'Para' en la Biblia
No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dijo el SEÑOR.
Mira que te he puesto en este día sobre gentiles y sobre reinos, para arrancar y para destruir, y para echar a perder y para derribar, y para edificar y para plantar.
Y me dijo el SEÑOR: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.
Tú, pues, ciñe tus lomos, y te levantarás, y les hablarás todo lo que te mandare; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos.
Y pelearán contra ti, mas no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice el SEÑOR, para librarte.
`Santo era Israel para el SEÑOR, primicias de su cosecha; todos los que comían de ella se hacían culpables; el mal venía sobre ellos' --declara el SEÑOR."
Así dice el SEÑOR: ¿Qué injusticia hallaron en mí vuestros padres, para que se alejaran de mí y anduvieran tras lo vano y se hicieran vanos?
Y os metí en tierra del Carmelo, para que comieseis su fruto y su bien; mas entrasteis, y contaminasteis mi tierra, e hicisteis abominable mi heredad.
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no detienen aguas.
Ahora, pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto? ¿Para qué bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria? ¿Para qué bebas agua del Río (Eufrates)?
¿Y dónde están tus dioses que hiciste para ti? Levántense, a ver si te podrán librar en el tiempo de tu aflicción; porque según el número de tus ciudades, oh Judá, fueron tus dioses.
¿Oh generación, atended a la palabra del SEÑOR! ¿He sido yo un desierto para Israel, o una tierra de densa oscuridad? ¿Por qué dice mi pueblo: ``Vaguemos {libremente;} no vendremos más a ti"?
¿Para qué abonas tu camino para hallar amor, pues aun a las malvadas enseñaste tus caminos?
¿Para qué discurres tanto, mudando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria.
Alza tus ojos a los altos, y ve en qué lugar no te hayas publicado; para ellos te sentabas en los caminos, como árabe en el desierto; y con tus fornicaciones y con tu malicia has contaminado la tierra.
¿Por ventura guardará su enojo para siempre? ¿Eternalmente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.
Ve, y clama estas palabras hacia el aquilón, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dijo el SEÑOR; no haré caer mi ira sobre vosotros, porque Misericordioso soy, dijo el SEÑOR, ni guardaré para siempre el enojo.
SI te has de convertir, oh Israel, dice Jehová, conviértete á mí; y si quitares de delante de mí tus abominaciones, no andarás de acá para allá.
Porque así dijo el SEÑOR a todo varón de Judá y de Jerusalén: Haced barbecho para vosotros, y no sembréis sobre espinas.
Circuncidaos para el SEÑOR, y quitad los prepucios de vuestros corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén, no sea que mi furor salga como fuego y arda y no haya quien {lo} apague, a causa de la maldad de vuestras obras.
El león sube de su guarida, y el destruidor de gentiles ha partido; salió de su asiento para poner tu tierra en soledad; tus ciudades serán asoladas sin morador.
En aquel tiempo se dirá de este pueblo y de Jerusalén: Viento seco de las alturas del desierto vino a la hija de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar.
un viento demasiado fuerte para esto, vendrá a mi mandato. Ahora yo pronunciaré juicios contra ellos.
Lava tu corazón de la malicia, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo dejarás estar en medio de ti los pensamientos de tu iniquidad?
Porque mi pueblo es loco; no me conocieron los hijos ignorantes y los no entendidos; sabios para mal hacer, y para bien hacer no supieron.
``Y no dicen en su corazón: `Temamos ahora al SEÑOR nuestro Dios, que da la lluvia a su tiempo, tanto la lluvia de otoño como la de primavera, y que reserva para nosotros las semanas establecidas de la cosecha.'
Porque fueron hallados en mi pueblo impíos; asechaban como quien pone lazos; asentaron la perdición para tomar hombres.
``Han engordado y se han puesto lustrosos. También sobrepasan en obras de maldad; no defienden la causa, la causa del huérfano, para que prospere, ni defienden los derechos del pobre.
Castiga Jerusalén, para que por ventura no sea descoyuntado mi alma de ti, para que por ventura no te torne desierta, tierra no habitada.
¿A quién tengo que hablar y amonestar, para que oigan? He aquí que sus orejas son incircuncisas, y no pueden escuchar. He aquí que la palabra del SEÑOR les es cosa vergonzosa; no la aman.
Así dijo el SEÑOR: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.
¿A qué viene para mí este incienso de Seba, y la buena caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no son a mi voluntad, ni vuestros sacrificios me dan gusto.
Arco y escudo arrebatarán; crueles son, que no tendrán misericordia; sonará la voz de ellos como el mar, y montarán a caballo como varones dispuestos para la guerra, contra ti, oh hija de Sion.
