47 Versículo de la Biblia sobre La perfección divina
Versículos Más Relevantes
Del Fuerte, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y ninguna iniquidad en él; es justo y recto.
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió el intento del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le sea pagado?Leer más.
Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Las palabras del SEÑOR son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, colada siete veces.
La ley del SEÑOR es perfecta, que convierte el alma; el testimonio del SEÑOR es fiel, que hace sabio al pequeño.
En justicia son todas las razones de mi boca; no hay en ellas cosa perversa ni torcida. Todas ellas son rectas al que entiende; rectas a los que han hallado sabiduría.
Toda palabra de Dios es limpia; es escudo a los que en él esperan.
Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, perfectamente equipado para toda buena obra.
Mas el que hubiere mirado atentamente en la Ley de perfecta libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.
Limpio eres de ojos para no ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él.
Con el misericordioso eres misericordioso, y con el valeroso y perfecto eres recto; con el limpio eres limpio, mas con el perverso eres adversario.
¿Por ventura será el hombre más justo que Dios? ¿Será el varón más limpio que el que lo hizo?
Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.
Dios, perfecto su camino; la palabra del SEÑOR purificada, escudo es de todos los que en él confían.
Dios, perfecto su camino; la palabra del SEÑOR afinada; escudo es a todos los que esperan en él.
Y no os conforméis a este siglo; mas transformaos por la renovación de vuestra alma, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Toda buena dádiva, y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las lumbres, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
¿Has conocido tú por ventura las diferencias de las nubes, las maravillas del Perfecto en sabiduría?
Pues aun no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh SEÑOR, tú la supiste toda.
¿Quién enseñó al Espíritu del SEÑOR, o le aconsejó enseñándole? ¿A quién demandó consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la inteligencia?
Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas a sus ojos, de lo cual hablamos.
El SEÑOR, tú eres mi Dios; te alabaré, y ensalzaré tu nombre, porque has hecho maravillas, los consejos antiguos, la verdad firme.
Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todo su ejército. Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó en el día séptimo de toda su obra que había hecho.
Y llamó Dios a lo seco Tierra, y al ayuntamiento de las aguas llamó Mares; y vio Dios que era bueno.
¿Y a qué, me haréis semejante, para que me comparéis? Dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos y mirad quién creó estas cosas: él saca por cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará por la multitud de sus fuerzas, y por la fortaleza de su fuerza.
(Pero entramos en el Reposo los que hemos creído,) de la manera que dijo: Así que les juré en mi ira, no entrarán en mi Reposo, aun acabadas las obras desde el principio del mundo.
mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado.
Pero esperamos cielos nuevos y tierra nueva, según sus Promesas, en los cuales mora la justicia.
Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es. Y yo Juan vi la santa Ciudad, Jerusalén la nueva, que descendía del cielo, aderezada de Dios, como la esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo será con ellos y será su Dios.Leer más.
Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas son pasadas. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En el medio de la plaza de ella, y de un lado y del otro del río, el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol son para la sanidad de los gentiles. Y toda cosa maldita no será más; sino el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.Leer más.
Y verán su rostro; y su Nombre estará en sus frentes. Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lumbre de lámpara, ni de lumbre de sol: porque el Señor Dios los alumbrará; y reinarán para siempre jamás.
Jesús le dice: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto (también) al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
Y aquella Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros; (y vimos su gloria,) gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la lumbre del Evangelio de la gloria del Cristo, el cual es la imagen de Dios.
El cual es la imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda criatura.
el cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas,
Y puso con los impíos su sepultura, y su muerte con los ricos; aunque nunca hizo él maldad, ni hubo engaño en su boca.
Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él.
Porque convenía que aquel por amor del cual son todas las cosas, y por el cual son todas las cosas, habiendo de traer en su gloria a muchos hijos, perfeccionara por aflicciones al autor de la salud de ellos.
Porque no tenemos Sumo Sacerdote que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, PERO SIN PECADO.
en la cual consumado, fue hecho causa de eterna salud a todos los que le oigan;
Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía tener: Santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos.
Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.
¿cuánto más la sangre del Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios viviente?
Asimismo, cuando alguno ofreciere sacrificio de paz al SEÑOR para presentar voto, u ofreciendo voluntariamente, de vacas o de ovejas enteros, sin tacha será acepto.
Esta es la ordenanza de la ley que el SEÑOR ha prescrito, diciendo: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca bermeja, perfecta, en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo;
sino con la sangre preciosa del Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación,
Artículos Relacionados
- Conclusión
- Conocer la voluntad de Dios
- Cristo, el carácter de
- Cristo, nombres para
- Dios conoce todo
- Dios, perfección de
- Dios, unidad de
- El Apocalipsis, en NT
- El pecado, la universalidad de la
- El pecado, y el carácter de Dios
- Encarnación