282 casos en 6 traducciones

'Ninguno' en la Biblia

Oyenos, señor mío, eres un príncipe de Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestras sepulturas sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te impedirá su sepultura, para que entierres tu muerta.

Pero sucedió un día que él entró en casa para hacer su trabajo, y no había ninguno de los hombres de la casa allí dentro;

Y dijo el Faraón a José: Yo soy el Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.

Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.

``Pero a ninguno de los hijos de Israel ni {siquiera} un perro {le} ladrará, ni a hombre ni a animal, para que entendáis cómo el SEÑOR hace distinción entre Egipto e Israel."

Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana.

Se ha de comer en una misma casa; no sacaréis nada de la carne fuera de la casa, ni quebraréis ninguno de sus huesos.

Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana.

La fiesta de los ázimos guardarás: Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo señalado del mes de Abib; porque en él salisteis de Egipto; y ninguno comparecerá vacío delante de mí.

Y oyendo el pueblo esta mala palabra, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos.

Pero redimirás con cordero el primerizo del asno; y si no lo redimieres, entonces le quebrarás la cerviz. Redimirás todo primogénito de tus hijos, y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías.

Porque yo arrojaré los gentiles de tu presencia, y ensancharé tu término; y ninguno codiciará tu tierra, cuando tú subieres para ser visto delante del SEÑOR tu Dios tres veces al año.

El SEÑOR dijo a Moisés: Habla a los sacerdotes, los hijos de Aarón, y diles: ``Ninguno se contamine con persona {muerta} entre su pueblo,

Habla a Aarón, y dile: Ninguno de tu simiente, por sus generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el pan de su Dios.

``Porque ninguno que tenga defecto se acercará: ni ciego, ni cojo, ni uno que tenga el {rostro} desfigurado, o {extremidad} deformada,

Y cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano.

Y el sacerdote la conjurará, y dirá a la mujer: Si ninguno hubiere dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, limpia seas de estas aguas amargas que traen maldición.

no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá.

Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo al SEÑOR: No mires a su presente; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.

Y entre éstos ninguno hubo de los contados por Moisés y Aarón el sacerdote, los cuales contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí.

Porque el SEÑOR había dicho de ellos: Ciertamente morirán en el desierto. Y no quedó ninguno de ellos, sino Caleb, hijo de Jefone, y Josué, hijo de Nun.

Pero si su padre se lo prohíbe el día en que se entera {de ello,} ninguno de sus votos ni las obligaciones que se ha impuesto serán firmes. El SEÑOR la perdonará porque su padre {se} lo prohibió.

y dijeron a Moisés: Tus siervos han tomado razón de los hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros.

``Ninguno de estos hombres que salieron de Egipto, de veinte años arriba, verá la tierra que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, porque no me siguieron fielmente,

``Ninguno de estos hombres, esta generación perversa, verá la buena tierra que juré dar a vuestros padres,

Y tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, y mujeres, y niños; no dejamos ninguno.

Y el SEÑOR nuestro Dios entregó también en nuestra mano a Og rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual herimos hasta no quedar de él ninguno.

mas el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás {en él} ningún trabajo, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguno de tus animales, ni el forastero que está contigo, para que tu siervo y tu sierva también descansen como tú.

No seguiréis a otros dioses, a ninguno de los dioses de los pueblos que os rodean,

Ninguno que haya sido castrado o que tenga cortado su miembro viril entrará en la asamblea del SEÑOR.

Ningún bastardo entrará en la asamblea del SEÑOR, ninguno de sus {descendientes,} aun hasta la décima generación, entrará en la asamblea del SEÑOR.

Ningún amonita ni moabita entrará en la asamblea del SEÑOR; ninguno de sus {descendientes,} aun hasta la décima generación, entrará jamás en la asamblea del SEÑOR,

Ninguna de las hijas de Israel será ramera de culto pagano; tampoco ninguno de los hijos de Israel será sodomita de culto pagano.

Ninguno tomará en prenda el molino de mano ni la muela del molino, porque sería tomar en prenda la vida {del hombre.}

Y dirás delante del SEÑOR tu Dios: ``He sacado de {mi} casa la {porción} consagrada y también la he dado al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda conforme a todos tus mandamientos que me has mandado; no he violado ni olvidado ninguno de tus mandamientos.

y no dará a ninguno de ellos nada de la carne de sus hijos que se comerá, ya que no le quedará nada en el asedio y en la angustia con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.

Y lo enterró en el valle, en tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno sabe su sepulcro hasta hoy.