Te he puesto como observador {y} como examinador entre mi pueblo, para que conozcas y examines su conducta.
Ponte a la puerta de la Casa del SEÑOR, y predica allí esta palabra, y di: Oíd palabra del SEÑOR, todo Judá, los que entráis por estas puertas para adorar al SEÑOR.
ni oprimiereis al peregrino, al huérfano, y a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro;
Os haré morar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre.
para robar, matar, cometer adulterio, jurar falsamente, ofrecer sacrificios a Baal y andar en pos de otros dioses que no habíais conocido.
vendréis y os pondréis delante de mí en esta Casa sobre la cual es llamado mi nombre, y diréis: Libres somos para hacer todas estas abominaciones?
Ahora, pues, por cuanto habéis vosotros hecho todas estas obras, dijo el SEÑOR, y bien que os hablé, madrugando para hablar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis;
Los hijos cogen la leña, y los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.
¿Por ventura me provocarán ellos a ira, dijo el SEÑOR, y no antes a ellos mismos para confusión de sus rostros?
mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mandare, para que os vaya bien.
Y edificaron los altos de Tofet, que es en el valle de Ben-Hinom, para quemar en fuego sus hijos y sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón.
Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante.
¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?
¡Oh, si mi cabeza se tornara aguas, y mis ojos fuentes de aguas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!
¡Oh, quién me diera en el desierto un mesón de caminantes, para que dejara mi pueblo, y de ellos me apartara! Porque todos ellos son adúlteros, congregación de rebeldes.
Tensan su lengua como su arco, para lanzar mentiras; pero no son valientes para la verdad en la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido, dice Jehová.
¿Quién es varón sabio que entienda esto? ¿Y a quién habló la boca del SEÑOR, para que pueda declararlo? ¿Por qué causa la tierra ha perecido, ha sido asolada como desierto, que no hay quien pase?
que se apresuren y eleven una lamentación por nosotros, para que derramen lágrimas nuestros ojos y fluya agua de nuestros párpados.
Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios; para talar los niños de las calles, los jóvenes de las plazas.
Con plata y oro lo engalanan; con clavos y martillo lo afirman, para que no se caiga.
Como palma lo igualan, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos; porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
Cuando El emite su voz, {hay} estruendo de aguas en los cielos; El hace subir las nubes desde los extremos de la tierra, hace los relámpagos para la lluvia y saca el viento de sus depósitos.
Porque así dijo el SEÑOR: He aquí que esta vez arrojaré con honda los moradores de la tierra, y he de afligirlos, para que lo hallen.
He aquí que voz de fama viene, y alboroto grande de la tierra del aquilón, para tornar en soledad todas las ciudades de Judá, en morada de dragones.
Castígame, oh SEÑOR, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles.
para que confirme el juramento que hice a vuestros padres, que les daría la tierra que corre leche y miel, como este día. Y respondí, y dije: Amén, oh SEÑOR.
Se han vuelto a las iniquidades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis palabras, antes se fueron tras dioses ajenos para servirles; la Casa de Israel y la Casa de Judá invalidaron mi Pacto, el cual yo había concertado con sus padres.
Porque según el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh Judá; y según el número de tus calles, oh Jerusalén, pusisteis los altares de confusión, altares para ofrecer sahumerios a Baal.
¿Qué derecho tiene mi amada en mi casa cuando ha hecho tantas vilezas? ¿Puede la carne consagrada quitar de ti tu calamidad para {que} puedas regocijarte?
Pero yo era como un cordero manso llevado al matadero, y no sabía que tramaban intrigas contra mí, {diciendo:} Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no se recuerde más su nombre.
Por tanto, así dice el SEÑOR en cuanto a los hombres de Anatot que buscan tu vida, diciendo: No profetices en el nombre del SEÑOR, para que no mueras a manos nuestras;
Y tú, oh SEÑOR, me conoces; me viste, y probaste mi corazón para contigo; arráncalos como a ovejas para el degolladero, y señálalos para el día de la matanza.
Fue para mí mi heredad como león en breña; contra mí dio su voz; por tanto la aborrecí.
¿Es acaso mi heredad para mí como ave de rapiña de varios colores? ¿Están las aves de rapiña por todos lados contra ella? Id, reunid a todas las bestias del campo, traedlas para que {la} devoren.
Sobre todos los lugares altos del desierto vinieron disipadores; porque la espada del SEÑOR devorará desde un extremo de la tierra hasta el otro; no hay paz para ninguna carne.
Y será que, si cuidadosamente aprendieren los caminos de mi pueblo, para jurar en mi Nombre, diciendo: Vive el SEÑOR, así como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal; ellos serán prosperados en medio de mi pueblo.
