67 Versículo de la Biblia sobre El altruismo
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Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía; como oigo, juzgo, y mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Pues ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: LOS VITUPERIOS DE LOS QUE TE INJURIABAN CAYERON SOBRE MI.
Entonces Jesús, llamando junto a sí a sus discípulos, {les} dijo: Tengo compasión de la multitud, porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino.
{Jesús,} sabiendo que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía, se levantó* de la cena y se quitó* su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego echó* agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida.
Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros por medio de su pobreza llegarais a ser ricos.
No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera entre vosotros llegar a ser grande, será vuestro servidor, y el que quiera entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo; así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande será vuestro servidor, y cualquiera de vosotros que desee ser el primero será siervo de todos. Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Haya, {pues,} en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres.Leer más.
Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quien {los hombres} esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos. Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido. Mas El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, {cayó} sobre El, y por sus heridas hemos sido sanados.Leer más.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su camino; pero el SEÑOR hizo que cayera sobre El la iniquidad de todos nosotros. Fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca; como cordero que es llevado al matadero, y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, no abrió El su boca. Por opresión y juicio fue quitado; y en cuanto a su generación, ¿quién tuvo en cuenta que El fuera cortado de la tierra de los vivientes por la transgresión de mi pueblo, a quien {correspondía} la herida? Se dispuso con los impíos su sepultura, pero con el rico fue en su muerte, aunque no había hecho violencia, ni había engaño en su boca. Pero quiso el SEÑOR quebrantarle, sometiéndo{le} a padecimiento. Cuando El se entregue a sí mismo {como} ofrenda de expiación, verá a {su} descendencia, prolongará {sus} días, y la voluntad del SEÑOR en su mano prosperará. Debido a la angustia de su alma, El {lo} verá {y} quedará satisfecho. Por su conocimiento, el Justo, mi Siervo, justificará a muchos, y cargará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes y con los fuertes repartirá despojos, porque derramó su alma hasta la muerte y con los transgresores fue contado, llevando El el pecado de muchos, e intercediendo por los transgresores.
Por eso el Padre me ama, porque yo doy mi vida para tomarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. Porque a duras penas habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno. Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
Pues el amor de Cristo nos apremia, habiendo llegado a esta conclusión: que uno murió por todos, por consiguiente, todos murieron;
que murió por nosotros, para que ya sea que estemos despiertos o dormidos, vivamos juntamente con El.
EL CUAL NO COMETIO PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLO EN SU BOCA; {y} quien cuando le ultrajaban, no respondía ultrajando; cuando padecía, no amenazaba, sino que {se} encomendaba a aquel que juzga con justicia; y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.
Porque también Cristo murió por {los} pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu;
quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio {dado} a su debido tiempo.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con {El}, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;
y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos,
No mintáis los unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus {malos} hábitos,
Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Pero si el vivir en la carne, esto {significa} para mí {una} labor fructífera, entonces, no sé cuál escoger, pues de ambos {lados} me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues {eso} es mucho mejor;Leer más.
y sin embargo, continuar en la carne es más necesario por causa de vosotros.
Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de {la} ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que {procede} de Dios sobre la base de la fe,Leer más.
{y} conocerle a El, el poder de su resurrección y la participación en sus padecimientos, llegando a ser como El en su muerte, a fin de llegar a la resurrección de entre los muertos.
no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Haya, {pues,} en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús,
Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
Nosotros amamos, porque El nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. Y este mandamiento tenemos de El: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.Leer más.
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
{Sed} afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, daos preferencia unos a otros;
Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica. Nadie busque su propio {bien,} sino el de su prójimo.
Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo;
Así que, nosotros los que somos fuertes, debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para {su} edificación.
Mas tened cuidado, no sea que esta vuestra libertad de alguna manera se convierta en piedra de tropiezo para el débil.
soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también {hacedlo} vosotros.
{Enséñales} que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir,
Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo,
Tened el mismo sentir unos con otros; no seáis altivos en vuestro pensar, sino condescendiendo con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Porque si alguno se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo.
con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor,
En conclusión, sed todos de un mismo sentir, compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde;
Asimismo, {vosotros} los más jóvenes, estad sujetos a los mayores; y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES.
Pero no es así con vosotros; antes, el mayor entre vosotros hágase como el menor, y el que dirige como el que sirve.
Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; sólo que no {uséis} la libertad como pretexto para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
Según cada uno ha recibido un don {especial}, úselo sirviéndoos los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como {quiere} Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo;
Y Abram dijo a Lot: Te ruego que no haya contienda entre nosotros, ni entre mis pastores y tus pastores, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra delante de ti? Te ruego que te separes de mí: si {vas a} la izquierda, yo iré a la derecha; y si {a} la derecha, yo iré a la izquierda.
Entonces volvió Moisés al SEÑOR y dijo: ¡Ay!, este pueblo ha cometido un gran pecado: se ha hecho un dios de oro. Pero ahora, si es tu voluntad, perdona su pecado, y si no, bórrame del libro que has escrito.
Pero Rut dijo: No insistas que te deje {o} que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo {será} mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú mueras, {allí} moriré, y allí seré sepultada. Así haga el SEÑOR conmigo, y aún peor, si {algo, excepto} la muerte, nos separa.
