131 casos en 6 traducciones

'Dan' en la Biblia

Y produjo la tierra vegetación: hierbas que dan semilla según su género, y árboles que dan fruto con su semilla en él, según su género. Y vio Dios que {era} bueno.

entonces cuando llegues a mis parientes quedarás libre de mi juramento; y si ellos no te la dan, también quedarás libre de mi juramento."

Y dijo Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan.

Y los hijos de Bilha, sierva de Raquel: Dan, y Neftalí.

Dan juzgará a su pueblo, como una de las tribus de Israel.

Será Dan serpiente junto al camino, cerasta junto a la senda, que muerde los talones de los caballos, y hace caer por detrás al cabalgador de ellos.

Dan y Neftalí, Gad y Aser.

Y las parteras respondieron al Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; porque son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas.

Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado.

Y ha puesto en su corazón para que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan.

Y con él estaba Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, maestro, e ingeniero, y recamador en cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino fino.

Y el hijo de la mujer israelita pronunció el Nombre, y maldijo; entonces le llevaron a Moisés. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.

De Dan, Ahiezer hijo de Amisadai.

De los hijos de Dan, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra;

los contados de ellos, de la tribu de Dan, sesenta y dos mil setecientos.

El estandarte del ejército de Dan estará al aquilón, por sus ejércitos; y el príncipe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisadai.

Todos los contados en el ejército de Dan, ciento cincuenta y siete mil seiscientos; irán los postreros tras su estandarte.

y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan henchir tu vientre, y fallar tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.

El décimo día, el príncipe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisadai.

Luego comenzó a marchar el estandarte del campamento de los hijos de Dan por sus escuadrones, recogiendo todos los campamentos; y Ahiezer, hijo de Amisadai, era sobre su ejército.

De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali.

Estos son los hijos de Dan por sus familias: de Súham, la familia de los suhamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias.

Y de la tribu de los hijos de Dan, el príncipe Buqui hijo de Jogli.

Sólo los árboles que sabes que no dan fruto podrás destruir y talar, para construir máquinas de sitio contra la ciudad que está en guerra contigo, hasta que caiga.

Y éstos estarán para pronunciar la maldición en el monte de Ebal: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan, y Neftalí.

Y subió Moisés de los campos de Moab al monte de Nebo, a la cumbre de Pisga, que está enfrente de Jericó; y le mostró el SEÑOR toda la tierra de Galaad hasta Dan,

La séptima suerte salió por la tribu de los hijos de Dan por sus familias.

Y les faltó término a los hijos de Dan; y subieron los hijos de Dan y combatieron a Lesem, y tomándola metiéronla a filo de espada, y la poseyeron, y habitaron en ella; y llamaron a Lesem, Dan, del nombre de Dan su padre.

Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

Y a los otros hijos de Coat se dieron por suerte diez villas de las familias de la tribu de Efraín, y de la tribu de Dan, y de la media tribu de Manasés;

Y de la tribu de Dan a Elteque con sus ejidos, a Gibetón con sus ejidos,

Los amorreos apretaron a los hijos de Dan hasta el monte; y no los dejaron descender a la campiña.

Galaad se quedó al otro lado del Jordán; y Dan ¿por qué se estuvo junto a los navíos? Aser se asentó a la ribera del mar, y en sus quebraduras se quedó.

Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos.

Y el Espíritu del SEÑOR comenzó a manifestarse por veces en él en los campamentos de Dan, entre Zora y Estaol.

En aquellos días no había rey en Israel. Y en aquellos días la tribu de Dan buscaba posesión para sí donde morar, porque hasta entonces no le había caído su suerte entre las tribus de Israel por heredad.

Y los hijos de Dan enviaron de su familia cinco hombres de sus términos, hombres valientes, de Zora y Estaol, para que reconocieran y exploraran bien la tierra; y les dijeron: Id y reconoced la tierra. Estos vinieron al monte de Efraín, hasta la casa de Micaía, y allí posaron.

