47 Versículo de la Biblia sobre el control que ejerce Dios
Versículos Más Relevantes
Porque del SEÑOR es el reino; y él se enseñoreará de los gentiles.
Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.
Que formo la luz, y creo las tinieblas; que hago la paz y que creo el mal. Yo soy el SEÑOR, que hago todo esto.
Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero yace en maldad.
Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas consisten por él;
Si vivimos por el Espíritu, andemos también en el Espíritu.
Pon, oh SEÑOR, guarda a mi boca; guarda la puerta de mis labios.
Porque la prudencia de la carne es muerte; mas la prudencia del Espíritu, vida y paz;
Como ciudad derribada y sin muro, es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.
En su mano está el alma de todo viviente, y el espíritu de toda carne humana.
(porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la Iglesia de Dios?);
Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros.
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, en la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos.
¿Quién obró e hizo? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo, el SEÑOR, primero, y yo mismo con los postreros.
pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, y está llena de veneno mortal.
Conozco, oh SEÑOR, que el hombre no es señor de su propio camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.
que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honestidad;
Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano del SEÑOR; a todo lo que quiere lo inclina.
Y los espíritus de los que profetizaren, son sujetos a los profetas;
Porque siendo antes siervos del pecado, ahora habéis sido hechos siervos de la justicia.
y en la ciencia, templanza; y en la templanza, paciencia; y en la paciencia, temor de Dios;
en que en otro tiempo anduvisteis conforme a la condición de este mundo, conforme a la voluntad del príncipe de la potestad de este aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de desobediencia,
Mas vosotros no sois en la carne, sino en el Espíritu, por cuanto el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él.
un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros.
No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra; ni la impiedad librará al que la posee.
La ley de su Dios está en su corazón; por tanto sus pasos no vacilarán.
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
Si sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti; tú le pusiste términos, de los cuales no pasará.
Porque la caridad del Cristo nos constriñe, porque juzgamos así: Que si uno fue muerto por todos, luego todos son muertos;
y no manteniendo el vínculo a la cabeza, de la cual todo el cuerpo, alimentado y unido por sus ligaduras y coyunturas, creciendo en aumento de Dios.
La suerte se echa en el regazo; mas del SEÑOR es el juicio de ella.
el cual está a la diestra de Dios, siendo subido al cielo; a quien están sujetos los ángeles, las Potestades, y Virtudes.
Las riquezas y la gloria están delante de ti, y tú señoreas a todos; y en tu mano está la potencia y la fortaleza, y en tu mano la grandeza y fuerza de todas las cosas.
Los cielos son los cielos del SEÑOR; y ha dado la tierra a los hijos de Adán.
Así dijo el SEÑOR: Si no permaneciere mi pacto con el día y la noche, si yo no he puesto las leyes del cielo y de la tierra,
Mas encerró la Escritura todo bajo pecado, para que la promesa fuera dada a los creyentes por la fe de Jesús, el Cristo.
Del SEÑOR son los pasos del hombre; ¿cómo, pues, entenderá el hombre su camino?
Guárdame, oh SEÑOR, de manos del impío, del varón de violencia me guarde; que han pensado trastornar mis pasos.
Mejor es el que tarde se aíra que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.
Cesad, y conoced que yo soy Dios; me ensalzaré en los gentiles, me ensalzaré en la tierra.
Tú dominas sobre la soberbia del mar; cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.
Toda alma se someta a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que están, de Dios son ordenadas.
Yo hice la tierra, y yo creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos, y a todo su ejército mandé.