'Frutos' en la Biblia
Y será que de los frutos daréis el quinto al Faraón, y las cuatro partes serán vuestras para sembrar las tierras, y para vuestro mantenimiento, y de los que están en vuestras casas, y para que coman vuestros niños.
También la fiesta de la cosecha de los primeros frutos de tus labores que hubieres sembrado en el campo; y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando habrás recogido tus labores del campo.
Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la Casa del SEÑOR tu Dios. No guisarás el cabrito con la leche de su madre.
El principio de los primeros frutos de tu tierra meterás en la Casa del SEÑOR tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
Habla a Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que yo os doy, y segareis su mies, traeréis al sacerdote un homer por primicia de los primeros frutos de vuestra siega;
Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña, y cogerás sus frutos;
Conforme al número de los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los años de los frutos te venderá él a ti.
Conforme a la multitud de los años aumentarás el precio, y conforme a la disminución de los años disminuirás el precio; porque según el número de los años de los frutos te ha de vender él.
Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de coger nuestros frutos,
Guardarás el mes (de Abib ) de los nuevos frutos, y harás pascua al SEÑOR tu Dios; porque en el mes de los nuevos frutos te sacó el SEÑOR tu Dios de Egipto de noche.
Siete días celebrarás fiesta solemne al SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR escogiere; porque te habrá bendecido el SEÑOR tu Dios en todos tus frutos, y en toda obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.
entonces tomarás de las primicias de todos los frutos de la tierra, que sacares de tu tierra que el SEÑOR tu Dios te da, y lo pondrás en un canastillo, e irás al lugar que el SEÑOR tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre.
Cuando hubieres acabado de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán por dentro de tus puertas, y se saciarán.
Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, y comió los frutos del campo, e hizo que chupase miel de la peña, y aceite del pedernal fuerte;
Porque fuego se encenderá en mi furor, y arderá hasta el infierno más profundo; y devorará la tierra y sus frutos, y abrasará los fundamentos de los montes.
y por los regalos de los frutos del sol, y por los regalos de las influencias de las lunas,
Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
y asentando campamento contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos.
Tú pues le labrarás las tierras, tú con tus hijos, y tus siervos, y encerrarás los frutos , para que el hijo de tu señor tenga pan qué mantenerse; y Mefi-boset el hijo de tu señor comerá pan perpetuamente a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos.
Y preguntando el rey a la mujer, ella se lo contó. Entonces el rey le dio un eunuco, diciéndole: Hazle volver todas las cosas que eran suyas, y todos los frutos de la tierras desde el día que dejó las tierras hasta ahora.
Y cuando la palabra tomó fuerza al multiplicarse , les fue mutiplicado a los hijos de Israel muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra; y trajeron asimismo los diezmos de todas las cosas en abundancia.
Y tomaron ciudades fortalecidas, y tierra fértil, y heredaron casas llenas de todo bien, cisternas hechas, viñas y olivares, y muchos árboles de buenos frutos; y comieron, y se saciaron, y se engordaron, y se deleitaron en tu gran bondad.
Dio también al pulgón sus frutos, y sus trabajos a la langosta.
Honra al SEÑOR de tu sustancia, y de las primicias de todos tus frutos;
porque su mercadería es mejor que la mercadería de la plata, y sus frutos más que el oro fino.
En la casa del justo hay gran provisión; pero turbación en los frutos del impío.
Mejor es lo poco con justicia, que la muchedumbre de frutos con injusticia.
La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.
me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todos frutos.
Tus renuevos paraíso de granados, con frutos suaves, de alcanfor y nardos,
Al huerto de los nogales descendí a ver los frutos del valle, y para ver si florecían las vides, si florecían los granados.
Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos.
Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el aceituno, que quedan ahí dos o tres granos en la punta de la rama, cuatro o cinco frutos en sus ramas, dice el SEÑOR Dios de Israel.
En aquel día las ciudades de su fortaleza serán como los frutos que quedan en los renuevos y en las ramas. Como lo que dejaron de los hijos de Israel; y será asolamiento.
Porque antes de la siega, cuando el fruto fuere perfecto, y pasada la flor, los frutos fuesen maduros, entonces podará con podaderas las ramitas; y cortará y quitará las ramas.
y será la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza del valle fértil, como la breva temprana, que viene primero que los otros frutos del verano, la cual, viéndola el que la mira, se la traga tan luego como la tiene a mano.
Santidad era Israel al SEÑOR, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoran pecarán; mal vendrá sobre ellos, dice el SEÑOR.
Por tanto, dijo el Señor DIOS: He aquí que mi furor y mi ira se derrama sobre este lugar, sobre los hombres, sobre los animales, sobre los árboles del campo, y sobre los frutos de la tierra; y se encenderá, y no se apagará.
Sembraron panes, y segarán espinas; tuvieron la heredad, mas no aprovecharon nada; se avergonzarán a causa de vuestros frutos por la ira del SEÑOR.
Todos estos judíos tornaron entonces de todas las partes adonde habían sido echados, y vinieron a tierra de Judá, a Gedalías en Mizpa; y cogieron vino y muchos frutos.
Tet : Más dichosos fueron los muertos a cuchillo que los muertos del hambre. Porque éstos murieron poco a poco por falta de los frutos de la tierra.
Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que se ofreciere de todas vuestras ofrendas, será de los sacerdotes; daréis asimismo las primicias de todas vuestras masas al sacerdote, para que haga reposar la bendición en vuestras casas.
Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos.
¡Ay de mí! Que he venido a ser como cuando han cogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, que no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos.
Por eso se detuvo la lluvia de los cielos sobre vosotros, y la tierra detuvo sus frutos.
Haced pues frutos dignos de arrepentimiento,
Por sus frutos los conoceréis. ¿Se cogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
De esta manera, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol podrido lleva malos frutos.
No puede el buen árbol llevar malos frutos, ni el árbol podrido llevar frutos buenos.
Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos.
Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir en vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que puede Dios, aun de estas piedras, levantar hijos a Abraham.
Porque no es buen árbol el que hace malos frutos; ni árbol malo el que hace buen fruto.
Y les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había llevado muchos frutos;
y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿qué haré, porque no tengo dónde juntar mis frutos?
Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes;
Y el que da la simiente al que siembra, también dará pan para comer, y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los crecimientos de los frutos de vuestra justicia;
El labrador, para recibir los frutos, es necesario que trabaje primero.
Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
Y los frutos del deseo de tu alma se apartaron de ti; y todas las cosas gruesas y excelentes te han faltado; y de aquí en adelante ya no hallarás mas estas cosas.
En el medio de la plaza de ella, y de un lado y del otro del río, el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol son para la sanidad de los gentiles.