'Era' en la Biblia
De dieciocho años era Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén tres meses. El nombre de su madre fue Nehusta hija de Elnatán, de Jerusalén.
De veintiún años era Sedequías cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén once años. El nombre de su madre fue Hamutal hija de Jeremías, de Libna.
Porque la ira del SEÑOR era contra Jerusalén y Judá, hasta que los echó de delante de su presencia. Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.
En el mes quinto, a los siete del mes, que era el año diecinueve de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de los de la guardia, siervo del rey de Babilonia.
La altura de una columna era dieciocho codos y tenía encima un capitel de bronce, y la altura del capitel era de tres codos; y sobre el capitel había un enredado y granadas alrededor, todo de bronce; y semejante obra había en la otra columna con el enredado.
y de la ciudad tomó a un eunuco, el cual era prefecto sobre los hombres de guerra, y cinco varones de los continuos del rey, que se hallaron en la ciudad; y al escriba príncipe del ejército, que hacía la reseña de la gente de la tierra, con sesenta varones del pueblo de la tierra, que se hallaron en la ciudad.
Y los hijos de Sobal padre de Quiriat-jearim, el cual era señor de la mitad de Hamenuhot.
Y los hijos de Rubén, primogénito de Israel (porque él era el primogénito, mas como violó el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José, hijo de Israel; y no fue contado por primogénito.
Beera su hijo, el cual fue transportado por Tiglat-pileser rey de los asirios. Este era príncipe de los rubenitas.
Y cayeron muchos heridos, porque la guerra era de Dios; y habitaron en sus lugares hasta la transmigración.
Y los porteros: Salum, Acub, Talmón, Ahiman, y sus hermanos. Salum era la cabeza.
Y Zacarías hijo de Meselemías era portero de la puerta del tabernáculo del testimonio.
Y en Gabaón habitaban Jehiel padre de Gabaón, el nombre de cuya mujer era Maaca;
Tras de éste fue Eleazar hijo de Dodo, ahohíta, el cual era de los tres valientes.
Y Abisai, hermano de Joab, era cabeza de tres, el cual blandió su lanza sobre trescientos, a los cuales hirió; y fue entre los tres nombrado.
El principal era Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa, el gabaatita; Jeziel, y Pelet, hijos de Azmavet, Beraca, y Jehú, el anatotita;
Ezer era el capitán, Obadías el segundo, Eliab el tercero,
Y cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al arca para tenerla, porque los bueyes se apartaban.
Y Quenanías, príncipe de los levitas en la profecía, porque él presidía en la profecía, porque era entendido.
Y David iba vestido de lino fino y también todos los levitas que llevaban el arca, y asimismo los cantores; y Quenanías era príncipe de la profecía de los cantores. Y llevaba David sobre sí un efod de lino.
Asaf era el primero, el segundo después de él Zacarías, Jeiel, Semiramot, Jeiel, Matatías, Eliab, Benaía, Obed-edom, y Jehiel, con sus instrumentos de salterios y arpas; y Asaf resonaba con címbalos;
Y Joab hijo de Sarvia era general del ejército; y Josafat hijo de Ahilud, escritor de crónicas;
y Benaía hijo de Joiada era sobre los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran los primeros, a la mano del rey.
Y viendo los sirios que habían caído delante de Israel, enviaron embajadores, y trajeron a los sirios que estaban al otro lado del río, cuyo capitán era Sofac, general del ejército de Hadad-ezer.
Y volvió a levantarse guerra con los filisteos; e hirió Elhanán hijo de Jair a Lahmi, hermano de Goliat, el geteo, el asta de cuya lanza era como un rodillo de un telar.
Y volvió a haber guerra en Gat, donde hubo un hombre de gran estatura, el cual tenía seis dedos en sus pies y seis dedos en sus manos, en total veinticuatro; y también era hijo del gigante.
Y envió el SEÑOR el ángel a Jerusalén para destruirla; pero estando él destruyendo, miró el SEÑOR, y se arrepintió de aquel mal. Y dijo al ángel que destruía: Basta; detén tu mano. Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo.
Y dijo el ángel del SEÑOR a Gad que dijera a David, que subiera y compusiera un altar al SEÑOR en la era de Ornán, el jebuseo.
Y viniendo David a Ornán, miró Ornán y vio a David; y saliendo de la era, se postró en tierra ante David.
Y dijo David a Ornán: Dame este lugar de la era, en que edifique un altar al SEÑOR, y dámelo por su cabal precio, para que cese la plaga del pueblo.
Entonces viendo David que el SEÑOR le había oído en la era de Ornán, el jebuseo, sacrificó allí.
