.
por la mujer aborrecida cuando se casare; y por la sierva cuando heredare a su señora.
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