Entonces fui al Eufrates, y cavé, y tomé el cinto del lugar donde lo había escondido; y he aquí que el cinto se había podrido; para ninguna cosa era bueno.
A este pueblo malo, que no quiere oír mis palabras, que anda en las imaginaciones de su corazón, y se fue en pos de dioses ajenos para servirles, y para encorvarse a ellos; y vendrá a ser como este cinto, que para ninguna cosa es bueno.
Porque como el cinto se junta a los lomos del hombre, así hice juntar a mí toda la Casa de Israel y toda la Casa de Judá, dice el SEÑOR, para que me fueran por pueblo y por fama, y por alabanza y por honra; pero no escucharon.
y los quebrantaré el uno con el otro, los padres con los hijos juntamente, dice el SEÑOR: no perdonaré, ni tendré piedad, ni misericordia para no destruirlos.
¿Qué dirás cuando El ponga sobre ti (a los que tú mismo habías enseñado) a antiguos compañeros para ser cabeza tuya? ¿No te vendrán dolores como de mujer de parto?
Esta es tu suerte, la porción que ya he medido para ti --declara el SEÑOR-- porque me has olvidado, y has confiado en la mentira.
Por lo cual yo también te levantaré las faldas sobre tu rostro, para que se vea tu vergüenza.
Oh esperanza de Israel, Guardador suyo en el tiempo de la aflicción, ¿por qué has de ser como peregrino en la tierra, y como caminante que se aparta para tener la noche?
Y me dijo el SEÑOR: No ruegues por este pueblo para bien.
¿Has desechado por completo a Judá, o ha aborrecido tu alma a Sion? ¿Por qué nos has herido sin que haya curación para nosotros? Esperábamos paz, y no hubo bien alguno; tiempo de curación, y he aquí, terror.
Y será que cuando te digan: `` ¿Adónde iremos?", les responderás: ``Así dice el SEÑOR: `Los {destinados} para la muerte, a la muerte; los {destinados} para la espada, a la espada; los {destinados} para el hambre, al hambre, y los {destinados} para el cautiverio, al cautiverio.'"
Y visitaré sobre ellos cuatro géneros de males, dijo el SEÑOR: espada para matar, y perros para despedazar, y aves del cielo y bestias de la tierra, para devorar y para disipar.
Y los entregaré para que sean zarandeados por todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés hijo de Ezequías rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén.
Porque, ¿quién se compadecerá de ti, oh Jerusalén? ¿Quién llorará por ti, o quién se apartará {de su camino} para preguntar por tu bienestar?
¿Ay de mí, madre mía, porque me diste a luz {como} hombre de contienda y hombre de discordia para toda la tierra! No he prestado ni me han prestado, {y} todos me maldicen.
El SEÑOR dijo: Ciertamente te libraré para bien; ciertamente haré que el enemigo te haga súplica en tiempo de calamidad y en tiempo de angustia.
Cuando se presentaban tus palabras, yo las comía; tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, porque se me llamaba por tu nombre, oh SEÑOR, Dios de los ejércitos.
¿Por qué fué perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió cura? ¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables?
Y te daré a este pueblo por fuerte muro de bronce, y pelearán contra ti, y no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dijo el SEÑOR.
No tomarás para ti mujer, ni tendrás hijos ni hijas en este lugar.
De dolorosas enfermedades morirán; no serán endechados ni enterrados; serán por muladar sobre la faz de la tierra; y con espada y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos serán para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra.
ni por ellos partirán pan por luto, para consolarlos de su muerte; ni les darán a beber vaso de consolaciones por su padre o por su madre.
Asimismo no entres en casa de convite, para sentarte con ellos a comer o a beber.
¿Hará por ventura el hombre dioses para sí? Mas ellos no serán dioses.
para que sus hijos se acuerden de sus altares y de sus bosques, junto a los árboles verdes y en los collados altos.
Y habrá remisión en ti de tu heredad, la cual yo te di, y te haré servir a tus enemigos en tierra que no conociste; porque fuego habéis encendido en mi furor, para siempre arderá.
Yo soy el SEÑOR, que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
No seas para mí terror; tú eres mi refugio en el día de calamidad.
Así dijo el SEÑOR: Guardaos por vuestras vidas, y no traigáis carga en el día del sábado, para meter por las puertas de Jerusalén;
los cuales no oyeron, ni inclinaron su oído, antes endurecieron su cerviz, para no oír, ni recibir corrección.
Entrarán por las puertas de esta ciudad, los reyes y los príncipes, que se sientan sobre el trono de David, en carros y en caballos, ellos y sus príncipes, los varones de Judá, y los moradores de Jerusalén; y esta ciudad será habitada para siempre.
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