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4

Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea proclamando el evangelio de Dios,

9

Jesús respondió: El más importante es: ``ESCUCHA, ISRAEL; EL SEÑOR NUESTRO DIOS, EL SEÑOR UNO ES;

11

Pasado el día de reposo, María Magdalena, María, la {madre} de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.

12

Cuando uno de los escribas se acercó, los oyó discutir, y reconociendo que les había contestado bien, le preguntó: ¿Cuál mandamiento es el más importante de todos?

13

Habiendo entrado de nuevo en Capernaúm varios días después, se oyó que estaba en casa.

14

Y si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego inextinguible,

15

Cuando salía para seguir su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de El, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

18

Y sucedió en aquellos días que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.

19

Y se guardaron para sí lo dicho, discutiendo entre sí qué significaría resucitar de entre los muertos.

25

Y llegaron al otro lado del mar, a la tierra de los gadarenos.

26

Los fariseos, y algunos de los escribas que habían venido de Jerusalén, se reunieron alrededor de El;

28

Salió Jesús con sus discípulos a las aldeas de Cesarea de Filipo; y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?

29

y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.

32

Entonces llegaron* a Jericó. Y cuando salía de Jericó con sus discípulos y una gran multitud, un mendigo ciego {llamado} Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino.

33

Y él os mostrará un gran aposento alto, amueblado {y} preparado; haced los preparativos para nosotros allí.

36

Seis días después, Jesús tomó* consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó* aparte, solos, a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos;

39

Entonces, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue recibido en el cielo y se sentó a la diestra de Dios.

40

Otra {parte} cayó en un pedregal donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó por no tener profundidad de tierra.

41

{Los que comieron} eran unos cuatro mil; y los despidió.

43

Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa, no quería que nadie {lo} supiera, pero no pudo pasar inadvertido;

44

Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios.

46

{Jesús} se sentó frente al {arca del} tesoro, y observaba cómo la multitud echaba dinero en el {arca del} tesoro; y muchos ricos echaban grandes cantidades.

50

Cuando se acercaban* a Jerusalén, por Betfagé y Betania, cerca del monte de los Olivos, envió* a dos de sus discípulos,

51

Los apóstoles se reunieron* con Jesús, y le informaron sobre todo lo que habían hecho y enseñado.

52

Comenzó a enseñar de nuevo junto al mar; y se llegó a El una multitud tan grande que tuvo que subirse a una barca {que estaba} en el mar, y se sentó; y toda la multitud estaba en tierra a la orilla del mar.

53

Entraron* en Capernaúm; y enseguida, en el día de reposo entrando {Jesús} en la sinagoga {comenzó a} enseñar.

54

Y vino* a El un leproso rogándole, y arrodillándose le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.

56

Y les decía: En verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios después de que haya venido con poder.

57

Y al instante los llamó; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras El.

58

Inmediatamente después de haber salido de la sinagoga, fueron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan.

61

El se marchó de allí y llegó* a su pueblo; y sus discípulos le siguieron*.

62

En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: ``Quítate y arrójate al mar", y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será {concedido.}

64

Y se le acercaron {algunos} fariseos, {y} para ponerle a prueba, le preguntaban si era lícito a un hombre divorciarse de su mujer.

65

Y El les dijo*: Cualquiera que se divorcie de su mujer y se case con otra, comete adulterio contra ella;

66

Faltaban dos días para la Pascua y para {la fiesta} de los panes sin levadura; y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo prenderle con engaño y matar{le};

67

Y se le acercaron* Jacobo y Juan, los dos hijos de Zebedeo, diciéndole: Maestro, queremos que hagas por nosotros lo que te pidamos.

68

Como está escrito en el profeta Isaías: HE AQUI, YO ENVIO MI MENSAJERO DELANTE DE TU FAZ, EL CUAL PREPARARA TU CAMINO.

69

Y estando El en Betania, sentado {a la mesa} en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro; {y} rompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús.

70

Y cuando ellos llegaron*, le dijeron*: Maestro, sabemos que eres veraz y que no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial, y enseñas el camino de Dios con verdad. ¿Es lícito pagar impuesto al César, o no?

71

Cuando Jesús pasó otra vez en la barca al otro lado, se reunió una gran multitud alrededor de El; así que El se quedó junto al mar.

72

Cuando salía del templo, uno de sus discípulos le dijo*: Maestro, ¡mira qué piedras y qué edificios!

73

Y El les dijo: Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: ``ESTE PUEBLO CON LOS LABIOS ME HONRA, PERO SU CORAZON ESTA MUY LEJOS DE MI.

76

Mas cuando veáis la ABOMINACION DE LA DESOLACION puesta donde no debe estar (el que lea, que entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes;

77

El primer día {de la fiesta} de los panes sin levadura, cuando se sacrificaba {el cordero de} la Pascua, sus discípulos le dijeron*: ¿Dónde quieres que vayamos y hagamos los preparativos para que comas la Pascua?

78

Muy de mañana, los principales sacerdotes prepararon enseguida una reunión con los ancianos, los escribas y todo el concilio; y atando a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato.

80

Levantándose de allí, {Jesús} se fue* a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y se reunieron* de nuevo las multitudes junto a El, y una vez más, como acostumbraba, les enseñaba.

81

Mientras caminaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, hermano de Simón, echando una red en el mar, porque eran pescadores.

82

Y aconteció que un día de reposo Jesús pasaba por los sembrados, y sus discípulos, mientras se abrían paso, comenzaron a arrancar espigas.

83

Salieron, pues, los discípulos y llegaron a la ciudad, y encontraron {todo} tal como El les había dicho; y prepararon la Pascua.

84

Decía también: El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra,

85

Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero?

86

Llegaron* a Jerusalén; y entrando {Jesús} en el templo comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo, volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas;

87

pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo no tiene jamás perdón, sino que es culpable de pecado eterno.

89

Otra vez entró {Jesús} en una sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca.

90

Entonces comenzó a hablarles en parábolas: Un hombre PLANTO UNA VIÑA Y LA CERCO CON UN MURO, CAVO UN ESTANQUE DEBAJO DEL LAGAR Y EDIFICO UNA TORRE; la arrendó a labradores y se fue de viaje.

91

Yendo un poco más adelante vio a Jacobo, el {hijo} de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes.

93

Y llegaron* a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo* a sus discípulos: Sentaos aquí hasta que yo haya orado.