Y los otros salieron de la ciudad a su encuentro; y así fueron encerrados en medio de Israel, los unos por un lado, y los otros por la otra. Y así los hirieron hasta que no quedó ninguno de ellos que escapara.

Ahora, pues, vosotros sois malditos, y ninguno de vosotros será exento de ser siervo, y de ser leñador y sacar el agua para la casa de mi Dios.

Y el SEÑOR dijo a Josué: No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos parará delante de ti.

todo el pueblo volvió en paz al campamento {y} a Josué en Maceda. Nadie profirió palabra alguna contra ninguno de los hijos de Israel.

Entonces Horam, rey de Gezer, subió en ayuda de Laquis; mas a él y a su pueblo hirió Josué, hasta no quedar ninguno de ellos.

Y los entregó el SEÑOR en mano de Israel, los cuales los hirieron y siguieron hasta Sidón la grande, y hasta las aguas calientes, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno.

Y los hijos de Israel tomaron como botín todos los despojos de estas ciudades y el ganado; mas a los hombres hirieron a filo de espada hasta destruirlos. No dejaron a ninguno con vida.

Ninguno de los anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza, en Gat, y en Asdod.

Y Jehová les dió reposo alrededor, conforme á todo lo que había jurado á sus padres: y ninguno de todos los enemigos les paró delante, sino que Jehová entregó en sus manos á todos sus enemigos.

tampoco yo echaré más de delante de ellos a ninguno de estos gentiles que dejó Josué cuando murió;

Entonces él les dijo: Seguidme, porque el SEÑOR ha entregado vuestros enemigos los moabitas en vuestras manos. Y descendieron en pos de él, y tomaron los vados del Jordán a Moab, y no dejaron pasar a ninguno.

En aquella ocasión mataron a unos diez mil moabitas, todos hombres robustos y valientes; ninguno escapó.

Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se levantó, y dijeron: Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni nos apartaremos cada uno a su casa,

Y los varones de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a los de Benjamín por mujer.

Y dijeron: ¿Hay alguno de las tribus de Israel que no haya subido al SEÑOR en Mizpa? Y hallaron que ninguno de Jabes-galaad había venido al campamento ni a la reunión.

Porque cuando contaron al pueblo, he aquí, ninguno de los habitantes de Jabes-galaad estaba allí.

Por tanto, hasta hoy, ni los sacerdotes de Dagón ni ninguno de los que entran en el templo de Dagón, pisan el umbral de Dagón en Asdod.

Y Saúl dijo: No morirá hoy ninguno, porque hoy ha obrado el SEÑOR salvación en Israel.

Así aconteció que el día de la batalla no se halló espada ni lanza en la mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían.

Entró, pues, el pueblo en el bosque, y he aquí que la miel corría; mas ninguno hubo que llegara la mano a su boca; porque el pueblo temía el juramento.

Y dijo Saúl: Descendamos de noche contra los filisteos, y los saquearemos hasta la mañana, y no dejaremos de ellos ninguno. Y ellos dijeron: Haz lo que bien te pareciere. Dijo luego el sacerdote: Acerquémonos aquí a Dios.

¿Acaso comencé hoy a consultar a Dios por él? Lejos esté esto de mí. No culpe el rey de nada a su siervo {ni} a ninguno de la casa de mi padre, porque tu siervo no sabe nada de todo este asunto.

En aquel punto cayó Saúl en tierra cuan grande era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; que no quedó en él esfuerzo ninguno, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan.

Y los hirió David desde aquella madrugada hasta la tarde del día; y no escapó de ellos ninguno, sino cuatrocientos jóvenes, que habían subido en camellos y huyeron.

Y estando aún ellos en el camino, llegó a David el rumor que decía: Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey, que ninguno de ellos ha quedado.

Y no había en todo Israel ninguno tan alabado por su hermosura como Absalón; desde la planta de su pie hasta la coronilla no había en él defecto.

Y David dijo a todos sus siervos que {estaban} con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos, porque {si no,} ninguno de nosotros escapará de Absalón. Id de prisa, no sea que nos alcance pronto, traiga desgracia sobre nosotros y hiera la ciudad a filo de espada.

Entonces David y todo el pueblo que {estaba} con él se levantaron y pasaron el Jordán; ya al amanecer no quedaba ninguno que no hubiera pasado el Jordán.

