'Un' en la Biblia
y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no pusiesen los ojos en el fin de aquello que había de ser abolido.
Por tanto, nosotros todos, mirando con cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen, de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor.
Porque nuestra leve aflicción, la cual es momentánea, produce en nosotros un inmensurable y eterno peso de gloria;
Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en el cielo.
Porque aunque os contristé con la carta, no me arrepiento, bien que me arrepentí; porque veo que aquella carta, aunque por un poco de tiempo, os contristó.
¡Quiera Dios que toleraseis un poco mi locura! En verdad, toleradme.
Porque os celo con celo de Dios; porque os he desposado a un esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.
Otra vez digo: Que nadie me tenga por loco; de otra manera, recibidme aun como a loco, para que me gloríe yo un poquito.
Tres veces fui azotado con varas; una vez apedreado; tres veces padecí naufragio; una noche y un día estuve en las profundidades;
y fui descolgado del muro en un canasto por una ventana, y escapé de sus manos.
Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
Y para que no me enaltezca desmedidamente por la grandeza de las revelaciones, me es dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.
Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis; pues yo debía de ser alabado por vosotros; porque en nada soy menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.
Rogué a Tito, y envié con él un hermano. ¿Os engañó quizá Tito? ¿No hemos procedido con el mismo espíritu, y en las mismas pisadas?