Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Cuando salía para seguir su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de El, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron.

y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.

Pero desde el principio de la creación, {Dios} LOS HIZO VARON Y HEMBRA.

Entonces llegaron* a Jericó. Y cuando salía de Jericó con sus discípulos y una gran multitud, un mendigo ciego {llamado} Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino.

Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios.

Y se le acercaron {algunos} fariseos, {y} para ponerle a prueba, le preguntaban si era lícito a un hombre divorciarse de su mujer.

Y El les dijo*: Cualquiera que se divorcie de su mujer y se case con otra, comete adulterio contra ella;

Y se le acercaron* Jacobo y Juan, los dos hijos de Zebedeo, diciéndole: Maestro, queremos que hagas por nosotros lo que te pidamos.

Levantándose de allí, {Jesús} se fue* a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y se reunieron* de nuevo las multitudes junto a El, y una vez más, como acostumbraba, les enseñaba.

Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: ve {y} vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.

Mirándolos Jesús, dijo*: Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios.

Y llamándolos junto a sí, Jesús les dijo*: Sabéis que los que son reconocidos como gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que sus grandes ejercen autoridad sobre ellos.

Jesús dijo: En verdad os digo: No hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos o tierras por causa de mí y por causa del evangelio,

E iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos; y estaban perplejos, y los que le seguían tenían miedo. Y tomando aparte de nuevo a los doce, comenzó a decirles lo que le iba a suceder:

Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios.

Y él le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.

Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros.

Pero él, afligido por estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes.

Y los discípulos se asombraron de sus palabras. Pero Jesús respondiendo de nuevo, les dijo*: Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios!

Y {ya} en la casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre esto.

Ellos se asombraron aún más, diciendo entre sí: ¿Y quién podrá salvarse?

Pero Jesús les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento.

Y LOS DOS SERAN UNA SOLA CARNE; por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne.

Y respondiendo El, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés?

Y ellos dijeron: Moisés permitió {al hombre} escribir CARTA DE DIVORCIO Y REPUDIAR{la}.

En verdad os digo: el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande será vuestro servidor,

Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe.

Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino.

Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios.

que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras junto con persecuciones; y en el siglo venidero, la vida eterna.

He aquí, subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles.

{Entonces} Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.

Y se burlarán de El y le escupirán, le azotarán y le matarán, y tres días después resucitará.

POR ESTA RAZON EL HOMBRE DEJARA A SU PADRE Y A SU MADRE,

Y dirigiéndose a él, Jesús {le} dijo: ¿Qué deseas que haga por ti? Y el ciego le respondió: Raboní, que recobre la vista.

Y cuando oyó que era Jesús el Nazareno, comenzó a gritar y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!

Tú sabes los mandamientos: ``NO MATES, NO COMETAS ADULTERIO, NO HURTES, NO DES FALSO TESTIMONIO, no defraudes, HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE".

Jesús, mirando en derredor, dijo* a sus discípulos: ¿Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios!

Pero Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que soy bautizado?

y cualquiera de vosotros que desee ser el primero será siervo de todos.

pero el que os sentéis a mi derecha o a {mi} izquierda, no es mío el concederlo, sino que es para quienes ha sido preparado.

Y tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos.

Al oír {esto,} los diez comenzaron a indignarse contra Jacobo y Juan.

Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos uno a tu derecha y el otro a {tu} izquierda.

Y ellos le dijeron: Podemos. Y Jesús les dijo: La copa que yo bebo, beberéis; y seréis bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado,

Y muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

Y arrojando su manto, se levantó de un salto y fue a Jesús.

Y El les dijo: ¿Qué queréis que haga por vosotros?

Y Jesús se detuvo y dijo: Llamadle. Y llamaron* al ciego, diciéndole: ¡Anímate! Levántate, {que} te llama.