20 Versículos de la Biblia sobre Condena de los malvados
Versículos Más Relevantes
El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos por igual son abominación al SEÑOR.
El SEÑOR es tardo para la ira, y grande en poder, y no tendrá al culpado por inocente. El SEÑOR cuyo camino es en tempestad y turbión, y las nubes son el polvo de sus pies.
para ejecutar en ellos el juicio escrito; gloria será esto para todos sus misericordiosos. Alelu-JAH.
El bueno alcanzará favor del SEÑOR; mas él condenará al hombre de malos pensamientos.
Aparejados están juicios para los burladores, y azotes para los cuerpos de los locos.
Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del Señor.
Por tanto, hombres justos las juzgarán por la ley de las adúlteras, y por la ley de las que derraman sangre; porque son adúlteras, y hay sangre en sus manos.
Entonces él le dijo: Mal siervo, de tu boca te juzgo. Sabías que yo era hombre recio, que quito lo que no puse, y que siego lo que no sembré;
Porque sabemos que el juicio de Dios es según la verdad contra los que hacen tales cosas.
¿Y piensas esto, oh hombre, que juzgas a los que hacen tales cosas, y haces las mismas, que tú escaparás del juicio de Dios?
Mas tú has llenado el juicio del impío, contra la justicia y el juicio que lo sustentan todo.
Por la fe, Noé habiendo recibido revelación de cosas que aun no se veían, aparejó con mucho cuidado el arca en que su casa se salvara; arca por la cual condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que es por la fe.
Porque si el ministerio de condenación fue de gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justicia.
Ni tampoco de la manera que por un pecado, así también el don; porque el juicio a la verdad vino de un pecado para condenación, mas la gracia vino de muchos delitos para justificación.
Así que, de la manera que por la iniquidad de uno vino la culpa a todos los hombres para condenación, así por la justicia de uno vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida.
Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto era débil por la carne, y por el pecado, Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado condenó al pecado en la carne;