Aquí estoy; testificad contra mí delante del SEÑOR y delante de su ungido. ¿A quién he quitado buey, o a quién he quitado asno, o a quién he defraudado? ¿A quién he oprimido, o de mano de quién he tomado soborno para cegar mis ojos con él? {Testificad, y} os {lo} restituiré. Y ellos dijeron: Tú no nos has defraudado ni oprimido, ni has tomado nada de mano de ningún hombre. Y él les respondió: El SEÑOR es testigo contra vosotros, y su ungido es testigo en este día que nada habéis hallado en mi mano. Y ellos dijeron: {El es} testigo.
Además, desde el día en que {el rey} me mandó que fuera gobernador en la tierra de Judá, desde el año veinte hasta el año treinta y dos del rey Artajerjes, doce años, ni yo ni mis hermanos hemos comido del pan del gobernador. Pero los gobernadores anteriores que me precedieron gravaban al pueblo y tomaban de ellos cuarenta siclos de plata además del pan y del vino; también sus sirvientes oprimían al pueblo. Pero yo no hice así, a causa del temor de Dios. También yo me dediqué a la obra en esta muralla, y no compramos terrenos, y todos mis siervos estaban reunidos allí para la obra.Leer más.
Y había a mi mesa ciento cincuenta judíos y oficiales, sin contar los que vinieron a nosotros de las naciones que nos rodeaban. Lo que se preparaba para cada día era un buey {y} seis ovejas escogidas, también eran preparadas aves para mí; cada diez días toda clase de vino {se proveía} en abundancia. Y con todo esto, no reclamé el pan del gobernador, porque era pesada la servidumbre sobre este pueblo.
{Jesús} se sentó frente al {arca del} tesoro, y observaba cómo la multitud echaba dinero en el {arca del} tesoro; y muchos ricos echaban grandes cantidades. Y llegó una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre, o sea, un cuadrante. Y llamando a sus discípulos, les dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos los contribuyentes al tesoro;Leer más.
porque todos ellos echaron de lo que les sobra, pero ella, de su pobreza echó todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir.
Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí, una mujer cananea que había salido de aquella comarca, comenzó a gritar, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada. Pero El no le respondió palabra. Y acercándose sus discípulos, le rogaban, diciendo: Atiéndela, pues viene gritando tras nosotros.Leer más.
Y respondiendo El, dijo: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Pero acercándose ella, se postró ante El, diciendo: ¡Señor, socórreme! Y El respondió y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echár{selo} a los perrillos. Pero ella dijo: Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento.
Y hallándose Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, se le acercó una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso, y lo derramó sobre su cabeza cuando estaba sentado {a la mesa.} Pero al ver {esto,} los discípulos se indignaron, y decían: ¿Para qué este desperdicio?Leer más.
Porque este {perfume} podía haberse vendido a gran precio, y {el dinero} habérselo dado a los pobres. Pero Jesús, dándose cuenta, les dijo: ¿Por qué molestáis a la mujer? Pues buena obra ha hecho conmigo. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Pues al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. En verdad os digo: Dondequiera que este evangelio se predique, en el mundo entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho, en memoria suya.
Y estando El en Betania, sentado {a la mesa} en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro; {y} rompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús. Pero algunos estaban indignados {y se decían} unos a otros: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque este perfume podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y dado {el dinero} a los pobres. Y la reprendían.Leer más.
Pero Jesús dijo: Dejadla; ¿por qué la molestáis? Buena obra ha hecho conmigo. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros; y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. Ella ha hecho lo que ha podido; se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. Y en verdad os digo: Dondequiera que el evangelio se predique en el mundo entero, también se hablará de lo que ésta ha hecho, para memoria suya.
Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo. Vosotros mismos me sois testigos de que dije: ``Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de El." El que tiene la novia es el novio, pero el amigo del novio, que está {allí} y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. {Y} por eso, este gozo mío se ha completado.Leer más.
Es necesario que El crezca, y que yo disminuya.
La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común. Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia había sobre todos ellos. No había, pues, ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían, traían el precio de lo vendido,Leer más.
y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y se distribuía a cada uno según su necesidad. Y José, un levita natural de Chipre, a quien también los apóstoles llamaban Bernabé (que traducido significa hijo de consolación), poseía un campo y {lo} vendió, y trajo el dinero y {lo} depositó a los pies de los apóstoles.
Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, los cuales expusieron su vida por mí, a quienes no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles.
Os exhorto, hermanos ({ya} conocéis a {los de} la casa de Estéfanas, que fueron los primeros convertidos de Acaya, y que se han dedicado al servicio de los santos),
Pues a nadie {más} tengo del mismo sentir mío {y} que esté sinceramente interesado en vuestro bienestar. Porque todos buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús.
Recibidlo, pues, en el Señor con todo gozo, y tened en alta estima a los {que son} como él; porque estuvo al borde de la muerte por la obra de Cristo, arriesgando su vida para completar lo que faltaba en vuestro servicio hacia mí.
No seáis motivo de tropiezo ni a judíos, ni a griegos, ni a la iglesia de Dios; así como también yo {procuro} agradar a todos en todo, no buscando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.
Sed imitadores de mí, como también yo {lo soy} de Cristo.
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