'Los hijos de Israel' en la Biblia
Estas son las heredades que Eleazar sacerdote, y Josué hijo de Nun, y los principales de los padres, entregaron por suerte en posesión a las tribus de los hijos de Israel en Silo delante del SEÑOR, a la entrada del tabernáculo del testimonio; y así acabaron de repartir la tierra.
Habla a los hijos de Israel, diciendo: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por Moisés;
Estas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morara entre ellos, para que se acogiera a ellas cualquiera que hiriera hombre por yerro; para que no muriera por mano del vengador \'
Y los principales de los padres de los levitas vinieron a Eleazar sacerdote, y a Josué hijo de Nun, y a los principales de los padres de las tribus de los hijos de Israel;
Entonces los hijos de Israel dieron a los levitas de sus posesiones, conforme a la palabra del SEÑOR, estas villas con sus ejidos.
Y así dieron por suerte los hijos de Israel a los levitas estas villas con sus ejidos, como el SEÑOR lo había mandado por Moisés.
Y todas la villas de los levitas en medio de la posesión de los hijos de Israel, fueron cuarenta y ocho villas con sus ejidos.
Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, se volvieron partiendo de los hijos de Israel, de Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de sus posesiones, de la cual eran poseedores, según palabra del SEÑOR por mano de Moisés.
Y los hijos de Israel oyeron decir como los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, habían edificado un altar delante de la tierra de Canaán, en los términos del Jordán, al paso de los hijos de Israel.
Lo cual cuando los hijos de Israel oyeron, se juntó toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear contra ellos.
Y enviaron los hijos de Israel a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés en la tierra de Galaad, a Finees hijo de Eleazar sacerdote,
Y dijo Finees hijo del sacerdote Eleazar, a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad, y a los hijos de Manasés: Hoy hemos entendido que el SEÑOR está entre nosotros, pues que no habéis intentado esta traición contra el SEÑOR. Ahora habéis librado a los hijos de Israel de la ira del SEÑOR.
Y Finees hijo del sacerdote Eleazar, y los príncipes, se volvieron de los hijos de Rubén, y de los hijos de Gad, de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel; a los cuales dieron la respuesta.
Y el negocio agradó a los hijos de Israel, y bendijeron a Dios los hijos de Israel; y no hablaron más de subir contra ellos en guerra, para destruir la tierra en que habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad.
Y enterraron en Siquem los huesos de José que los hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien corderas; y fue en posesión a los hijos de José.
Y aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron al SEÑOR, diciendo: ¿Quién subirá por nosotros primero a pelear contra los cananeos?
Y cuando el ángel del SEÑOR habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo lloró en alta voz.
Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su herencia para poseer la tierra.
Y los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR, y sirvieron a los baales.
solamente los dejó para que el linaje de los hijos de Israel conociera, y para enseñarlos en la guerra, solamente a los que antes no la habían conocido:
Y como los hijos de Israel habitaban entre los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos, y jebuseos,
Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos del SEÑOR; y olvidados del SEÑOR su Dios, sirvieron a los baales, y a los bosques.
Y la saña del SEÑOR se encendió contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años.
Y clamaron los hijos de Israel al SEÑOR; y el SEÑOR despertó un salvador a los hijos de Israel y los libró; es a saber, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb.
Y volvieron los hijos de Israel a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR; y el SEÑOR esforzó a Eglón rey de Moab contra Israel, por cuanto habían hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR.
Y sirvieron los hijos de Israel a Eglón rey de los moabitas dieciocho años.
Y clamaron los hijos de Israel al SEÑOR; y el SEÑOR les despertó un salvador, a Aod, hijo de Gera, hijo de Jemini, \'
Y entrando, tocó el shofar en el monte de Efraín, y los hijos de Israel descendieron con él del monte, y él iba delante de ellos.
Mas los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, después de la muerte de Aod.
Y los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, porque aquel tenía novecientos carros herrados; y había afligido en gran manera a los hijos de Israel por veinte años.
La cual Débora habitaba debajo de una palma entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.
Y aquel día sujetó Dios a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel.
Y la mano de los hijos de Israel comenzó a crecer y a fortificarse contra Jabín rey de Canaán, hasta que lo destruyeron.
Mas los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR; y el SEÑOR los entregó en las manos de Madián por siete años.
Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fuertes.
Era, pues, Israel en gran manera empobrecida por los madianitas; y los hijos de Israel clamaron al SEÑOR.
Y cuando los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, a causa de los madianitas,
el SEÑOR envió un varón profeta a los hijos de Israel, el cual les dijo: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Yo os saqué de Egipto, y de la casa de servidumbre os saqué;
Así fue quebrantado Madián delante de los hijos de Israel, y nunca más levantaron su cabeza. Y reposó la tierra cuarenta años en los días de Gedeón.
