'Razones' en la Biblia
Mas el rey de los hijos de Amón no oyó las razones de Jefté que le envió.
Y estando tú aún hablando con el rey, yo entraré tras ti, y confirmaré tus razones.
¿Disputará con palabras inútiles, y con razones sin provecho?
He aquí yo he esperado á vuestras razones, He escuchado vuestros argumentos, En tanto que buscabais palabras.
Y aun os he considerado, y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya a Job, y responda a sus razones.
Ahora bien, él no dirigió a mí sus palabras, ni yo le responderé con vuestras razones.
Por tanto, Job, oye ahora mis razones, y escucha todas mis palabras.
Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y mis labios proferirán conocimiento puro.
¿Por qué tomaste pleito contra él? Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones.
Que si tuvieres razones, respóndeme; Habla, porque yo te quiero justificar.
Yo te responderé razones, y a tus compañeros contigo.
Espérame un poco, y enseñarte he; Porque todavía tengo razones en orden á Dios.
Oh Dios, oye mi oración; escucha las razones de mi boca.
Para conocer sabiduría y castigo; para entender las razones prudentes;
clama en los principales lugares de concurso; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones:
Y él me enseñaba, y me decía: Sustente tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirás.
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
Oye, hijo mío, y recibe mis razones; y se te multiplicarán años de vida.
Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones.
Ahora pues, hijos, oídme, y no os apartéis de las razones de mi boca.
enlazado eres con las palabras de tu boca, y preso con las razones de tu boca.
Hijo mío, guarda mis razones, y encierra contigo mis mandamientos.
Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca.
En justicia son todas las razones de mi boca; no hay en ellas cosa perversa ni torcida.
Cesa, hijo mío, de oír la enseñanza que induce a divagar de las razones de sabiduría.
para hacerte saber la certidumbre de las razones verdaderas, para que puedas responder razones de verdad a los que a ti enviaren?
No hables a oídos del loco; porque menospreciará la prudencia de tus razones.