Isaías 43:23

No me trajiste a mí los animales de tus holocaustos, ni a mí me honraste con tus sacrificios; no te hice servir con presente, ni te hice fatigar con incienso.

Amós 5:25

¿Me habéis ofrecido sacrificios y presentes en el desierto en cuarenta años, casa de Israel?

Zacarías 7:5-6

Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí?

Levítico 2:1

Y cuando alguna persona ofreciere oblación de presente a Jehová, su ofrenda será flor de harina, sobre la cual echará aceite, y pondrá sobre ella incienso:

Proverbios 15:8

El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; mas la oración de los rectos es su gozo.

Proverbios 21:27

El sacrificio de los impíos es abominación: ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad!

Isaías 1:11-15

¿Para qué me sirven a mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.

Isaías 66:3

El que sacrifica buey, es como si matase un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que ofrece presente, como si ofreciese sangre de puerco; el que quema incienso, como si bendijese a un ídolo. Y porque han escogido sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones,

Jeremías 7:22

Porque no hablé yo con vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, ni les di mandamiento acerca de holocaustos y de víctimas:

Amós 5:21-22

Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me darán buen olor vuestras asambleas.

Malaquías 1:6-8

El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo Padre, ¿dónde está mi honra? y si soy Señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?

Malaquías 1:13-14

Además dijisteis: ¡Oh qué fastidio! y lo despreciasteis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré eso de vuestra mano? dice Jehová.

Malaquías 3:8

¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En los diezmos y las ofrendas.

Mateo 11:30

Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)