94

Llegaron* a Betsaida, y le trajeron* un ciego y le rogaron* que lo tocara.

95

Y ellos salieron y predicaron por todas partes, colaborando el Señor con ellos, y confirmando la palabra por medio de las señales que la seguían. {Ellas comunicaron inmediatamente a Pedro y a sus compañeros todas estas instrucciones. Y después de esto, Jesús mismo envió por medio de ellos, desde el oriente hasta el occidente, el mensaje sacrosanto e incorruptible de la salvación eterna.}

97

Había también unas mujeres mirando de lejos, entre las que {estaban} María Magdalena, María, la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé,

100

El rey Herodes se enteró {de esto,} pues el nombre de Jesús se había hecho célebre, y la {gente} decía: Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, por eso es que estos poderes milagrosos actúan en él.

102

Y subió* al monte, llamó* a los que El quiso, y ellos vinieron a El.

104

Entonces llegaron* su madre y sus hermanos, y quedándose afuera, mandaron llamarle.

105

Al oír {esto,} Jesús les dijo*: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.

107

Después se apareció a los once mismos cuando estaban sentados {a la mesa,} y los reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.

108

Cuando volvieron a los discípulos, vieron una gran multitud que les rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos.

109

Y subiendo enseguida a la barca con sus discípulos, fue a la región de Dalmanuta.

110

Pero cuando salió el sol, se quemó; y por no tener raíz, se secó.

111

Mirándolos Jesús, dijo*: Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios.

112

Al día siguiente, cuando salieron de Betania, {Jesús} tuvo hambre.

114

Y llamándolos junto a sí, Jesús les dijo*: Sabéis que los que son reconocidos como gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que sus grandes ejercen autoridad sobre ellos.

115

Enseguida hizo que sus discípulos subieran a la barca y fueran delante de {El} al otro lado, a Betsaida, mientras El despedía a la multitud.

116

Y en su enseñanza les decía: Cuidaos de los escribas, a quienes les gusta andar con vestiduras largas, y {aman} los saludos respetuosos en las plazas,

117

Y se admiraban de su enseñanza; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

118

Y les decía: A vosotros os ha sido dado el misterio del reino de Dios, pero los que están afuera reciben todo en parábolas;

121

Y obligaron* a uno que pasaba {y} que venía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y Rufo, a que llevara la cruz de Jesús.

122

Saliendo de allí, iban pasando por Galilea, y El no quería que nadie {lo} supiera.

123

Pero, ¡ay de las que estén encinta y de las que estén criando en aquellos días!

125

Volviendo a salir de la región de Tiro, pasó por Sidón y {llegó} al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis.

126

Pero él les dijo*: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar donde le pusieron.

127

y el que esté en la azotea, no baje ni entre a sacar nada de su casa;

130

Y llegaron a Capernaúm; y estando ya en la casa, les preguntaba: ¿Qué discutíais por el camino?

131

Orad para que esto no suceda en el invierno.

132

Jesús lo reprendió, diciendo: ¿Cállate, y sal de él!

134

Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue {a ver} si quizá pudiera hallar algo en ella; cuando llegó a ella, no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos.

135

Ya al atardecer, como era el día de la preparación, es decir, la víspera del día de reposo,

136

Los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando; y vinieron* y le dijeron*: ¿Por qué ayunan los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos, pero tus discípulos no ayunan?

138

E iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos; y estaban perplejos, y los que le seguían tenían miedo. Y tomando aparte de nuevo a los doce, comenzó a decirles lo que le iba a suceder:

142

Y como no pudieron acercarse a El a causa de la multitud, levantaron el techo {encima} de donde El estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico.

144

En aquellos días, cuando de nuevo había una gran multitud que no tenía qué comer, {Jesús} llamó a sus discípulos y les dijo*:

146

También les decía: Astutamente violáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.

148

Dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres.

149

Le vistieron* de púrpura, y después de tejer una corona de espinas, se la pusieron;

150

Y El les dijo: Es cierto que Elías, al venir primero, restaurará todas las cosas. Y, {sin embargo,} ¿cómo está escrito del Hijo del Hombre que padezca mucho y sea despreciado?

151

¿Pagaremos o no pagaremos? Pero El, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: ¿Por qué me estáis poniendo a prueba? Traedme un denario para verlo.

152

Entonces los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al Pretorio, y convocaron* a toda la cohorte {romana}.

154

y gritando a gran voz, dijo*: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes.

155

Y enseguida su fama se extendió por todas partes, por toda la región alrededor de Galilea.

156

{Se lo} trajeron, y El les dijo*: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Y ellos le dijeron: Del César.

157

Pero yo os digo que Elías ya ha venido, y le hicieron cuanto quisieron, tal como está escrito de él.

158

y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa.

160

pero vosotros decís: ``Si un hombre dice al padre o a la madre: `Cualquier cosa mía con que pudieras beneficiarte es corbán (es decir, ofrenda {a Dios})'";

161

ya no le dejáis hacer nada en favor de {su} padre o de {su} madre;

163

Entonces el espíritu inmundo, causándole convulsiones, gritó a gran voz y salió de él.

164

Y otras {semillas} cayeron en buena tierra, y creciendo y desarrollándose, dieron fruto, y produjeron unas a treinta, otras a sesenta y otras a ciento por uno.

165

y no permitía que nadie transportara objeto alguno a través del templo.

166

Y él le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.

167

{Jesús} se le acercó, y tomándola de la mano la levantó, y la fiebre la dejó; y ella les servía.

168

Y la suegra de Simón yacía enferma con fiebre; y enseguida le hablaron* de ella.

169

Y si el Señor no hubiera acortado aquellos días, nadie se salvaría; pero por causa de los escogidos que El eligió, acortó los días.

170

Porque {Jesús} le decía: Sal del hombre, espíritu inmundo.

171

Y {Jesús,} hablando {a la higuera,} le dijo: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y sus discípulos {le} estaban escuchando.

172

Suspirando profundamente en su espíritu, dijo*: ¿Por qué pide señal esta generación? En verdad os digo que no se le dará señal a esta generación.

173

y siempre que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo. Y dije a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron.

174

Otra {parte} cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto.

175

Y estando sentados {a la mesa} comiendo, Jesús dijo: En verdad os digo que uno de vosotros me entregará; el que come conmigo.

176

Maestro, Moisés nos dejó escrito: SI EL HERMANO DE ALGUNO MUERE y deja mujer Y NO DEJA HIJO, que SU HERMANO TOME LA MUJER Y LEVANTE DESCENDENCIA A SU HERMANO.

