'Mas' en la Biblia
hecho tanto más excelente que los ángeles, por cuanto alcanzó por herencia más excelente nombre que ellos.
Mas al Hijo: Tu trono, oh DIOS; por el siglo del siglo; vara de equidad la vara de tu Reino;
amaste la justicia, y aborreciste la maldad; por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros.
ellos perecerán, mas tú eres permanente; y todos ellos se envejecerán como una vestidura;
Por lo cual es necesario que tanto con más diligencia guardemos las cosas que hemos oído, para que no nos escurramos.
todas las cosas sujetaste debajo de sus pies; porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él. Mas aun no vemos que todas las cosas le son sujetas.
mas Cristo, como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si hasta el fin retuviéremos firme la confianza y la esperanza gloriosa.
Mas ¿con cuáles se enemistó por cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
Porque también a nosotros nos ha sido anunciado como a ellos; mas no les aprovechó el oír la palabra a los que la oyeron sin mezclar fe.
Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos; y que alcanza hasta partir el alma y el espíritu, y las coyunturas, y los tuétanos; y que discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Porque no tenemos Sumo Sacerdote que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, PERO SIN PECADO.
mas de los perfectos es la vianda firme, es a saber de los que por la costumbre tienen ya los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
Mas la que produce espinas y abrojos, es reprobada, y cercana de maldición, y su fin será por fuego.
Pero de vosotros, oh amados, esperamos mejores cosas que éstas y más cercanas a la salud, aunque hablamos así.
En lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento,
sin padre, sin madre, sin linaje; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, mas hecho semejante al Hijo de Dios, se queda Sacerdote eternalmente.
Mas aquel cuya genealogía no es contada en ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.
Que sin contradicción alguna, lo que es menos es bendecido de lo que es más.
Del mismo modo, aquí ciertamente los hombres mortales toman los diezmos; mas allí, aquel los tomó del cual está dado testimonio que vive;
Y aún más manifiesto es, si se levanta otro Sacerdote que sea semejante a Melquisedec;
Y tanto más en cuanto no es sin juramento,
porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; mas éste, con juramento por el que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá, que Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene el sacerdocio intransferible;
Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía tener: Santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos.
Porque la ley constituye sacerdotes a hombres débiles; mas la palabra del juramento después de la ley, al Hijo, hecho perfecto eternalmente.
Mas ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto de un mejor testamento es Mediador, el cual es hecho de mejores promesas.
Porque reconciliaré a sus iniquidades, y a sus pecados; y de sus iniquidades no me acordaré más.
Mas en el segundo, sólo el sumo sacerdote entraba una vez en el año, no sin sangre, la cual ofrece por su propia ignorancia y la del pueblo.
Mas Cristo ya estando presente, Sumo Sacerdote de los bienes que habían de venir, por otro más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es a decir, no de esta creación,
¿cuánto más la sangre del Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios viviente?
De otra manera sería necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo; mas ahora UNA VEZ en la consumación de los siglos, para deshacer el pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo.
De otra manera cesarían de ofrecerse, porque los que sacrificaran, limpios de una vez, no tendrían más conciencia de pecado.
Por lo cual, entrando en el mundo, dice: Sacrificio y Presente no quisiste; mas me apropiaste el cuerpo;
y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades.
Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.
no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado,
¿Cuánto pensáis que será más digno de mayor castigo, el que hollare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del testamento en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
Mas el justo vivirá por la fe; mas el que se retirare, no agradará a mi alma.
mas empero deseaban la mejor, es a saber, la celestial, por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les había aparejado ciudad.
¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltará contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel, y de los profetas,
Otros experimentaron vituperios, y azotes; y a más de esto prisiones y cárceles.
Mas si estáis fuera del castigo, del cual todos los hijos han sido hechos participantes, luego adulterinos sois y no hijos.
Y aquellos, a la verdad, por pocos días nos castigaban como a ellos les parecía; mas éste para lo que nos es provechoso, es a saber, para que recibamos su santificación.
Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; mas después da fruto apacible de justicia a los que en él son ejercitados.
y al sonido de la trompeta, y a la voz de las palabras, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablara más;
Mas os habéis llegado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios viviente, Jerusalén la celestial, y a la compañía de muchos millares de ángeles,
La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Aún una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
Sea venerable en todos el matrimonio, y la cama sin mancha; mas a los fornicarios y adúlteros juzgará Dios.
Porque no tenemos aquí ciudad permanente, mas buscamos la por venir.
Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea más pronto restituido.