Juan 11:21

Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.

Juan 11:32

Y cuando María llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.

Juan 11:37

Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía Éste, que abrió los ojos al ciego, hacer también que éste no muriera?

1 Reyes 17:18

Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer en memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo?

Salmos 78:19

Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá Dios poner mesa en el desierto?

Salmos 78:41

Y volvían, y tentaban a Dios, y ponían límite al Santo de Israel.

Mateo 9:18

Hablándoles Él estas cosas, he aquí vino un principal y le adoró, diciendo: Mi hija ahora estará muerta; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.

Lucas 7:6-10

Entonces Jesús fue con ellos. Y cuando ya no estaban lejos de su casa, el centurión le envió unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo;

Lucas 7:13-15

Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.

Lucas 8:49-55

Hablando aún Él, vino uno del príncipe de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto, no molestes más al Maestro.

Juan 4:47-49

Éste, cuando oyó que Jesús venía de Judea a Galilea, vino a Él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, porque estaba a punto de morir.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)