Jahat era el primero, Zina el segundo; mas Jeús y Bería no se multiplicaron en hijos, por lo cual fueron contados por casa paterna.
Y su puesto era a la mano de los hijos de Aarón, para servir en la Casa del SEÑOR, en los atrios y en las cámaras, y en la purificación de toda cosa santificada, y en la obra del servicio de la Casa de Dios;
De Hosa, de los hijos de Merari: Simri el principal, (aunque no era el primogénito, mas su padre lo puso para que fuera cabeza);
Sebuel hijo de Gersón, hijo de Moisés, era príncipe sobre los tesoros.
Y su hermano Eliezer, cuyo hijo era Rehabías, cuyo hijo era Isaías, cuyo hijo era Joram, cuyo hijo era Zicri, cuyo hijo era Selomit.
De los hebronitas, Jerías era el principal entre los hebronitas repartidos en sus generaciones paternas. En el año cuarenta del reinado de David se buscaron, y se hallaron entre ellos valientes de gran valor en Jazer de Galaad.
Y los hijos de Israel según su número, que eran cabezas paternas, capitanes de mil y de cien, y sus oficiales de los que servían al rey en todos los negocios de las cuadrillas que entraban y salían cada mes en todos los meses del año, cada cuadrilla era de veinticuatro mil.
El tercer capitán del tercer ejército para el tercer mes era Benaía, hijo de Joiada sacerdote principal; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.
Este Benaía era valiente entre los treinta y sobre los treinta; y en su cuadrilla estaba Amisabad su hijo.
El cuarto del cuarto mes era Asael hermano de Joab, y después de él Zebadías su hijo; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.
El quinto capitán del quinto mes era el príncipe Samhut, el izraíta; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.
El sexto del sexto mes era Hira hijo de Iques, de Tecoa; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.
El séptimo del séptimo mes era Heles, el Pelonita, de los hijos de Efraín; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.
El octavo del octavo mes era Sibecai, el husatita, de Zarahi; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.
El noveno del noveno mes era Abiezer, el anatotita, de los benjamitas; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.
El décimo del décimo mes era Maharai, el netofatita, de Zarahi; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.
El undécimo del undécimo mes era Benaía, el piratonita, de los hijos de Efraín; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.
El duodécimo del duodécimo mes era Heldai, el netofatita, de Otoniel; y en su división había veinticuatro mil.
Y Jonatán, tío de David, era el consejero, varón entendido y escriba; y Jehiel hijo de Hacmoni tenía a su cargo los hijos del rey.
Ahitofel era consejero del rey; y Husai, el arquita era amigo del rey.
Después de Ahitofel era Joiada hijo de Benaía, y Abiatar. Y Joab era el general del ejército del rey.
Y comenzó Salomón a edificar la Casa en Jerusalén, en el monte Moriah que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán, el jebuseo.
El pórtico que estaba en la delantera de la longitud, era de veinte codos al frente del ancho de la casa, y su altura de ciento veinte; y lo cubrió por dentro de oro puro.
Recubrió también la casa de piedras preciosas para belleza; y el oro era oro de Parvaim.
E hizo la Casa del lugar santísimo, cuya longitud era de veinte codos según el ancho del frente de la Casa, y su anchura de veinte codos; y la recubrió de buen oro que ascendía a seiscientos talentos.
El largo de las alas de los querubines era de veinte codos; porque un ala era de cinco codos; la cual llegaba hasta la pared de la Casa; y la otra ala de cinco codos, la cual llegaba al ala del otro querubín.
De la misma manera un ala del otro querubín era de cinco codos; la cual llegaba hasta la pared de la Casa; y la otra ala era de cinco codos, que tocaba el ala del otro querubín.
También hizo un mar de fundición, el cual tenía diez codos de un borde al otro, enteramente redondo; su altura era de cinco codos, y una línea de treinta codos lo ceñía alrededor.
Y tenía de grueso un palmo, y el borde era de la hechura del borde de un cáliz, con flores de lirios. Y le cabían tres mil batos.
Hizo también diez fuentes, y puso cinco a la mano derecha y cinco a la izquierda, para lavar y limpiar en ellas la obra del holocausto; mas el mar era para lavarse los sacerdotes en él.
Y el peso del oro que venía a Salomón cada año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
Toda la vajilla del rey Salomón era de oro, y toda la vajilla de la casa del bosque del Líbano, de oro puro. En los días de Salomón la plata no era de estima.
Y no escuchó el rey al pueblo; porque la causa era de Dios, para cumplir el SEÑOR su palabra que había hablado, por Ahías, el Silonita, a Jeroboam hijo de Nabat.