Y aconteció que cuando murió Gedeón, los hijos de Israel volvieron a fornicar en pos de los baales, y se pusieron por dios a Baal-berit.
Y no se acordaron los hijos de Israel del SEÑOR su Dios, que los había librado de todos sus enemigos alrededor;
Mas los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, y sirvieron a los baales y a Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón, y a los dioses de los filisteos; y abandonaron al SEÑOR, y no le sirvieron.
los cuales molieron y quebrantaron a los hijos de Israel en aquel tiempo por dieciocho años, a todos los hijos de Israel que estaban al otro lado del Jordán en la tierra del amorreo, que es en Galaad.
Y los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, diciendo: Nosotros hemos pecado contra ti; porque hemos abandonado a nuestro Dios, y servido a los baales.
Y el SEÑOR respondió a los hijos de Israel: ¿No habéis sido oprimidos de Egipto, de los amorreos, de los amonitas, de los filisteos,
Y los hijos de Israel respondieron al SEÑOR: Hemos pecado; haz tú con nosotros como bien te pareciere; solamente que ahora nos libres en este día.
Y juntándose los hijos de Amón, asentaron campamento en Galaad; se juntaron asimismo los hijos de Israel, y asentaron su campamento en Mizpa.
Así que, yo nada he pecado contra ti, mas tú haces mal conmigo haciéndome guerra; el SEÑOR, que es el juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón.
Y los hirió de grandísimo estrago desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades; y hasta la vega de las viñas. Así fueron dominados los amonitas delante de los hijos de Israel.
Y los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR; y el SEÑOR los entregó en mano de los filisteos, por cuarenta años.
Y su señor le respondió: No iremos a ninguna ciudad de extranjeros, que no sea de los hijos de Israel; antes pasaremos hasta Gabaa. Y dijo a su criado:
Y todo el que lo veía, decía: Jamás se ha hecho ni visto tal cosa, desde el tiempo que los hijos de Israel subieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Considerad esto, dad consejo, y hablad.
Entonces salieron todos los hijos de Israel, y se reunió la congregación como un solo hombre, desde Dan hasta Beerseba y la tierra de Galaad, al SEÑOR en Mizpa.
(Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa.) Y dijeron los hijos de Israel: Decid cómo fue esta maldad.
He aquí que todos vosotros los hijos de Israel estáis presentes; daos aquí parecer y consejo.
Entregad, pues, ahora aquellos hombres, hijos de Belial, que están en Gabaa, para que los matemos, y barramos el mal de Israel. Mas los de Benjamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel;
antes los de Benjamín se juntaron de las ciudades de Gabaa, para salir a pelear contra los hijos de Israel.
Luego se levantaron los hijos de Israel, y subieron a la Casa de Dios, y consultaron a Dios, diciendo: ¿Quién subirá de nosotros el primero en la guerra contra los hijos de Benjamín? Y el SEÑOR respondió: Judá será el primero.
Levantándose, pues, de mañana los hijos de Israel, pusieron campamento contra Gabaa.
Porque los hijos de Israel habían salido a hacer guerra contra Benjamín; y los varones de Israel ordenaron la batalla contra ellos junto a Gabaa.
Saliendo entonces de Gabaa los hijos de Benjamín, derribaron en tierra veintidós mil hombres de los hijos de Israel.
(Y los hijos de Israel subieron, y lloraron delante del SEÑOR hasta la tarde, y consultaron con el SEÑOR, diciendo: ¿Volveré a pelear con los hijos de Benjamín mi hermano? Y el SEÑOR les respondió: Subid contra él.)
Y el segundo día los hijos de Israel se acercaron a los hijos de Benjamín.
Y aquel segundo día, saliendo Benjamín de Gabaa contra ellos, derribaron por tierra otros dieciocho mil hombres de los hijos de Israel, todos los cuales sacaban espada.
Entonces subieron todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, y vinieron a la Casa de Dios; y lloraron, y se sentaron allí delante del SEÑOR, y ayunaron aquel día hasta la tarde; y sacrificaron holocaustos y pacíficos delante del SEÑOR.
Y los hijos de Israel preguntaron al SEÑOR, (porque el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días,
Subiendo entonces los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín el tercer día, ordenaron la batalla delante de Gabaa, como las otras veces.
Y los hijos de Benjamín decían: Vencidos son delante de nosotros, como antes. Mas los hijos de Israel decían: Huiremos, y los alejaremos de la ciudad hasta los caminos.
E hirió el SEÑOR a Benjamín delante de Israel; y mataron los hijos de Israel aquel día veinticinco mil cien hombres de Benjamín, todos los cuales sacaban espada.
Y vieron los hijos de Benjamín que eran derrotados; pues los hijos de Israel habían dado lugar a Benjamín, porque estaban confiados en las emboscadas que habían puesto detrás de Gabaa.