177

--les dijo-- y dondequiera que entréis en una casa, quedaos allí hasta que salgáis de la población.

179

Y se habían olvidado de tomar panes; y no tenían consigo en la barca sino sólo un pan.

180

Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros.

181

Y ellos discutían entre sí que no tenían panes.

182

Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida, y corriendo hacia El, le saludaban.

184

Y se lo trajeron. Y cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y {éste,} cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos.

185

Y cuando atardecía, solían salir fuera de la ciudad.

186

Y El les encargaba diciendo: ¿Tened cuidado! Guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.

188

Y los discípulos se asombraron de sus palabras. Pero Jesús respondiendo de nuevo, les dijo*: Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios!

189

Y El decía: El que tiene oídos para oír, que oiga.

190

Y dejándolos, se embarcó otra vez y se fue al otro lado.

192

Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones:

193

de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y Sidón; una gran multitud, {que} al oír todo lo que {Jesús} hacía, vino a El.

194

y comenzaron a vitorearle: ¡Salve, Rey de los judíos!

195

Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y expulsó muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque ellos sabían quién era El.

196

Los principales sacerdotes y los escribas oyeron {esto} y buscaban cómo destruirle, porque le tenían miedo, pues toda la multitud estaba admirada de su enseñanza.

197

Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie.

198

Y El les preguntó: ¿Qué discutís con ellos?

199

Entonces le rogaba con insistencia que no los enviara fuera de la tierra.

200

Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él le dijo*: Me llamo Legión, porque somos muchos.

201

Y dijo a sus discípulos que le tuvieran lista una barca por causa de la multitud, para que no le oprimieran;

202

Le golpeaban la cabeza con una caña y le escupían, y poniéndose de rodillas le hacían reverencias.

203

Porque el Hijo del Hombre se va tal y como está escrito de El; pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor {le fuera} a ese hombre no haber nacido.

204

Y Simón y sus compañeros salieron a buscarle;

205

{y así} los siete, sin dejar descendencia. Y por último murió también la mujer.

206

Y toda la ciudad se había amontonado a la puerta.

207

Y al instante la lepra lo dejó y quedó limpio.

208

Entonces Pedro, acordándose, le dijo*: Rabí, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.

209

Y El les dijo*: Vamos a otro lugar, a los pueblos vecinos, para que predique también allí, porque para eso he venido.

210

Y {ya} en la casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre esto.

211

Y les dijo*: ¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, pues, comprenderéis todas las parábolas?

214

Y El les dio permiso. Y saliendo los espíritus inmundos, entraron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se precipitó por un despeñadero al mar, y en el mar se ahogaron.

215

Y siempre que los espíritus inmundos le veían, caían delante de El y gritaban, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.

216

¿Qué es más fácil, decir al paralítico: ``Tus pecados te son perdonados", o decir{le:} ``Levántate, toma tu camilla y anda"?

217

Y les advertía con insistencia que no revelaran su identidad.

218

porque había sanado a muchos, de manera que todos los que tenían aflicciones se le echaban encima para tocarle.

219

Y El les dijo: {Es} uno de los doce, el que moja conmigo en el plato.

220

Respondiéndoles {Jesús,} dijo*: ¿Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? ¡Traédmelo!

221

Pero otros decían: Es Elías. Y decían otros: {Es} un profeta, como uno de los profetas {antiguos}.

222

TENIENDO OJOS, ¿NO VEIS? Y TENIENDO OIDOS, ¿NO OIS? ¿No recordáis

223

Y había allí una gran piara de cerdos paciendo junto al monte.

224

y le dijo*: Mira, no digas nada a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, para testimonio a ellos.

225

Al ver los escribas de los fariseos que El comía con pecadores y recaudadores de impuestos, decían a sus discípulos: ¿Por qué El come y bebe con recaudadores de impuestos y pecadores?

226

{Jesús} preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él respondió: Desde su niñez.

227

Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: Jamás hemos visto cosa semejante.

229

Y tomando una copa, después de dar gracias, se {la} dio a ellos, y todos bebieron de ella.

230

Ellos se asombraron aún más, diciendo entre sí: ¿Y quién podrá salvarse?

232

y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, o quién te dio la autoridad para hacer esto?

233

Pero Jesús les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento.

235

¿Mas si decimos: ``De los hombres"? {Pero} temían a la multitud, porque todos consideraban que Juan verdaderamente había sido un profeta.

237

Porque aquellos días serán {de} tribulación, tal como no ha acontecido desde el principio de la creación que hizo Dios hasta ahora, ni acontecerá jamás.

238

Si alguno tiene oídos para oír, que oiga.

239

Dándose cuenta Jesús, les dijo*: ¿Por qué discutís que no tenéis pan? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Tenéis el corazón endurecido?

240

Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se aparten, yo, sin embargo, no {lo haré.}

241

Y después de haberse burlado de El, le quitaron la púrpura, le pusieron sus ropas y le sacaron* para crucificarle.

242

Y vinieron* a Jesús, y vieron* al que había estado endemoniado, sentado, vestido y en su cabal juicio, el {mismo} que había tenido la legión; y tuvieron miedo.

245

Cuando Jesús vio que se agolpaba una multitud, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno: Sal de él y no vuelvas a entrar en él.

246

A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.

247

Y {los demonios} le rogaron, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.

248

Y cuando dejó a la multitud y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron acerca de la parábola.

250

Y respondiendo El, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés?

253

Y se reunieron muchos, tanto que ya no había lugar ni aun a la puerta; y El les exponía la palabra.

254

De la higuera aprended la parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, sabéis que el verano está cerca.

255

Y entró en Jerusalén, {llegó} al templo, y después de mirar todo a su alrededor, salió para Betania con los doce, siendo ya avanzada la hora.

256

le encontraron y le dijeron*: Todos te buscan.

257

(Porque los fariseos y todos los judíos no comen a menos de que se laven las manos cuidadosamente, observando {así} la tradición de los ancianos;

258

Y los que cuidaban los cerdos huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. Y {la gente} vino a ver qué era lo que había sucedido.

259

Nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo, porque entonces el remiendo {al encogerse} tira de él, lo nuevo de lo viejo, y se produce una rotura peor.

260

avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez.

261

Y Jesús les dijo: ¿Acaso pueden ayunar los acompañantes del novio mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar.