Y partiendo los de Dan de allí, de Zora y de Estaol, seiscientos hombres armados de armas de guerra,

fueron y asentaron campamento en Quiriat-jearim, en Judá; de donde aquel lugar fue llamado el campamento de Dan, hasta hoy; está detrás de Quiriat-jearim.

Y los seiscientos hombres, que eran de los hijos de Dan, estaban armados de sus armas de guerra a la entrada de la puerta.

Y cuando ya se habían alejado de la casa de Micaía, los hombres que habitaban en las casas cercanas a la casa de Micaía, se juntaron, y siguieron a los hijos de Dan.

Y dando voces a los de Dan, éstos volvieron sus rostros, y dijeron a Micaía: ¿Qué tienes que has juntado gente?

Y los hijos de Dan le dijeron: No des voces tras nosotros, que por ventura los varones de ánimo colérico os acometan, y pierdas también tu vida, y la vida de los tuyos.

Y yéndose los hijos de Dan su camino, y viendo Micaía que eran más fuertes que él, volvió y regresó a su casa.

Y llamaron el nombre de aquella ciudad Dan, conforme al nombre de Dan su padre, engendrado de Israel, bien que antes se llamaba la ciudad Lais.

Y los hijos de Dan se levantaron imagen de talla; y Jonatán, hijo de Gersón, hijo de Manasés, él y sus hijos fueron sacerdotes a la tribu de Dan, hasta el día de la transmigración de la tierra.

Entonces salieron todos los hijos de Israel, y se reunió la congregación como un solo hombre, desde Dan hasta Beerseba y la tierra de Galaad, al SEÑOR en Mizpa.

Y conoció todo Israel desde Dan hasta Beerseba, que Samuel era fiel profeta del SEÑOR.

trasladando el reino de la casa de Saúl, y confirmando el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Beerseba.

Mas yo aconsejo que todo Israel se junte a ti, desde Dan hasta Beerseba, que será en multitud como la arena que está a la orilla del mar, y que tú en persona vayas a la batalla.

Y dijo el rey a Joab, general del ejército que tenía consigo: Rodea todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y contad el pueblo, para que yo sepa el número del pueblo.

Después vinieron á Galaad, y á la tierra baja de Absi: y de allí vinieron á Dan-jaán y alrededor de Sidón.

Y envió el SEÑOR pestilencia en Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres.

Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.

E hizo el rey que en Jerusalén la plata llegara a ser como las piedras, y los cedros como los sicómoros que se dan en abundancia en los valles.

Y puso uno en Bet-el, y el otro puso en Dan.

Y esto fue ocasión de pecado; porque el pueblo iba a adorar delante del uno, hasta Dan.

Y Ben-adad consintió con el rey Asa, y envió los príncipes de los ejércitos que tenía contra las ciudades de Israel, e hirió a Ijón, a Dan, a Abel-bet-maaca, y a toda Cineret, con toda la tierra de Neftalí.

Con todo eso Jehú no se apartó de los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel; a saber, de en pos de los becerros de oro que estaban en Bet-el y en Dan.

Dan, José, Benjamín, Neftalí, Gad, y Aser.

A los demás hijos de Coat {fueron dadas} por suerte diez ciudades de la familia de la tribu de Efraín, de la tribu de Dan y de la media tribu de Manasés.

Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, contad a Israel desde Beerseba hasta Dan, y traedme el número de ellos para que yo lo sepa.

Y sobre Dan, Azareel hijo de Jeroham. Estos son los príncipes de las tribus de Israel.

hijo de una mujer de las hijas de Dan, mas su padre fue de Tiro; el cual sabe obrar en oro, plata, bronce, y hierro, en piedra y en madera, en púrpura y cárdeno, en lino y en carmesí; asimismo para esculpir toda clase de figuras, e inventar toda suerte de diseño que se le propusiere, con tus sabios, y con los sabios de mi señor David tu padre.