Y el hombre dijo a Joab: Aunque yo me pesara en mis manos mil siclos de plata, no extendería yo mi mano contra el hijo del rey; porque nosotros lo oímos cuando el rey te mandó a ti, a Abisai y a Itai, diciendo: Mirad que ninguno toque al joven Absalón.

he aquí, he hecho conforme a tus palabras. He aquí, te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti.

Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria; tal, que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días.

Y aconteció al tercer día después que yo parí, que ésta parió también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa.

Manda pues ahora que me corten cedros del Líbano; y mis siervos estarán con los tuyos, y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres; porque tú sabes bien, que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar la madera como los sidonios.

Mas a ninguno de los hijos de Israel impuso Salomón servicio, sino que eran hombres de guerra, o sus criados, o sus príncipes, o sus capitanes, o príncipes de sus carros, o su gente de a caballo.

Y todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y asimismo toda la vajilla de la casa del bosque del Líbano era de oro puro; ninguno era de plata; en tiempo de Salomón la plata no era de estima.

Y subió Baasa rey de Israel contra Judá, y edificó a Ramá, para no dejar salir ni entrar a ninguno de Asa, rey de Judá.

Entonces el rey Asa convocó a todo Judá, sin exceptuar ninguno; y quitaron de Ramá la piedra y la madera con que Baasa edificaba, y edificó el rey Asa con ello a Geba de Benjamín, y a Mizpa.

Y sucedió que en cuanto fue rey, hirió a toda la casa de Jeroboam. No dejó con vida a ninguno de los de Jeroboam, hasta destruirlos, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de su siervo Ahías silonita,

Y les dijo Elías: Prended a los profetas de Baal, que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los mató.

(A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo delante de los ojos del SEÑOR; porque Jezabel su mujer lo incitaba.

Pero se había vuelto el rey Joram a Jezreel, para curarse de las heridas que los sirios le habían hecho, peleando contra Hazael rey de Siria). Y Jehú dijo: Si es vuestra voluntad, ninguno escape de la ciudad, para ir a dar las nuevas en Jezreel.

Y el mayordomo, y el presidente de la ciudad, y los ancianos, y los ayos, enviaron a decir a Jehú: Siervos tuyos somos, y haremos todo lo que nos mandares; no elegiremos por rey a ninguno; mas tú harás lo que bien te pareciere.

Mató entonces Jehú a todos los que habían quedado de la casa de Acab en Jezreel, y a todos sus principales, y a todos sus familiares, y a sus sacerdotes, hasta que no le quedó ninguno.

Entonces él dijo: Prendedlos vivos. Y después que los tomaron vivos, los degollaron junto al pozo de la casa de esquileo, cuarenta y dos varones, sin dejar ninguno de ellos.

Llamadme, pues, luego a todos los profetas de Baal, a todos sus siervos, y a todos sus sacerdotes; que no falte ninguno, porque tengo un gran sacrifico para Baal; cualquiera que faltare, no vivirá. Esto hacía Jehú con astucia, para destruir a los que servían a Baal.

Y envió Jehú por todo Israel, y vinieron todos los siervos de Baal, de modo que no faltó ninguno que no viniera. Y entraron en la casa de Baal, y la casa de Baal se llenó de extremo a extremo.

Y entró Jehú en la casa de Baal con Jonadab, hijo de Recab; y dijo a los adoradores de Baal: Buscad y ved que no haya aquí con vosotros ninguno de los siervos del SEÑOR, sino sólo los adoradores de Baal.

Y después que acabaron ellos de hacer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia y a los capitanes: Entrad, y matadlos; que no escape ninguno. Y los hirieron a espada; y los dejaron tendidos los de la guardia y los capitanes, y fueron hasta la ciudad de la casa de Baal,

Entonces el varón de Dios, enojado con él, le dijo: A herir cinco o seis veces, herirías a Siria, hasta no quedar ninguno; pero ahora tres veces herirás a Siria.

Confió en el SEÑOR, Dios de Israel; y después de él, no hubo ninguno como él entre todos los reyes de Judá, ni {entre los} que fueron antes de él,

Asimismo profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasara su hijo o su hija por fuego a Moloc.

Y él dijo: Dejadlo; ninguno mueva sus huesos; y así fueron salvados sus huesos, y los huesos del profeta que había venido de Samaria.

{En verdad} que tal Pascua no se había celebrado desde los días de los jueces que gobernaban a Israel, ni en ninguno de los días de los reyes de Israel y de los reyes de Judá.

Y también los levitas no llevarán más el tabernáculo ni ninguno de sus utensilios para su servicio.

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