263

En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Pues los siete la tuvieron por mujer.

264

Otros son aquellos en los que se sembró la semilla entre los espinos; éstos son los que han oído la palabra,

265

Y levantando la vista, dijo: Veo a los hombres, pero {los} veo como árboles que caminan.

266

Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierde el vino {y también} los odres; sino que {se echa} vino nuevo en odres nuevos.

267

Y al oír {esto} Herodes, decía: Juan, a quien yo decapité, ha resucitado.

269

y {cuando vuelven} de la plaza, no comen a menos de que se laven; y hay muchas otras cosas que han recibido para observar{las,} como el lavamiento de los vasos, de los cántaros y de las vasijas de cobre.)

270

Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: ¡Bah! Tú que destruyes el templo y en tres días lo reedificas,

271

Porque nada hay oculto, si no es para que sea manifestado; ni {nada} ha estado en secreto, sino para que salga a la luz.

273

Y entonces enviará a los ángeles, y reunirá a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

276

Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor enseñando.

277

Y ellos dijeron: Moisés permitió {al hombre} escribir CARTA DE DIVORCIO Y REPUDIAR{la}.

278

Y El le decía: Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.

279

Y cuando {partí} los siete {panes} entre los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos le dijeron*: Siete.

280

Mas vosotros, estad alerta; ved que os lo he dicho todo de antemano.

281

Les enseñaba muchas cosas en parábolas; y les decía en su enseñanza:

282

Pero llegó un día oportuno, cuando Herodes, siendo su cumpleaños, ofreció un banquete a sus nobles y comandantes y a los principales de Galilea;

283

cuando partí los cinco panes entre los cinco mil? ¿Cuántas cestas llenas de pedazos recogisteis? Y ellos le dijeron*: Doce.

284

Entonces {Jesús} lo amonestó severamente y enseguida lo despidió,

286

Y tomó* consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho.

287

Los que iban delante y los que le seguían, gritaban: ¿Hosanna! BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR;

290

Y de igual manera, estos en que se sembró la semilla en pedregales son los que al oír la palabra enseguida la reciben con gozo;

291

Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que {le} escuchaban se asombraban, diciendo: ¿Dónde {obtuvo} éste tales cosas, y cuál es {esta} sabiduría {que} le ha sido dada, y estos milagros que hace con sus manos?

292

Y otros son aquellos en que se sembró la semilla en tierra buena; los cuales oyen la palabra, la aceptan y dan fruto, unos a treinta, otros a sesenta y otros a ciento por uno.

293

ESTO FUE HECHO DE PARTE DEL SEÑOR, Y ES MARAVILLOSO A NUESTROS OJOS"?

294

Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.

295

Al tiempo {de la vendimia} envió un siervo a los labradores para recibir de los labradores {su parte} de los frutos de la viña.

296

sino que enseguida, al oír {hablar} de El, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a sus pies.

298

Pero él, en cuanto salió, comenzó a proclamarlo abiertamente y a divulgar el hecho, a tal punto que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que se quedaba fuera en lugares despoblados; y venían a El de todas partes.

299

pero no tienen raíz {profunda} en sí mismos, sino que {sólo} son temporales. Entonces, cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, enseguida tropiezan {y caen.}

301

cómo entró en la casa de Dios en tiempos de Abiatar, {el} sumo sacerdote, y comió los panes consagrados que no es lícito {a nadie} comer, sino a los sacerdotes, y dio también a los que estaban con él?

302

y les dijo*: Id a la aldea enfrente de vosotros, y tan pronto como entréis en ella, encontraréis un pollino atado en el cual nadie se ha montado todavía; desatadlo y traedlo.

303

porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo mantenía protegido. Y cuando le oía se quedaba muy perplejo, pero le gustaba escucharlo.

304

Y cuando El salió de la barca, enseguida vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,

305

La mujer era gentil, sirofenicia de nacimiento; y le rogaba que echara fuera de su hija al demonio.

307

Tengo compasión de la multitud porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer;

308

Y muchas veces lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.

309

Y El les dijo*: ¿Nunca habéis leído lo que David hizo cuando tuvo necesidad y sintió hambre, él y sus compañeros,

311

Y los que lo habían visto les describieron cómo le había sucedido {esto} al endemoniado, y lo de los cerdos.

312

Y llamándolos junto a sí, les hablaba en parábolas: ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?

314

Y dijo* al hombre que tenía la mano seca: Levántate {y ponte aquí} en medio.

315

Al entrar El en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que lo dejara acompañarle.

316

Porque al que tiene, se le dará {más,} pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.

317

Si alguno tiene oídos para oír, que oiga.

318

Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: ¿Ves algo?

319

El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respondedme.

320

Pero ellos, echándole mano, lo golpearon y lo enviaron con las manos vacías.

321

Y él se fue, y empezó a proclamar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho por él; y todos se quedaban maravillados.

322

Y le respondieron, diciendo: {Unos,} Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, uno de los profetas.

324

Y les dijo: ¿Aún no entendéis?

325

y cuando la hija misma de Herodías entró y danzó, agradó a Herodes y a los que se sentaban {a la mesa} con él; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras y te lo daré.

329

Pero aquellos labradores se dijeron entre sí: ``Este es el heredero; ¡venid, matémosle, y la heredad será nuestra!"

330

Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán en aquel día.

331

y aconteció que al sembrar, una parte {de la semilla} cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron.

332

Pero {Pedro} con insistencia repetía: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decían también lo mismo.

333

En verdad os digo: Ya no beberé más del fruto de la vid hasta aquel día cuando lo beba nuevo en el reino de Dios.

334

Y si alguien os dice: `` ¿Por qué hacéis eso?" decid: ``El Señor lo necesita"; y enseguida lo devolverá acá.

335

Entonces trajeron* el pollino a Jesús y echaron encima sus mantos, y {Jesús} se sentó sobre él.

336

Y El le dijo: Por esta respuesta, vete; el demonio ha salido de tu hija.

337

Y enseguida Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de El, volviéndose entre la gente, dijo: ¿Quién ha tocado mi ropa?

338

Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada en la cama, y que el demonio había salido.

339

Entonces Pedro, interviniendo, dijo* a Jesús: Rabí, bueno es estarnos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

340

Todavía le quedaba uno, un hijo amado; y les envió a este último, diciendo: ``Respetarán a mi hijo."

341

Y Jesús les dijo: Yo {también} os haré una pregunta; respondédme{la,} y {entonces} os diré con qué autoridad hago estas cosas.

