'Eras' en la Biblia
Y Samuel dijo: `` ¿No es verdad que aunque eras pequeño a tus propios ojos, fuiste {nombrado} jefe de las tribus de Israel y el SEÑOR te ungió rey sobre Israel,
Entonces dieron aviso a David: ``Los Filisteos están atacando a Keila, y están saqueando las eras."
Sus mejillas, como eras de bálsamo, {Como} riberas de hierbas aromáticas; Sus labios son lirios Que destilan mirra líquida.
``Mi amado ha descendido a su huerto, A las eras de bálsamo, A apacentar {su rebaño} en los huertos Y recoger lirios.
"Estabas adornada con oro y plata, y tu vestido era de lino fino, seda y tela bordada. Comías flor de harina, miel y aceite; eras hermosa en extremo y llegaste a la realeza.
"Cuando edificaste tu santuario en toda cabecera de camino y te hiciste tu lugar alto en cada plaza, al despreciar la paga, no eras como la ramera.
"En tus prostituciones eras distinta de las {otras} mujeres: nadie te solicitaba para fornicar; tú dabas la paga, pero a ti ninguna paga se te daba. Eras distinta."
``Hijo de hombre, eleva una elegía sobre el rey de Tiro y dile: `Así dice el Señor DIOS: ``Tú eras el sello de la perfección, Lleno de sabiduría y perfecto en hermosura.
Perfecto eras en tus caminos Desde el día que fuiste creado Hasta que la iniquidad se halló en ti.
``Hijo de hombre, eleva una elegía por Faraón, rey de Egipto, y dile: `Parecías un leoncillo de las naciones Pero eras como el monstruo de los mares; Prorrumpías en tus ríos, Enturbiabas las aguas con tus pies Y ensuciabas sus ríos.'"
"Entonces fueron desmenuzados, todos a la vez, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro. Quedaron como el tamo de las eras en verano, y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellos. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra.
No te alegres, Israel, con gran júbilo como las naciones, Porque te has prostituido, abandonando a tu Dios; Has amado el salario de ramera sobre todas las eras de trigo.
Y las eras se llenarán de grano, Y las tinajas rebosarán de vino nuevo y de aceite virgen.
El día que te pusiste a un lado, El día en que extraños se llevaban su riqueza, Y extranjeros entraban por su puerta Y sobre Jerusalén echaban suertes, Tú también eras como uno de ellos.