33 Versículo de la Biblia sobre Diligencia

Los pensamientos del solícito ciertamente van á abundancia; Mas todo presuroso, indefectiblemente á pobreza.

Y el varón Jeroboam era valiente y esforzado; y viendo Salomón al mancebo que era hombre activo, encomendóle todo el cargo de la casa de José.

Hacían pues los oficiales la obra, y por sus manos fué la obra restaurada, y restituyeron la casa de Dios á su condición, y la consolidaron.

Sea notorio al rey, que fuimos á la provincia de Judea, á la casa del gran Dios, la cual se edifica de piedra de mármol; y los maderos son puestos en las paredes, y la obra se hace apriesa, y prospera en sus manos.

Y el Dios que hizo habitar allí su nombre, destruya todo rey y pueblo que pusiere su mano para mudar ó destruir esta casa de Dios, la cual está en Jerusalem. Yo Darío puse el decreto: sea hecho prestamente.

Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prestamente para la casa del Dios del cielo: pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos?

El hombre será harto de bien del fruto de su boca: Y la paga de las manos del hombre le será dada.

En toda labor hay fruto: Mas la palabra de los labios solamente empobrece.

Ciñó sus lomos de fortaleza, Y esforzó sus brazos.

Así ha dicho Jehová: Reprime tu voz del llanto, y tus ojos de las lágrimas; porque salario hay para tu obra, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo.

Ahora pues, llevad también á cabo el hecho, para que como estuvisteis prontos á querer, así también lo estéis en cumplir conforme á lo que tenéis.

Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doblada honra; mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto;

La mano negligente hace pobre: Mas la mano de los diligentes enriquece.

La mano de los diligentes se enseñoreará: Mas la negligencia será tributaria.

Desea, y nada alcanza el alma del perezoso: Mas el alma de los diligentes será engordada.

Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.

El que exhorta, en exhortar; el que reparte, hágalo en simplicidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.

Medita estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto á todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren.

Por lo cual, hermanos, procurad tanto más de hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.

Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios, y sus estatutos, que te ha mandado.

No nos cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado.

Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.

Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida: y enseñarlas has á tus hijos, y á los hijos de tus hijos;

Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús.

Mas deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el cabo, para cumplimiento de la esperanza:

Por lo cual, oh amados, estando en esperanza de estas cosas, procurad con diligencia que seáis hallados de él sin mácula, y sin reprensión, en paz.