342

{Todos} comieron y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastas.

345

¿Qué hará, entonces, el dueño de la viña? Vendrá y destruirá a los labradores, y dará la viña a otros.

346

y si los despido sin comer a sus casas, desfallecerán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos.

347

Cuando entró {Jesús} en {la} casa, sus discípulos le preguntaban en privado: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?

348

De nuevo les mandó otro siervo, y a él lo hirieron en la cabeza y lo trataron vergonzosamente.

349

Entonces mandó* a la multitud que se recostara en el suelo; y tomando los siete panes, después de dar gracias, {los} partió y {los} iba dando a sus discípulos para que {los} pusieran delante {de la gente;} y ellos {los} sirvieron a la multitud.

350

La tierra produce fruto por sí misma; primero la hoja, luego la espiga, y después el grano maduro en la espiga.

351

Y {algunos} saduceos (los que dicen que no hay resurrección) se le acercaron*, y le preguntaban, diciendo:

352

Entonces los fariseos le decían: Mira, ¿por qué hacen lo que no es lícito en el día de reposo?

354

Ellos les respondieron tal como Jesús {les} había dicho, y les dieron permiso.

355

Y muchos tendieron sus mantos en el camino, y otros {tendieron} ramas que habían cortado de los campos.

356

Y echándole mano, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.

359

Y después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, salió: y {el muchacho} quedó como muerto, tanto, que la mayoría {de ellos} decían: ¡Está muerto!

360

Enseguida ella se presentó apresuradamente ante el rey con su petición, diciendo: Quiero que me des ahora mismo la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja.

361

Y le juró: Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino.

363

Y envió a otro y a éste lo mataron; y {así con} otros muchos, golpeando a unos y matando a otros.

364

que tenía su morada entre los sepulcros; y nadie podía ya atarlo ni aun con cadenas;

365

Y se les apareció Elías junto con Moisés, y estaban hablando con Jesús.

366

porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para dominarlo.

367

Y cuando el fruto lo permite, él enseguida mete la hoz, porque ha llegado {el tiempo de} la siega.

368

Pero ella respondió y le dijo*: Es cierto, Señor; {pero} aun los perrillos debajo de la mesa comen las migajas de los hijos.

369

Y si Satanás se ha levantado contra sí mismo y está dividido, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin.

370

cuando oyó hablar de Jesús, se llegó {a El} por detrás entre la multitud y tocó su manto.

371

Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos.

372

Ellos fueron y encontraron un pollino atado junto a la puerta, afuera en la calle, y lo desataron*.

374

Ella salió y dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le respondió: La cabeza de Juan el Bautista.

375

Y estando El sentado en el monte de los Olivos, frente al templo, Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaban en privado:

376

Y algunos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino?

377

Pero estad alerta; porque os entregarán a los tribunales y seréis azotados en las sinagogas, y compareceréis delante de gobernadores y reyes por mi causa, para testimonio a ellos.

378

y había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado;

379

Y les decía: ¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un almud o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?

380

Y si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede perdurar.

381

También tenían unos pocos pececillos; y después de bendecirlos, mandó que éstos también los sirvieran.

382

Y lo envió a su casa diciendo: Ni aun en la aldea entres.

383

Sus discípulos le respondieron: ¿Dónde podrá alguien {encontrar lo suficiente para} saciar de pan a éstos aquí en el desierto?

384

Porque él no sabía qué decir, pues estaban aterrados.

385

Algunos de los que estaban allí, al oír{lo,} decían: Mirad, a Elías llama.

386

Cuando sus discípulos oyeron {esto,} fueron y se llevaron el cuerpo y le dieron sepultura.

387

Y llevaron a Jesús al sumo sacerdote; y se reunieron* todos los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas.

388

Entonces {Jesús} puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y lo veía todo con claridad.

389

Y El les advirtió severamente que no hablaran de El a nadie.

391

Y aunque el rey se puso muy triste, sin embargo a causa de {sus} juramentos y de los que se sentaban con él {a la mesa,} no quiso desairarla.

392

Y sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te oprime, y dices: `` ¿Quién me ha tocado?"

393

Entonces vino* y los halló* durmiendo, y dijo* a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora?

395

Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción.

396

También decía: ¿A qué compararemos el reino de Dios, o con qué parábola lo describiremos?

397

Y El les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos respondieron: Siete.

398

VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: ``PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR, HACED DERECHAS SUS SENDAS."

399

Y saliendo ellas, huyeron del sepulcro, porque un {gran} temblor y espanto se había apoderado de ellas; y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo.

400

Y El salió de nuevo a la orilla del mar, y toda la multitud venía a El, y les enseñaba.

401

Viendo el centurión que estaba frente a El, la manera en que expiró, dijo: En verdad este hombre era Hijo de Dios.

403

Porque Herodes mismo había enviado a prender a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe, pues {Herodes} se había casado con ella.

404

Y Jesús le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra que no sea derribada.

405

Y enseguida miraron en derredor, pero ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.

406

Y Jesús les dijo*: Todos vosotros os apartaréis, porque escrito está: ``HERIRE AL PASTOR, Y LAS OVEJAS SE DISPERSARAN."

408

En verdad os digo: el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

409

Cuando se quedó solo, sus seguidores junto con los doce, le preguntaban {sobre} las parábolas.

410

Y mirándolos en torno con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo* al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y su mano quedó sana.

411

y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre.

412

Y El les dijo*: Venid, apartaos de los demás a un lugar solitario y descansad un poco. (Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer.)

413

Y he aquí estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual comenzó a gritar,

414

A la caída de la tarde, después de la puesta del sol, le trajeron todos los que estaban enfermos y los endemoniados.

415

Llegaron* de nuevo a Jerusalén; y cuando {Jesús} andaba por el templo, se le acercaron* los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos,

416

Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: ``MI CASA SERA LLAMADA CASA DE ORACION PARA TODAS LAS NACIONES"? Pero vosotros la habéis hecho CUEVA DE LADRONES.

418

Y tomando la palabra, Jesús decía mientras enseñaba en el templo: ¿Por qué dicen los escribas que el Cristo es hijo de David?

421

Designó a los doce: Simón (a quien puso por nombre Pedro),

422

En ese momento, mientras todavía estaba El hablando, llegó* Judas, uno de los doce, acompañado de una multitud con espadas y garrotes, de parte de los principales sacerdotes, de los escribas y de los ancianos.

