'Perverso' en la Biblia
"Cuídate de que no haya pensamiento perverso en tu corazón, diciendo: `El séptimo año, el año de remisión, está cerca,' y mires con malos ojos a tu hermano pobre, y no le des nada; porque él podrá clamar al SEÑOR contra ti, y esto te será pecado.
Con el puro eres puro, Y con el perverso eres sagaz.
Pero cuando esto llegó al conocimiento del rey, {éste} ordenó por carta que el perverso plan que Amán había tramado contra los Judíos recayera sobre su cabeza, y que él y sus hijos fueran colgados en la horca.
En cuyos ojos el perverso es despreciado, pero honra a los que temen al SEÑOR; {El que aun} jurando en perjuicio propio, no cambia;
Con el puro eres puro, Y con el perverso eres sagaz.
El corazón perverso se alejará de mí; No conoceré maldad.
Porque el {hombre} perverso es abominación para el SEÑOR; Pero El es amigo íntimo de los rectos.
Conforme a la justicia son todas las palabras de mi boca, No hay en ellas nada torcido ni perverso.
Los labios del justo dan a conocer lo agradable, Pero la boca de los impíos, lo perverso.
Los de corazón perverso son abominación al SEÑOR, Pero los de camino intachable son Su deleite.
El hombre será alabado conforme a su discernimiento, Pero el perverso de corazón será despreciado.
El mensajero perverso cae en la adversidad, Pero el enviado fiel {trae} sanidad.
El hombre perverso provoca pleitos, Y el chismoso separa a los mejores amigos.
El de corazón perverso nunca encuentra el bien, Y el de lengua pervertida cae en el mal.
El testigo perverso se burla de la justicia, Y la boca de los impíos esparce iniquidad.
Espinos {y} lazos hay en el camino del perverso; El que cuida su alma se alejará de ellos.
{Como} vasija de barro revestida de escoria de plata, Así son los labios ardientes y el corazón perverso.
Mejor es el pobre que anda en su integridad Que el que es perverso, aunque sea rico.
{Cual} león rugiente y oso agresivo Es el gobernante perverso sobre el pueblo pobre.
De ti ha salido El que ha tramado el mal contra el SEÑOR, Un consejero perverso.
sabiendo que el tal es perverso y está pecando, habiéndose condenado a sí mismo.