Y dijeron los hijos de Israel: ¿Quién de todas las tribus de Israel no subió a la reunión delante del SEÑOR? Porque se había hecho gran juramento contra el que no suba al SEÑOR en Mizpa, diciendo: Sufrirá muerte.
Y los hijos de Israel se arrepintieron a causa de Benjamín su hermano, y dijeron: Una tribu es hoy cortada de Israel.
Nosotros sin embargo, no les podemos dar mujeres de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado, diciendo: Maldito el que diere mujer a alguno de Benjamín.
Entonces los hijos de Israel se fueron también de allí, cada uno a su tribu y a su familia, saliendo de allí cada uno a su heredad.
Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciera sobre mi altar, y quemara incienso, y llevara efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas encendidas de los hijos de Israel.
Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y sirvieron sólo al SEÑOR.
Y juntándose en Mizpa, sacaron agua, y la derramaron delante del SEÑOR, y ayunaron aquel día, y dijeron allí: Contra el SEÑOR hemos pecado. Y juzgó Samuel a los hijos de Israel en Mizpa.
Y oyendo los filisteos que los hijos de Israel estaban reunidos en Mizpa, subieron los cardinales de los filisteos contra Israel. Lo cual cuando lo oyeron los hijos de Israel, tuvieron temor de los filisteos.
Y dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros al SEÑOR nuestro Dios, que nos salve de la mano de los filisteos.
Y aconteció que estando Samuel sacrificando el holocausto, los Filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con grande estruendo sobre los Filisteos, y desbaratólos, y fueron vencidos delante de Israel.
Y saliendo los hijos de Israel de Mizpa, siguieron á los Filisteos, hiriéndolos hasta abajo de Beth-car.
Y fueron restituídas á los hijos de Israel las ciudades que los Filisteos habían tomado á los Isrelitas, desde Ecrón hasta Gath, con sus términos: é Israel las libró de mano de los Filisteos. Y hubo paz entre Israel y el Amorrheo.
Y tenía él un hijo que se llamaba Saúl, joven y hermoso. Entre los hijos de Israel no había otro más agradable que él; de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo.
y dijo a los hijos de Israel: Así dijo el SEÑOR el Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto, y os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los reinos que os afligieron.
Y les contó en Bezec; y fueron los hijos de Israel trescientos mil, y treinta mil los varones de Judá.
Y Saúl dijo a Ahías: Trae el arca de Dios. Porque el arca de Dios estaba entonces con los hijos de Israel.
Y dijo Saúl al ceneo: Idos, apartaos, y salid de entre los de Amalec, para que por ventura no te destruya juntamente con él; porque tú hiciste misericordia con todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y el ceneo se apartó de entre los de Amalec.
Y volviendo los hijos de Israel de seguir a los filisteos, despojaron su campamento.
Ciertamente no he habitado en casas desde el día que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que he andado en tienda y en tabernáculo.
Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado palabra en alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado que apaciente mi pueblo de Israel, para decir: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedros?
Entonces el rey llamó a los gabaonitas, y les habló. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del residuo de los amorreos, a los cuales los hijos de Israel habían hecho juramento; mas Saúl había procurado matarlos con motivo de celo por los hijos de Israel y de Judá).
Y fue en el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, en el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, que él comenzó a edificar la Casa del SEÑOR.
y habitaré en medio de los hijos de Israel, y no dejaré a mi pueblo Israel.
Entonces juntó Salomón los ancianos de Israel, y a todas las cabezas de las tribus, los príncipes de las familias de los hijos de Israel, al rey Salomón en Jerusalén para traer el arca del pacto del SEÑOR de la ciudad de David, que es Sion.
En el arca ninguna cosa había además de las dos tablas de piedra que había allí puesto Moisés en Horeb, cuando el SEÑOR cortó un pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto.
Y ofreció Salomón sacrificios pacíficos, los cuales sacrificó al SEÑOR, que fueron veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la Casa del SEÑOR.
A todos los pueblos que quedaron de los amorreos, heteos, ferezeos, heveos, jebuseos, que no fueron de los hijos de Israel;
a sus hijos que quedaron en la tierra después de ellos, que los hijos de Israel no pudieron acabar, hizo Salomón que sirvieran con tributo hasta hoy.
Mas a ninguno de los hijos de Israel impuso Salomón servicio, sino que eran hombres de guerra, o sus criados, o sus príncipes, o sus capitanes, o príncipes de sus carros, o su gente de a caballo.
de los gentiles de las cuales el SEÑOR había dicho a los hijos de Israel: No entraréis a ellas, ni ellas entrarán a vosotros; porque ciertamente ellas harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas pues se juntó Salomón con amor.
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