424

Después de cantar un himno, salieron para el monte de los Olivos.

426

Y decía: Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre.

430

donde EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA.

433

Y sucedió que estando Jesús sentado {a la mesa} en casa de Leví, muchos recaudadores de impuestos y pecadores estaban comiendo con Jesús y sus discípulos; porque había muchos de ellos que le seguían.

434

Pero id, decid a sus discípulos y a Pedro: ``El va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, tal como os dijo."

435

¿Oíd! He aquí, el sembrador salió a sembrar;

437

Y acudía a él toda la región de Judea, y toda la gente de Jerusalén, y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán.

438

Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondiendo El, le dijo*: Tú {lo} dices.

441

Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino.

443

Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en diversos lugares; y habrá hambres. Esto {sólo} es {el} comienzo de dolores.

444

Y el escriba le dijo: Muy bien, Maestro; con verdad has dicho que EL ES UNO, Y NO HAY OTRO ADEMAS DE EL;

445

Estando Pedro abajo en el patio, llegó* una de las sirvientas del sumo sacerdote,

446

Jesús se retiró al mar con sus discípulos; y una gran multitud de Galilea {le} siguió; y {también} de Judea,

447

Cierto joven le seguía, vestido {sólo} con una sábana sobre {su cuerpo} desnudo; y lo prendieron*;

449

Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero a la cintura, y comía langostas y miel silvestre.

450

Y vino uno de los oficiales de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle se postró* a sus pies.

453

Porque cuando resuciten de entre los muertos, ni se casarán ni serán dados en matrimonio, sino que serán como los ángeles en los cielos.

454

invalidando {así} la palabra de Dios por vuestra tradición, la cual habéis transmitido, y hacéis muchas cosas semejantes a éstas.

455

La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y estad en paz los unos con los otros.

456

Y entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado al {lado} derecho, vestido con ropaje blanco; y ellas se asustaron.

458

Movido a compasión, extendiendo {Jesús} la mano, lo tocó, y le dijo*: Quiero; sé limpio.

460

para que VIENDO VEAN PERO NO PERCIBAN, Y OYENDO OIGAN PERO NO ENTIENDAN, NO SEA QUE SE CONVIERTAN Y SEAN PERDONADOS.

461

Y en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, {en el pasaje} sobre la zarza {ardiendo,} cómo Dios le habló, diciendo: ``YO SOY EL DIOS DE ABRAHAM, Y EL DIOS DE ISAAC, Y EL DIOS DE JACOB"?

462

En verdad os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias con que blasfemen,

463

Y muy de mañana, el primer día de la semana, llegaron* al sepulcro cuando el sol {ya} había salido.

464

De igual manera, también los principales sacerdotes junto con los escribas, burlándose {de El} entre ellos, decían: A otros salvó, a sí mismo no puede salvarse.

465

Ahora bien, en cada fiesta él acostumbraba soltarles un preso, el que ellos pidieran.

466

Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.

467

Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,

468

quien compró un lienzo de lino, y bajándole {de la cruz,} le envolvió en el lienzo de lino y le puso en un sepulcro que había sido excavado en la roca; e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro.

469

Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios.

471

Que este Cristo, el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. Y los que estaban crucificados con El {también} le insultaban.

472

vino José de Arimatea, miembro prominente del concilio, que también esperaba el reino de Dios; y llenándose de valor, entró adonde estaba Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.

473

Dinos, ¿cuándo sucederá esto, y qué señal {habrá} cuando todas estas cosas se hayan de cumplir?

474

no hay nada fuera del hombre que al entrar en él pueda contaminarlo; sino que lo que sale de adentro del hombre es lo que contamina al hombre.

475

Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (dijo* al paralítico):

477

Cuando levantaron los ojos, vieron* que la piedra, aunque era sumamente grande, había sido removida.

478

Y Jesús les dijo: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa.

479

He aquí, subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles.

481

Y cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os alarméis; es necesario que {todo esto} suceda, pero todavía no {es} el fin.

482

Y les dijo*: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad.

485

El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me envió.

487

{Jesús} llegó* a una casa, y la multitud se juntó* de nuevo, a tal punto que ellos ni siquiera podían comer.

488

Y Jesús comenzó a decirles: Mirad que nadie os engañe.

489

que devoran las casas de las viudas, y por las apariencias hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación.

490

y les ordenó que no llevaran nada para el camino, sino sólo un bordón; ni pan, ni alforja, ni dinero en el cinto;

491

También les decía: Cuidaos de lo que oís. Con la medida con que midáis, se os medirá, y aun más se os dará.

494

Ella ha hecho lo que ha podido; se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.

495

Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.

497

porque decían: No durante la fiesta, no sea que haya un tumulto del pueblo.

498

Y en verdad os digo: Dondequiera que el evangelio se predique en el mundo entero, también se hablará de lo que ésta ha hecho, para memoria suya.

499

Mientras estaba todavía hablando, vinieron* de {casa del} oficial de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al Maestro?

501

Y llamando de nuevo a la multitud, les decía: Escuchadme todos y entended:

502

Entonces Judas Iscariote, que era uno de los doce, fue a los principales sacerdotes para entregarles a Jesús.

503

Y comenzaron algunos a escupirle, a cubrirle el rostro y a darle de puñetazos, y a decirle: ¡Profetiza! Y los alguaciles le recibieron a bofetadas.

504

porque no entra en su corazón, sino en el estómago, y se elimina? (Declarando {así} limpios todos los alimentos.)

505

{Entonces} Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.

507

Y todos se asombraron de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva con autoridad! El manda aun a los espíritus inmundos y le obedecen.

511

Cuando le crucificaron*, se repartieron* sus vestidos, echando suertes sobre ellos {para decidir} lo que cada uno tomaría.

512

{Es} como un hombre que se fue de viaje, {y} al salir de su casa dejó a sus siervos encargados, {asignándole} a cada uno su tarea, y ordenó al portero que estuviera alerta.

513

Y se llenaron de gran temor, y se decían unos a otros: ¿Quién, pues, es éste que aun el viento y el mar le obedecen?

515

En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.

516

Entonces, si alguno os dice: ``Mirad, aquí {está} el Cristo", o: ``Mirad, allí {está}", no {le} creáis.

519

y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente y le dijo*: ¿Effatá!, esto es: ¿Abrete!