Fortificado, pues, Roboam, reinó en Jerusalén; y era Roboam de cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que escogió el SEÑOR de todas las tribus de Israel, para poner en ella su Nombre. Y el nombre de su madre fue Naama, una amonita.
y que se allegaron a él hombres vanos, hijos de Belial, y pudieron más que Roboam hijo de Salomón, porque Roboam era joven y tierno de corazón, y no se defendió de ellos.
E hirieron todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror del SEÑOR era sobre ellos; y saquearon todas las ciudades, porque había en ellas gran despojo.
Y el rey de Israel y Josafat rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con sus ropas; y estaban sentados en la era a la entrada de la puerta de Samaria, y todos los profetas profetizaban delante de ellos.
Y viendo los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, se apartaron de él.
Y viniendo Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron en ellos muchas riquezas, y cuerpos muertos, y vestidos y vasos preciosos, los cuales tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar; tres días duró el despojo, porque era mucho.
Así reinó Josafat sobre Judá; de treinta y cinco años era cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Azuba, hija de Silhi.
Y su padre les había dado muchos dones de oro y de plata, y cosas preciosas, y ciudades fuertes en Judá; mas había dado el reino a Joram, porque él era el primogénito.
Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó ocho años en Jerusalén.
Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó en Jerusalén ocho años; y se fue sin ser deseado. Y lo sepultaron en la ciudad de David, mas no en los sepulcros de los reyes.
Cuando Ocozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años, \'
Y Josabet, hija del rey, tomó a Joás hijo de Ocozías, y lo hurtó de entre los hijos del rey, que mataban, y le guardó a él y a su ama en la cámara de las camas. Así, pues, lo escondió Josabet, hija del rey Joram, mujer de Joiada el sacerdote (porque ella era hermana de Ocozías), de delante de Atalía, y no le mataron.
De siete años era Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba.
Mas Joiada envejeció, y murió lleno de días; de ciento treinta años era cuando murió.
De veinticinco años era Amasías cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén; el nombre de su madre fue Joadán, de Jerusalén.
Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, el cual era de dieciséis años, y lo pusieron por rey en lugar de Amasías su padre.
De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jecolías, de Jerusalén.
Asimismo edificó torres en el desierto, y abrió muchas cisternas; porque tuvo muchos ganados, así en los valles como en las vegas; y viñas, y labranzas, así en los montes como en los llanos fértiles; porque era amigo de la agricultura.
Todo el número de las cabezas de los padres, y de los valientes de gran valor, era dos mil seiscientos.
Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó en una casa apartada, leproso, porque era cortado de la Casa del SEÑOR; y Jotam su hijo tuvo el cargo de la casa real, juzgando al pueblo de la tierra.
De veinticinco años era Jotam cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jerusa, hija de Sadoc.
Cuando comenzó a reinar era de veinticinco años, y dieciséis años reinó en Jerusalén.
De veinte años era Acaz cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén; mas no hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, como David su padre.
La contribución del rey de su hacienda, era para los holocaustos de la mañana y de la tarde, y holocaustos para los sábados, nuevas lunas, y fiestas solemnes, como está escrito en la ley del SEÑOR.
De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén.
Y pasó sus hijos por fuego en el valle de los hijos de Hinom; y observaba en los tiempos, miraba en agüeros, y era dado a adivinaciones, consultando espiritistas y encantadores; se multiplicó en hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, para irritarle.
Y cuando oró a él, fue oído; porque él oyó su oración, y le devolvió a Jerusalén, a su reino. Entonces conoció Manasés que el SEÑOR era Dios.
De veintidós años era Amón cuando comenzó a reinar, y dos años reinó en Jerusalén.
De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén.
Asimismo los cantores hijos de Asaf estaban en su estancia, conforme al mandamiento de David, de Asaf, de Hemán, y de Jedutún vidente del rey. Y los porteros estaban a cada puerta; y no era menester que se apartaran de su ministerio, porque sus hermanos los levitas aparejaban para ellos.
De veintitrés años era Joacaz cuando comenzó a reinar, y tres meses reinó en Jerusalén.
Cuando comenzó a reinar Joacim era de veinticinco años, y reinó once años en Jerusalén: e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR su Dios.
De ocho años era Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses y diez días en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR.
De veintiún años era Sedequías cuando comenzó a reinar, y once años reinó en Jerusalén.
Toda la congregación, unida como un varón, era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta,
Y cantaban, alabando y confesando al SEÑOR, y decían: Porque es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo gritaba con gran grito, alabando al SEÑOR, porque la Casa del SEÑOR era acimentada.