21 Versículo de la Biblia sobre Pereza
Versículos Más Relevantes
Que no os hagáis perezosos, sino que sigáis el ejemplo de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
La mano negligente hace pobre; mas la mano de los diligentes enriquece.
Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, así es el perezoso a los que lo envían.
Dice el perezoso: El león está fuera; seré muerto en la calle.
Dice el perezoso: El león está en el camino; el león está en las calles.
El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será engordada.
Diligentes, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.
El perezoso no ara a causa del invierno; mendigará, pues, en la siega, y no hallará.
Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;
Porque aun cuando estábamos con vosotros, os mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo: Así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado.
También el que es negligente en su obra, es hermano del hombre disipador.
Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros.
Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; que trabajando noche y día, para no ser carga a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.
Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
Porque aun cuando estábamos con vosotros, os mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que hay algunos de entre vosotros que andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear. Y a los tales requerimos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando calladamente, coman su propio pan.
Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo mío con intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.Leer más.
Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Tópicos sobre Pereza
La diligencia y la pereza contrastó
Proverbios 10:4La mano negligente hace pobre; mas la mano de los diligentes enriquece.