520

Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo, {hijo} de Alfeo, Tadeo, Simón el cananita;

521

Y en cualquier lugar que no os reciban ni os escuchen, al salir de allí, sacudid el polvo de la planta de vuestros pies en testimonio contra ellos.

522

Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de El aquella hora.

523

Pero se levantó* una violenta tempestad, y las olas se lanzaban sobre la barca de tal manera que ya se anegaba la barca.

524

Pero {Jesús} no se lo permitió, sino que le dijo*: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y {cómo} tuvo misericordia de ti.

525

Y se burlarán de El y le escupirán, le azotarán y le matarán, y tres días después resucitará.

526

Después de esto, se apareció en forma distinta a dos de ellos cuando iban de camino al campo.

529

Y envió* a dos de sus discípulos, y les dijo*: Id a la ciudad, y {allí} os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle;

531

Pero Jesús dijo: Dejadla; ¿por qué la molestáis? Buena obra ha hecho conmigo.

532

Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret, y atracaron.

535

Entonces El tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, {los} bendijo, y partió los panes {y los} iba dando a los discípulos para que se los sirvieran; también repartió los dos peces entre todos.

536

Pues el que no está contra nosotros, por nosotros está.

537

Le llevaron* al lugar {llamado} Gólgota, que traducido significa: Lugar de la Calavera.

538

{Es} como un grano de mostaza, el cual, cuando se siembra en la tierra, aunque es más pequeño que todas las semillas que hay en la tierra,

540

Porque este perfume podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y dado {el dinero} a los pobres. Y la reprendían.

541

Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!

542

Jacobo, {hijo} de Zebedeo, y Juan hermano de Jacobo (a quienes puso por nombre Boanerges, que significa, hijos del trueno);

546

Vino* por tercera vez, y les dijo*: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.

547

Pero algunos estaban indignados {y se decían} unos a otros: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?

548

Cuando ellos oyeron que El estaba vivo y que ella le había visto, se negaron a creerlo.

549

Y al verlos remar fatigados, porque el viento les era contrario, como a la cuarta vigilia de la noche, fue* hacia ellos andando sobre el mar, y quería pasarles de largo.

550

Nosotros le oímos decir: ``Yo destruiré este templo hecho por manos, y en tres días edificaré otro no hecho por manos."

551

Y les decía estas palabras claramente. Y Pedro le llevó aparte y comenzó a reprenderle.

552

Con muchas parábolas como éstas les hablaba la palabra, según podían oír{la;}

554

Y no permitió que nadie fuera con El sino {sólo} Pedro, Jacobo y Juan, el hermano de Jacobo.

555

Y se decían unas a otras: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?

556

Y dirigiéndose a él, Jesús {le} dijo: ¿Qué deseas que haga por ti? Y el ciego le respondió: Raboní, que recobre la vista.

558

Y cuando era ya muy tarde, sus discípulos se le acercaron, diciendo: El lugar está desierto y ya es muy tarde;

559

Y cuando oyó que era Jesús el Nazareno, comenzó a gritar y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!

560

Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y se echó a llorar.

562

Y vino de nuevo y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban muy cargados {de sueño;} y no sabían qué responderle.

563

Viendo Jesús que él había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y después de eso, nadie se aventuraba a hacerle más preguntas.

564

Y se fueron en la barca a un lugar solitario, apartado.

565

Entonces les dijo: ¿Por qué estáis amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?

566

Y uno llamado Barrabás había sido encarcelado con los sediciosos que habían cometido homicidio en la insurrección.

567

Y El les dijo*: ¿También vosotros sois tan faltos de entendimiento? ¿No comprendéis que todo lo que de afuera entra al hombre no le puede contaminar,

568

Y predicaba, diciendo: Tras mí viene uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar, inclinándome, la correa de sus sandalias.

569

Jesús, mirando en derredor, dijo* a sus discípulos: ¿Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios!

570

Al instante la niña se levantó y {comenzó a} caminar, pues tenía doce años. Y al momento se quedaron completamente atónitos.

571

Entonces uno corrió y empapó una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si Elías viene a bajarle.

572

Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja.

573

Por la mañana, cuando pasaban, vieron la higuera seca desde las raíces.

574

Y le trajeron* a uno que era sordo y que hablaba con dificultad, y le rogaron* que pusiera la mano sobre él.

575

Y dondequiera que El entraba en aldeas, ciudades o campos, ponían a los enfermos en las plazas, y le rogaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que lo tocaban quedaban curados.

576

Y tomando a la niña por la mano, le dijo*: Talita cum (que traducido significa: Niña, a ti te digo, ¡levántate!).

577

Y tomando a un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándolo en sus brazos les dijo:

578

Pilato se sorprendió de que ya hubiera muerto, y llamando al centurión, le preguntó si ya estaba muerto.

579

Y María Magdalena y María, la {madre} de José, miraban {para saber} dónde le ponían.

583

Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que El está cerca, a las puertas.

584

{Y} ella fue y se lo comunicó a los que habían estado con El, que estaban lamentándose y llorando.

586

Cuando ellos {lo} oyeron, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él buscaba cómo entregarle en un momento oportuno.

588

Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno,

589

Entonces {Jesús,} tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo, le tocó la lengua {con la saliva;}

590

Y los principales sacerdotes le acusaban de muchas cosas.

591

Y había una multitud sentada alrededor de El, y le dijeron*: He aquí, tu madre y tus hermanos están afuera {y} te buscan.

593

Y se asombraron en gran manera, diciendo: Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar.

594

Pero Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que soy bautizado?

595

David mismo le llama ``Señor." ¿En qué sentido es, pues, su hijo? Y la gran multitud le escuchaba con gusto.

596

Y el que le entregaba les había dado una señal, diciendo: Al que yo bese, ése es; prendedle y llevadle con seguridad.

597

y donde él entre, decid al dueño de la casa: ``El Maestro dice: ` ¿Dónde está mi habitación en la que pueda comer la Pascua con mis discípulos?'"

598

Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espíritu mudo,

599

Pero {la gente} los vio partir, y muchos {los} reconocieron y juntos corrieron allá a pie de todas las ciudades, y llegaron antes que ellos.

600

y cualquiera de vosotros que desee ser el primero será siervo de todos.

601

Y ellos discurrían entre sí, diciendo: Si decimos: ``Del cielo", El dirá: ``Entonces, ¿por qué no le creísteis?"

602

pero el que os sentéis a mi derecha o a {mi} izquierda, no es mío el concederlo, sino que es para quienes ha sido preparado.