E hizo el rey que en Jerusalén la plata llegara a ser como las piedras, y los cedros como los sicómoros que se dan en abundancia en los valles.

Y consintió Ben-adad con el rey Asa, y envió los capitanes de sus ejércitos a las ciudades de Israel; e hirieron a Ijón, Dan, y Abel-maim, y todos los tesoros de las ciudades de Neftalí.

he aquí ellos nos dan el pago, viniendo a echarnos de tu posesión, que tú nos diste que poseamos.

Y determinaron hacer pasar pregón por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que vinieran a hacer la pascua al SEÑOR Dios de Israel en Jerusalén; porque en mucho tiempo no la habían hecho como está escrito.

Conciben malicia, dan a luz iniquidad, y en su mente traman engaño.

De la ciudad claman los hombres, y las almas muertas dan voces, pero Dios no puso estorbo.

Sus estornudos dan destellos de luz, y sus ojos son como los párpados del alba.

En su interior piensan que sus casas serán eternas, y sus habitaciones para generación y generación; dan sus nombres a sus tierras.

Se visten los llanos de ovejas, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, y aun cantan.

dan de beber a todas las bestias del campo, los asnos monteses mitigan su sed.

Junto a aquellos habitan las aves de los cielos; entre las hojas dan voces.

Los labios del justo dan a conocer lo agradable, pero la boca de los impíos, lo perverso.

No estés entre los que dan fianzas, entre los que salen de fiadores de préstamos.

Además, dijo el SEÑOR: ``Por cuanto las hijas de Sion son orgullosas Y caminan con el cuello erguido, y con ojos seductores, Dan pasitos cortos Para hacer tintinear los adornos en sus pies,

los que dan por justo al impío por sobornos, y al justo quitan su justicia!

Mi corazón clama por Moab; sus fugitivos se extienden hasta Zoar {y} Eglat-selisiya, y suben la cuesta de Luhit llorando; ciertamente en el camino a Horonaim dan gritos de angustia por {su} ruina.

Carga de Duma. Me dan voces: De Seir. ¿Guarda qué hay esta noche? ¿Guarda, qué hay esta noche?

Ellos alzan sus voces, gritan de júbilo; desde el occidente dan voces por la majestad del SEÑOR.

También estos se tambalean por el vino y dan traspiés por el licor: el sacerdote y el profeta por el licor se tambalean, están ofuscados por el vino, por el licor dan traspiés; vacilan en {sus} visiones, titubean {al pronunciar} juicio.

Los que dan forma a un ídolo todos ellos son nada, y sus cosas más preciadas de nada sirven; aun sus propios testigos no ven ni entienden, por eso serán avergonzados.

Se lo echan sobre los hombros, lo llevan, y lo sientan en su lugar. Allí se está, y no se mueve de su lugar; le dan voces, y tampoco responde, ni libra de la tribulación.

Y ahora, ¿qué hago yo aquí --declara el SEÑOR-- viendo que se llevan a mi pueblo sin causa? {También} declara el SEÑOR: Sus dominadores dan gritos, y sin cesar mi nombre es blasfemado todo el día.

No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben trabajo, y dan a luz iniquidad.

Porque la voz se oye del que trae las nuevas desde Dan, y del que hace oír la calamidad desde el monte de Efraín.

¿A qué viene para mí este incienso de Seba, y la buena caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no son a mi voluntad, ni vuestros sacrificios me dan gusto.

Desde Dan se oyó el bufido de sus caballos; del sonido de los relinchos de sus fuertes tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, ciudad y moradores de ella.

Tú los plantas, y echan raíces; crecen, dan fruto. Cerca estás tú de sus labios, pero lejos de su corazón.

Y me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan en esta ciudad mal consejo;

A todas las rameras dan dones; mas tú diste tus dones a todos tus enamorados; y les diste presentes, para que entraren a ti de todas partes por tus fornicaciones.

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