'Viejo' en la Biblia
Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite? Así mismo mi señor es ya viejo.
Y antes que se acostaran, cercaron la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo;
Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra.
Y Abraham era ya viejo, y bien entrado en días; y el SEÑOR había bendecido a Abraham en todo.
Y dijo Abraham a su siervo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,
Y aconteció que siendo ya viejo Isaac, y sus ojos demasiado débiles para ver, llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él le respondió: Heme aquí.
Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte.
Y expiró Isaac y murió, y fue recogido a su pueblo, viejo y lleno de días; y lo sepultaron Esaú y Jacob sus hijos.
Cachorro de león Judá: de la presa subiste, hijo mío; se encorvó, se echó como león, Así como león viejo, ¿quién lo despertará?
Y siendo Josué ya viejo, entrado en días, el SEÑOR le dijo: Tú eres ya viejo, de edad avanzada, y queda aún muchísima tierra por poseer.
Y aconteció, pasados muchos días después que el SEÑOR dio reposo a Israel de todos sus enemigos al contorno, que Josué, era viejo, y entrado en días.
Y Josué llamó a todo Israel, a sus ancianos, a sus príncipes, a sus jueces y a sus oficiales, y les dijo: Yo soy ya viejo y entrado en días;
Y he aquí un hombre viejo, que a la tarde venía del campo de trabajar; el cual era también del monte de Efraín, y moraba como peregrino en Gabaa, pero los moradores de aquel lugar eran hijos de Jemini (Benjamín).
Y alzando el viejo los ojos, vio a aquel viajante en la plaza de la ciudad, y le dijo: ¿A dónde vas, y de dónde vienes?
Y el hombre viejo dijo: Paz sea contigo; tu necesidad toda sea solamente a mi cargo, con tal que no tengas la noche en la plaza.
Y cuando estaban alegrando sus corazones, he aquí, que los hombres de aquella ciudad, que eran hombres hijos de Belial, cercaron la casa, y golpearon las puertas, diciendo al hombre viejo señor de la casa: Saca fuera el hombre que ha entrado en tu casa, para que le conozcamos.
Elí empero era muy viejo, y oía todo lo que sus hijos hacían a todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo del testimonio.
He aquí, vienen días, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa.
Y verás competidor en mi tabernáculo, en todas las cosas en que hiciere bien a Israel; y en ningún tiempo habrá viejo en tu casa.
Y aconteció que cuando él hizo mención del arca de Dios, Elí cayó hacia atrás de la silla junto al lugar de la puerta, y se le quebró la cerviz, y murió; porque era hombre viejo y pesado. Y había juzgado a Israel cuarenta años.
Y aconteció que cuando Samuel se hizo viejo, puso a sus hijos por jueces sobre Israel.
Ahora, pues, he aquí vuestro rey va delante de vosotros. Yo soy ya viejo y cano; mas mis hijos están con vosotros, y yo he andado delante de vosotros desde mi juventud hasta este día.
Y David era hijo de un varón efrateo de Belén de Judá, cuyo nombre era Jessé, el cual tenía ocho hijos; y era este hombre en el tiempo de Saúl, viejo, y de gran edad entre los hombres.
Y era Barzilai muy viejo, de ochenta años, el cual había dado provisión al rey cuando estaba en Mahanaim, porque era hombre muy rico.
Cuando el rey David era viejo, y entrado en días, le cubrían de vestidos, mas no se calentaba.
Entonces Betsabé entró al rey a la cámara; y el rey era muy viejo; y Abisag, la sunamita servía al rey.
Y ya que Salomón era viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos; y su corazón no era perfecto con el SEÑOR su Dios, como el corazón de su padre David.
Y moraba en Bet-el un viejo profeta, al cual unieron sus hijos, y le contó todo lo que el varón de Dios había hecho aquel día en Bet-el; y contaron también a su padre las palabras que había hablado al rey.
Y he aquí unos que pasaban, y vieron el cuerpo que estaba echado en el camino, y el león que estaba junto al cuerpo; y vinieron, y lo dijeron en la ciudad donde el viejo profeta habitaba.
Y tomando el profeta el cuerpo del varón de Dios, lo puso sobre el asno, y se lo llevó. Y el profeta viejo vino a la ciudad, para endecharle y enterrarle.
Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí ella no tiene hijo, y su marido es viejo.
Siendo, pues, David ya viejo y lleno de días, hizo a Salomón su hijo rey sobre Israel.
Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la Casa de su santuario, sin perdonar joven, ni doncella, ni viejo, ni decrépito; todos los entregó en sus manos.
Y fueron enviadas cartas por mano de los correos a todas las provincias del rey, para destruir, matar, y echar a perder a todos los judíos, desde el niño hasta el viejo, niños y mujeres en un día, en el trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y para apoderarse de su despojo.
El león viejo perece por falta de presa, y los hijos del león son esparcidos.
Entre nosotros también hay cano, también hay viejo, mayor en días que tu padre.
Murió pues Job viejo, y lleno de días.
Yo fui joven, y ya soy viejo, y no he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando pan.
Instruye al niño en su carrera; aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.
Mejor es el niño pobre y sabio, que el rey viejo y loco que no puede ser avisado.
Y el pueblo hará violencia los unos a los otros, cada cual contra su vecino; el niño se levantará contra el viejo, y el villano contra el noble.
El viejo y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, éste es cola.
Hicisteis un depósito entre las dos murallas para las aguas del estanque viejo. Pero no confiasteis en el que lo hizo, ni considerasteis al que hace mucho tiempo lo planeó.
Me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad, y los entregué en tu mano; no les hiciste misericordias; sobre el viejo agravaste mucho tu yugo.
No habrá más allí niño de días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años; y al que de cien años pecare, será maldito.
Por tanto, estoy lleno de la furia del SEÑOR, he trabajado por contenerme de derramarla sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes juntamente; porque el marido también será preso con la mujer, el viejo con el lleno de días.
contigo destrozaré al hombre y a la mujer, contigo destrozaré al viejo y al joven, contigo destrozaré al mancebo y a la virgen,
Y nadie echa remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque el tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
Nadie echa remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera el mismo remiendo nuevo tira del viejo, y la rotura se hace peor.
Y dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer avanzada en días.
Y les decía también una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar un vestido viejo; pues si lo hace, rompe el nuevo, y el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo.
Le dice Nicodemo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y nacer?
De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te pasará donde no quieras.
convencidos que nuestro viejo hombre juntamente fue colgado en el madero con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado.
a que dejéis, en cuanto a la pasada manera de vivir; es a saber el viejo hombre que se corrompe conforme a los deseos del error;
No mintáis los unos a los otros, despojándoos del viejo hombre con sus hechos,
Ruégo te más bien por amor, siendo tal cual soy, Pablo viejo, y aun ahora prisionero de Jesucristo:
Diciéndolo nuevo, dio por viejo al primero; y lo que decae y se envejece, cerca está de desvanecerse.
Y si no perdonó al mundo viejo, mas guardó á Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de malvados;