603

las cuales cuando {Jesús} estaba en Galilea, le seguían y le servían; y {había} muchas otras que habían subido con El a Jerusalén.

604

Pero ellos guardaron silencio, porque en el camino habían discutido entre sí quién {de ellos era} el mayor.

605

Despidiendo a la multitud, le llevaron* con ellos en la barca, como estaba; y había otras barcas con El.

607

porque todos ellos echaron de lo que les sobra, pero ella, de su pobreza echó todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir.

609

Al oír {esto,} los diez comenzaron a indignarse contra Jacobo y Juan.

610

los primeros asientos en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes;

614

Y llamando a sus discípulos, les dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos los contribuyentes al tesoro;

615

Pero los principales sacerdotes incitaron a la multitud para {que le pidiera} que en vez {de Jesús} les soltara a Barrabás.

617

Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego.

618

Fueron* a la casa del oficial de la sinagoga, y {Jesús} vio* el alboroto, y {a los que} lloraban y se lamentaban mucho.

619

Respondiéndoles El, dijo*: ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?

620

Pero Jesús dijo: No se lo impidáis, porque no hay nadie que haga un milagro en mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de mí.

621

sin embargo, cuando es sembrado, crece y llega a ser más grande que todas las hortalizas y echa grandes ramas, tanto que LAS AVES DEL CIELO pueden ANIDAR BAJO SU SOMBRA.

622

Y Pilato, tomando de nuevo la palabra, les decía: ¿Qué haré, entonces, con el que llamáis el Rey de los judíos?

623

Cada día estaba con vosotros en el templo enseñando, y no me prendisteis; pero {esto ha sucedido} para que se cumplan las Escrituras.

624

Y mirando en torno a los que estaban sentados en círculo, a su alrededor, dijo*: He aquí mi madre y mis hermanos.

625

Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos le condenaron, {diciendo} que era reo de muerte.

626

Levantaos, vámonos; mirad, está cerca el que me entrega.

627

Y éstos fueron y se lo comunicaron a los demás, pero a ellos tampoco les creyeron.

628

Pero Jesús no respondió nada más; de modo que Pilato estaba asombrado.

629

donde EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA.

630

Y al instante se abrieron sus oídos, y desapareció el impedimento de su lengua, y hablaba con claridad.

631

Y los principales sacerdotes y todo el concilio, procuraban obtener testimonio contra Jesús para darle muerte, pero no lo hallaban.

632

Y habiendo llegado, inmediatamente se acercó a El diciendo: ¡Rabí! Y le besó.

633

Pero respondiendo El, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y ellos le dijeron*: ¿{Quieres} que vayamos y compremos doscientos denarios de pan y les demos de comer?

634

Y les mandó que todos se recostaran por grupos sobre la hierba verde.

635

Entonces ellos le echaron mano y le prendieron.

636

Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de El y le dijo toda la verdad.

637

De nuevo Pilato le preguntó, diciendo: ¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te acusan.

638

Pero cuando ellos le vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar;

639

Entonces les dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de esto; y dijo que le dieran de comer a la niña.

640

Pero él lo negó otra vez. Y poco después los que estaban allí volvieron a decirle a Pedro: Seguro que tú eres {uno} de ellos, pues también eres galileo.

641

Pero él {lo} negó, diciendo: Ni sé, ni entiendo de qué hablas. Y salió al portal, y un gallo cantó.

642

Y subió con ellos a la barca, y el viento se calmó; y ellos estaban asombrados en gran manera,

643

Se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras.

645

Pero él comenzó a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a este hombre de quien habláis!

646

Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos uno a tu derecha y el otro a {tu} izquierda.

647

Y respondiendo a Jesús, dijeron*: No sabemos. Y Jesús les dijo*: Tampoco yo os diré con qué autoridad hago estas cosas.

648

Entonces Pilato les contestó, diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?

649

Y se burlaban de El. Pero El, echando fuera a todos, tomó* consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con El, y entró* donde estaba la niña.

650

porque todos le vieron y se turbaron. Pero enseguida El habló con ellos y les dijo*: ¿Tened ánimo; soy yo, no temáis!

651

Y subiendo la multitud, comenzó a pedirle que {hiciera} como siempre les había hecho.

652

Y {Jesús} les ordenó que a nadie se lo dijeran; pero mientras más se lo ordenaba, tanto más ellos lo proclamaban.

653

Ellos le respondieron a gritos: ¡Crucifícale!

654

Y ellos le dijeron: Podemos. Y Jesús les dijo: La copa que yo bebo, beberéis; y seréis bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado,

655

Y Pilato les decía: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho? Y ellos gritaban aún más: ¡Crucifícale!

656

Y muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

657

Los que comieron los panes eran cinco mil hombres.

658

Y recogieron doce cestas llenas de los pedazos, y también de los peces.

659

Y dirigiéndose Jesús {a ellos,} les dijo: ¿Habéis salido con espadas y garrotes para arrestarme como contra un ladrón?

661

Y algunos, levantándose, daban falso testimonio contra El, diciendo:

662

despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y se compren algo de comer.

664

Y El les dijo: ¿Qué queréis que haga por vosotros?

665

Y Jesús se detuvo y dijo: Llamadle. Y llamaron* al ciego, diciéndole: ¡Anímate! Levántate, {que} te llama.

666

Y El les dijo*: ¿Cuántos panes tenéis? Id y ved. Y cuando se cercioraron le dijeron*: Cinco, y dos peces.

667

Entonces el sumo sacerdote levantándose, {se puso} en medio {y} preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?

668

Porque muchos daban falso testimonio contra El, pero sus testimonios no coincidían.

669

Y comprobando esto por medio del centurión, le concedió el cuerpo a José,

672

Y se recostaron por grupos de cien y de cincuenta.

673

Cuando la sirvienta lo vio, de nuevo comenzó a decir a los que estaban allí: Este es {uno} de ellos.

674

y al ver a Pedro calentándose, lo miró y dijo*: Tú también estabas con Jesús el Nazareno.

675

Pero El miraba a su alrededor para ver a la {mujer} que le había tocado.

676

y recorrieron apresuradamente toda aquella comarca, y comenzaron a traer a los enfermos en sus camillas adonde oían {decir} que El estaba.

677

Cuando salieron de la barca, enseguida {la gente} reconoció a Jesús,

678

Y ni siquiera en esto coincidía el testimonio de ellos.